Oración para el Niño Dios que ha nacido en el humilde portal de Belén
El nacimiento del Niño Dios viene marcado por una serie de sucesos incluyendo persecuciones y muertes, ya que su nacimiento predecía la llegada del enviado de Dios. El mesías del mundo, cosa que a los reyes de la época no les gustó mucho. Por eso la Virgen María y José huyeron buscando un lugar seguro para el nacimiento del Niño Jesús. Te presentamos la Oración para el Niño Dios que ha nacido en el humilde portal de Belén.
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Los padres de Jesús consiguieron refugio en un establo donde lograron traer al mundo al Divino Niño Jesús. Quien sería el mensajero de Dios acá en la tierra. Dejaría huellas imborrables como muestra del profundo amor que Dios nos profesa a través de su santa y sabia palabra. Jesucristo fue siempre, desde niño un hombre humilde y de buen corazón.
El Niño Dios, humilde mensajero de la palabra de Dios
Dios envió al mundo a su único hijo para que nos presentara sus enseñanzas y nos librara de los pecados mundanos de la perversión del hombre. Jesús como niño fue como todos, juguetón y curioso ante las cosas de la vida. Pero su verdadera misión aquí en el plano terrenal fue dejarnos con sus vivencias, actos y comportamientos. Ejemplo a seguir para ser obedientes a la voluntad de Dios.
El amor del Niño Jesús no tiene límites, ese mismo amor con el que Dios creo a los cielos y la tierra. Imploremos que su humildad se incorpore en nuestras vidas a través de esta Oración para el Niño Dios que ha nacido en el humilde portal de Belén.
Bendito Niño Dios
Mi adorado y Divino Niño Jesús,
que gran ejemplo de humildad
dejaste en nuestras vidas al nacer en un pequeño
y sencillo portal de Belén.
Rodeado de espigas,
paja y animales,
bajo las estrellas de un brillante cielo
que fue testigo del nacimiento del Mesías.
Por ello esa humildad con la que naciste
te acompañó hasta el final de tus días y
es el más puro ejemplo que debemos seguir todos
como hijos de un mismo Dios.
Porque la humanidad
se encuentra consumida en la ambición,
la avaricia, la codicia y la corrupción,
no permitas que estos sentimientos
invadan mi vida ni la del mundo.
Además contágianos
de tu humildad
para hacernos puros, libres
y obedientes a Dios.
También enaltezco tu nombre Niño Dios,
y glorifico tu espíritu en cada uno de mis pasos,
para que tu gracia divina y misericordiosa
me mantenga siempre caminando de tu mano
sin importar las penumbras que rodeen mi existir.
Eres digno hijo de Dios
a su imagen y semejanza,
con el corazón más grande,
puro y bondadoso que la tierra haya podido tener.
Porque tu humildad y tu gracia
permitió que la fe
creciera entre la multitud
y que los que no creían empezaran a creer.
Asimismo Divino Niño,
imploro ante tu infinita bondad
colmes mi corazón de puros sentimientos,
que no se vea mi vida tocada
por las maldades del enemigo ni de satanás.
Porque sé que soy hombre
y débil de carne,
pero mi fe se fortalece en ti
para librar las luchas que me correspondan.
Finalmente protege mi andar
y aligera mis cargas en el camino,
no permitas que caiga en tentación
y líbrame del pecado y la lujuria.
Igualmente limpia mi mente
de malos pensamientos
y concédeme la dicha
de gozar de tus bendiciones.
Además llama a mí,
los divinos dones del Espíritu Santo
y que cada uno de ellos
florezcan en mi.
Como una semilla de bendiciones
que agraden a los ojos de Dios
y me permitan servir al prójimo
para amarlo como a mí mismo.
Amén.
La Humildad para la salvación del mundo
La mejor enseñanza que dejó el Niño Jesús, fue la humildad. Pues, las riquezas que pudo tener no tenían mayor valor que la riqueza espiritual que profesaba en cada uno de sus pasos. El niño Jesús ha nacido en el humilde portal de Belén, pero se convirtió en un pequeño amoroso, bondadoso, inteligente y sobre todo buen hijo.
Si nos convertimos en seres humildes, muchas acciones que dañan al mundo dejarían de existir. Porque la ausencia de humildad en nuestra vida, lleva consigo sentimientos impuros que nos incitan a actuar de mala manera. Y a dañar a nuestro prójimo para beneficio propio y egoísta.