Oración de la mañana del jueves 10 de Junio

Hoy en este nuevo amanecer, preséntate ante Dios y pídele que llene tu corazón de humildad. De esta manera, su presencia irá contigo a todo lugar, a Él le agrada que tengamos una actitud humilde y de agradecimiento.
Dios no rechaza un corazón humilde
Una de las cosas que más le agradan a Dios de nosotros sus hijos, es que seamos humildes. Que en nuestro corazón exista esa moderación y actitud servicial.
Buen Dios creador del cielo, de la tierra y de
todo lo que existe en el universo entero, en
este día que comienza, quiero alabar y
bendecir tu santo nombre.
Tú en tu infinita bondad, has decidido regalarme
un día más de vida, por eso quiero comenzarlo
agradeciéndote por todas las bendiciones que me das.
Gracias por tus cuidados Señor, porque durante
toda la noche me guardaste del peligro, velaste
para que mi sueño fuera reparador y me llenaste
de energía y vitalidad para comenzar un nuevo día.
Has prometido que tus bendiciones estarán conmigo
siempre, que tu misericordia se renueva sobre mi vida
hoy, y que tu mano estará en todo momento sobre mí,
como una cúpula de protección que impedirá que el
mal llegue a tocarme.
Hoy mi corazón se llena de alegría, al ver que por tu
misericordia yo tengo una nueva oportunidad de
respirar, vivir y disfrutar de todas las bendiciones
que Tú has derramado sobre mi vida.
Hazme consciente Señor, de la oportunidad única que
tengo hoy para adquirir nuevas experiencias, aprender
nuevas cosas y la posibilidad de ser una bendición para
la vida de alguna otra persona.
Equípame con tu sabiduría, para que ante las adversidades
que deba enfrentar hoy, yo no caiga en pánico ni desesperación,
sino que, tu paz invada mi corazón y tu sabiduría me haga
conducirme de manera inteligente, para salir de cualquier
desafío o prueba que este día traiga para mí.
Te pido Padre amado, que llenes mi corazón de humildad,
que en todo momento mi mente recuerde que eres Tú
quien me ha dado todas las bendiciones que tengo, gracias
a tu inagotable amor y no por mis propios méritos.
En esta mañana que comienza con mi oración, quiero
pedirte que Tú hagas de mí, una persona pacífica, con
un corazón dispuesto a ayudar a quien sea, en el momento
más adecuado y sin esperar una retribución por mi ayuda.
Haz que en mí, comience a crecer esa disposición por
defender los intereses de mi prójimo y no solamente los míos.
Hoy lléname de paciencia para poder afrontar las dificultades
que el día pueda traer, para responder ante ellas de manera
adecuada, siempre honrándote a ti con mis actitudes y
también con cada una de mis palabras.
Que hoy mis palabras sean suaves, llenas de gracia,
que no falte en ellas tu verdad y sobre todo tu amor,
porque en tu santa palabra me has enseñado que la
blanda respuesta hace que la ira se calme, pero que la
respuesta dura y soberbia es como poner más
leña en un fuego encendido.
Yo quiero ser un portador de tu paz en este hermoso
día, no quiero que mis emociones se desgasten, en las
vanidades superficiales que acompañan a una actitud
soberbia y alejada de ti.
Quiero estar aferrado a ti en todo momento, no te
alejes ni un segundo de este día, no quiero hacer
nada si tu compañía no está conmigo, solo Tú me
das la seguridad que necesito para vivir en paz.
Porque finalmente eso es lo que quiero para mí y
para mis seres amados, una vida de paz, dirigida
por ti, donde tú seas el proveedor de todo el amor
que necesitamos para caminar confiados, sabiendo
que en tus manos estamos seguros.
Encomiendo mi día en tus manos, cuídame hoy,
protégeme y bendice cada una de las actividades
que tengo planeadas para desarrollar, desde la
más grande hasta la más pequeña, todas están en tus manos.
Amén.
Ten una actitud de servicio
El Señor nos manda a ser serviciales con aquellas personas que necesiten de nuestro apoyo y ayuda. Hoy pídele a Dios que te revele las oportunidades que puedes tener, para bendecir la vida de alguna persona con tu propia vida.