Oración poderosa a Jesús Sacramentado de ayuda y protección

Oracion poderosa a Jesus Sacramentado de ayuda y proteccion

Como seres humanos siempre necesitaremos de ayuda y protección. En tal sentido, se puede elevar una oración a Jesús Sacramentado con una eucaristía. Pues somos como niños que necesitamos que los Padres nos provean de las necesidades. También cuando llegamos a nuestra edad adulta, siempre dependeremos del apoyo de alguien que nos ame y nos brinde el amparo que necesitamos.

🙏 Oración poderosa a Jesús Sacramentado de ayuda y protección 🙏

Índice()
  1. Oración a Jesús por ayuda y protección
  2. Jesús es nuestro mejor amparo

Oración a Jesús por ayuda y protección

Solo nuestro Señor Jesús puede brindarnos la seguridad y protección que requerimos, como seres indefensos, ante las acechanzas del enemigo. Es por ello que siempre debemos buscarlo a Él, para que nos ampare y esté sobre nosotros. Ya que lo necesitamos de día y noche.

Amado Dios, en este momento vengo ante ti,

para exaltar y glorificar tu nombre. Porque,

nada más Tú, eres digno de recibir la adoración.

Gracias, por las bendiciones que me concedes.

 

Te agradezco por mi familia, por mis amigos, por

mis Padres, por mi pareja y mis hijos. Porque Tú,

me has rodeado de personas que me aman, y

procuran mi bienestar.

 

Perdóname por todos mis errores y mis pecados

hacia ti. Por las ofensas que haya cometido

contra mi prójimo. Si en algún momento he ofendido

a alguien con mis palabras, o mis pensamientos.

 

Disculpa si mis actitudes no son las correctas ante

ti. Si he sido una mala persona o si mi humanidad

ha interferido, con el mandamiento que nos dejaste

de amar a nuestro prójimo, como a nosotros mismos.

 

Ayúdame a ser un individuo humilde y con un

corazón dispuesto. Que pueda sentir y entender

las necesidades de las personas que me rodean.

Haz de mí alguien digno, de todo el amor que Tú

nos ofreces cada nuevo día.

 

En este momento, yo te entrego mi corazón y

mi existencia entera en tus manos. Deseo que

seas Tú, tomando el control de todo mi ser, y que

a partir de hoy mi vida sea un reflejo de ti.

 

Quiero servirte en espíritu y en verdad. Que a

donde vaya, pueda compartir tu voz y que mi

vivir diario y mis actitudes, sean testimonio de

que Tú, habitas en mi ser.

En este momento, yo te entrego mi corazon y mi existencia entera en tus manos

Señor Jesús, quiero pedirte que seas Tú, nuestro

escudo y protección. Guarda a mi familia de

cualquier asechanza del enemigo. Aleja de nosotros

aquello que procure nuestro mal.

 

En el nombre de Jesús, echamos fuera la trampa

del rival. Por el poder de tu palabra atamos a aquel

que quiera hacernos daño. Aleja de mí, y de mi familia,

esas personas interesadas, envidiosas. Que en su

corazón albergan sentimientos de maldad.

 

Cúbrenos con tu manto poderoso, y que tu

protección siempre nos acompañe. Te agradezco,

porque sé que Tú, obraras en mi vida y en mi ser,

y que se hará conforme a tu voluntad.

 

Bendito Jesús, gracias, por habernos escogido

y darnos la oportunidad de conocerte y entregarnos

a ti. Porque sé, que en este mundo no existe otro

Dios, como Tú.

 

En esta hora yo declaro en libertad, a mi familia. Que

aquellos que aún no te conocen lo hagan. Que se

entreguen a ti. Que ellos comprendan que Tú, eres

la luz de este mundo. Sois el que ilumina la Fe

de los humanos que pierden la esperanza.

 

Ofreces el perdón de los pecados. Tú,

llenas el vacío de nuestro corazón y que en ti,

podremos encontrar la paz que tanto anhelamos.

Por ello, es necesario que toques la mente de

la gente, que es aislada o de poca fe.

 

Gracias, porque sé que Tú, has escuchado mi

oración. Sé que obraras, en su debido tiempo,

y que todo se hará, conforme a la voluntad de

tu corazón. En el bendito y sagrado nombre de Jesús.

 

Amén.

Jesús es nuestro mejor amparo

Todos los que aceptamos a Cristo, como nuestro Señor y Salvador, sabemos que no existe lugar más seguro en este mundo, que estar bajo su cobertura. Es por ello, que es importante hacer un agradecimiento al Santísimo Sacramento cada día. Con el fin de que nos cubra con su sangre preciosa. Para que así, ninguna saeta del enemigo pueda alcanzarnos.

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