Oración poderosa al Justo Juez para el trabajo, el amor y mucho más
Vamos a hacer una oración poderosa al justo Juez para el trabajo - el amor y mucho más. Pero antes debemos aclarar al mundo que cuando hablamos del justo juez, nos estamos refiriendo a Nuestro Señor Jesucristo.
¿Quién más que Él podría ser catalogado como un juez justo y misericordioso? Solo Jesús con su Divina misericordia y con su corazón tan noble. Podría actuar con extremada justicia con nosotros sus hijos.
Para procurar un buen trabajo, amor y mucho más debemos invocar al cordero de Dios y descansar en Él nuestras preocupaciones. Solo Jesús puede conectarnos con la persona idónea para compartir nuestra vida y para que podamos pegar en un buen trabajo, con un salario digno.
¿Por qué debemos dirigir una oración al justo juez?
Precisamente por eso de que es justo, porque Jesús conoce a fondo nuestras necesidades más apremiantes. Es por lo que debemos dirigirnos a Jesús para pedirle que nos consiga un buen trabajo o que nos ayude a conocer a una persona. Con la que podamos compartir nuestra vida.
Nadie más que nuestro Padre para conocer nuestras necesidades y para saber lo que nosotros, sus hijos nos merecemos en esta vida. Solo Él sabe que nosotros tenemos la facultad de realizar algunas tareas que ni nosotros mismos sabíamos que éramos aptos para realizar. Para ello elevemos una oración poderosa al Justo Juez para el trabajo - el amor y mucho más:
Oh padre justo y misericordioso,
atento a nuestras necesidades,
me dirijo a ti en este día para ponerme en tus manos
y a tu merced para que me ayudes a conseguir un trabajo.
Donde yo pueda desempeñarme
de la mejor manera y con la mayor destreza.
Porque solo tú, Señor Jesús conoces mis aptitudes
y sabes para que soy bueno.
Además ponme por favor en el lugar más indicado
para realizar un oficio donde pueda destacarme
y donde sea recompensado económicamente
para yo poder cubrir todas mis necesidades
y las de mis seres queridos.
Hoy Padre lleno de misericordia,
yo, (digo mis nombres y mis apellidos)
tu hijo incondicional, tu humilde siervo,
me dirijo a ti con mucha devoción
y con el debido respeto que te mereces.
Para pedirte humildemente
que me tiendas tus manos,
que socorras mis necesidades
y que además de un buen trabajo digno y bien remunerado,
también, me proporciones un amor bueno.
Un amor que me respete
y que ame con todas las fuerzas de su alma,
que me brinde protección y estabilidad
y que sea una persona idónea
para yo formar un hogar hasta que la muerte nos separe.
Oh Jesús misericordioso,
por amor a tus hijos y por ser nuestro Salvador,
encomiendo a ti el peso de todas mis penas
y te pido humildemente que me ayudes
a encontrar el camino correcto que conduce
a una felicidad sana y llena de rectitud.
Además no permitas Padre Eterno
que me pierda en los caminos equivocados
y tiéndeme tu mano poderosa,
mírame con ojos de piedad y asísteme en todo momento.
Para que mi vida sea un ejemplo
para todas las personas que me rodean
y para que yo mismo pueda servirte como un siervo fiel y discreto
que anda por la vida sembrando y cosechando solo las cosas buenas
sin desviar sus pasos hacia los caminos que parecieran
ser más fáciles, pero son equivocados.
Por último envíame tu bendición
que yo la recibo con mor,
en el nombre del Padre, en el nombre del hijo
y en el nombre del Espíritu Santo.
Amén
Debemos hacer una oración para conseguir trabajo y un buen amor
Claro, cada vez que los humanos quieran conseguir en buena lid favores procedentes de divina fuente. Deben encomendar esta tarea a sus protectores celestiales, y ¿Quién más indicado que el mismo Jesucristo?
Ya que no debemos olvidar que el amor de Jesús por nosotros los mortales es infinito, tanto así que sacrificó su propia vida y se entregó en manos de sus enemigos sin reservas. Para que su Preciosíma sangre sirviera como un rescate a la humanidad por haber perdido la gracia del Altísimo con el pecado de la desobediencia.
Porque solo pagando un precio tan alto. Se podía rescatar a la humanidad y Jesús se ofreció a pagar ese precio para hallar favor a los ojos de su padre y salvarnos. Por ello no debemos dudar en encomendarnos a Jesús como nuestro Justo Juez.