Oración de la mañana del jueves 29 de Julio

Se obediente a Dios, haz click aquí y adora más que con bonitas palabras, la obediencia es una de las formas más directas de adorar a Dios. También se adora teniendo calma y paz, gracias a la fe y al tener un corazón agradecido con todas las cosas que suceden.
Por siempre quiero adorarte, Mi Dios
Una oración que abre nuestros corazones a manifestar el gran deseo de siempre formar parte del reino de Dios. El Señor busca adoradores, que le adoren en espíritu y en verdad. Se tú, parte de este grupo, que agrada a Dios en todo momento del día y sin limitaciones.
Santo y bendito Dios poderoso,
grande es tu amor y tus obras
cada día muestran tu perfección.
Eres el Gran Yo Soy, el que existe
desde siempre y para siempre.
Quien gobierna el mundo desde
su trono en los cielos y todo
lo que hace, lo hace con
gloria y con poder.
La mañana de hoy, Padre
mío, mi alma te alaba
y quiere llenar de
adoración tu trono.
Te agradezco,
primero que todo
el despertar agradable.
Te doy gracias, por el
descanso de la noche,
que me ha llenado de
mucha fuerza y energía.
Te doy gracias, por la vida
de los que amo, a quienes Tú
has protegido también durante
toda la noche y les has brindado
un agradable descanso lleno de paz.
Gracias te doy, por el azul del cielo
que viste a la mañana de forma
tan impecable, te doy gracias,
por la naturaleza que
muestra tu gloria.
Que nunca dejen de
sorprenderme tus bellas
maravillas, bendito Dios.
Quiero darte gracias también,
por el alimento que no ha faltado
a mi mesa y te pido que sigas proveyendo.
Todo cuanto he necesitado me lo has
dado y tu respaldo nunca ha fallado.
Que mi alma no se olvide nunca de
tu misericordia y de los días
buenos que me has dado.
En esta mañana, quiero
interceder por todos esos
momentos en los que me
ha costado ver tus maravillas.
Señor, quiero pedirte que
me ayudes a mantenerme
en tu camino, que mi boca
siempre clame a ti en todo
momento de la vida.
Que mi alma, siga buscándote
a diario y que este entendimiento
no me falle en ningún momento.
No permitas que mi camino se
desvíe de tu rectitud y que se
encuentre alguna mancha que
corrompa mi ser y me aleje de ti.
Dame el discernimiento necesario
para no hacer lo malo de forma
inconsciente y que mis ojos vean
el daño que pueda estar causando.
Permíteme ser una persona
justa, que mi familia
pueda serlo también
y tu espíritu se quede
siempre con nosotros.
Eres tú, rey de reyes, nuestra
única esperanza en esta vida,
de tu pueblo vino la salvación
que nos sustenta y tu gracia
nos ha salvado por amor.
Te entrego ahora el día
que me has dado para vivir,
toma el control de todo lo que
me suceda hoy, porque de esta
manera podré entender que
lo que sucede es para bien.
Manda a tus ángeles que
caminen conmigo y con los
míos, que nos lleven de las
manos para que nuestros pies
no tropiecen en piedra nunca.
Que tu manto sagrado se pose
sobre mi ser, brindándome
salud y cubriéndome contra
toda enfermedad cercana.
Bendice a las personas
que con amor se acercan
a mi vida y que el amor que
me das a mí, también llegue
hasta ellos, Mi Dios amado.
Aléjame del mal y hazme
invisible a los ojos del
maligno. Que los planes
de mis enemigos contra mí
no prosperen y con toda tu
justicia júzgalos, mi gran Dios.
Todo esto te pido en el nombre
poderoso de Jesús, tu hijo.
Amén.
La adoración también es una forma de orar
Existen oraciones dedicadas simplemente a la adoración del Gran Dios. De esta manera, también existen adoraciones que son tan puras, que llegan al trono de gracia en forma de oración y que Dios, en su infinito amor, responde. Una lluvia de bendición se extiende sobre tu vida cuando adoras en oración.