Oración de la noche del 12 de Marzo
Entra a este artículo si necesitas eliminar la codicia por completo de tu corazón y de tu vida. Pues con la poderosa oración de la noche del 12 de marzo de este artículo vas a poder lograrlo. No vas a necesitar muchas cosas para lograr esta meta, solo tienes que leer esta plegaria.
¿Por qué es necesario eliminar la codicia de mi vida?
La verdad es que Dios ha dado a entender en muchas ocasiones, en su poderosa palabra, que aquellos que no sean bondadosos no entrarán en su sagrado Reino. Es por ello que la codicia, no va de la mano con los gustos y mandamientos de Dios.
Oh, mi gran y poderoso Señor,
te doy gracias por todo lo
que has hecho por mí
incluso antes de mi nacimiento.
Te agradezco por todas las
cosas que me has permitido tener,
y gracias por jamás olvidarte
de este humilde siervo en
ninguna etapa de su vida.
No sabes lo agradecido que
estoy, porque siempre has estado
ahí para mí en todo momento,
y porque en ninguna circunstancia de
mi vida he llegado a pasar
algún tipo de necesidad.
Te suplico que por favor nunca
me vayas a desamparar, mi Señor,
porque no soy nada sin ti,
y me he vuelto dependiente
de tu inigualable poder, mi Rey.
En este momento te pido perdón
por todos y cada uno de
mis pecados cometidos anteriormente,
no sabes cuánto me arrepiento de
muchas cosas que he hecho en mi vida.
Pues sé que no han sido
los mejores actos ni para mi alma,
ni para la sociedad.
Sé que mi ambición y mi avaricia
se volvieron parte de mi vida,
pero de verdad no quiero
seguir encadenado a ellas.
No quiero seguir envenenando
mi alma con cosas que no
tienen importancia alguna,
pues lo que de verdad importa
es tener el amor del Dios vivo.
No quiero seguirme hundiendo en
dinero y en riquezas si no tengo
con quién compartirlas,
y tampoco quiero esclavizar mi vida
a la busca constante de bienes.
Tu luz me llena de vida eterna
y no es algo que se compre
con cosas materiales.
Aun si vendiera todo lo que
tengo en este momento, mi Dios,
no me alcanzaría para pagar todo
lo que he recibido de tu parte.
Es por ello que ya quiero sacar
de mi vida este sentimiento de sed
monetaria, porque no es algo
que me acerque más a ti, Dios.
De verdad que quiero ser
parte de algo más grande
que las enormes riquezas vanas,
pues, ¿de qué sirve el dinero
vacío y en soledad?
No quiero dejarme tragar por mi
avaricia, y tampoco quiero ser
un ermitaño de mis negocios.
Quiero ser capaz de vivir para algo
más que la soledad y las montañas
exageradas de oro que asfixian
mi alma terrenal.
Quiero ser lleno de tu humildad
y quiero destacar ante el mundo
como una persona que es bondadosa
que comparte sus enormes riquezas otorgadas.
Tú has dicho en tu inmortal
y bella palabra que debemos dar
a aquellos que no tienen,
y que debemos compartir de lo
que tenemos con aquellos que
no han sido tan bendecidos.
Te pido que por favor me
des la fuerza para alejarme
lo más pronto posible del
sentimiento de avaricia que
en el pasado tocó mi alma.
No quiero volver a dejar todo
para mí solo, y tampoco quiero
seguir viviendo como un zombi
que solo se preocupa por el dinero.
Necesito empezar a vivir mi vida
de una forma más espiritual,
y de manera que pueda ser
útil y de bendición para aquellos
que no han sido tan afortunados.
Te suplico que le des calidez
eterna a mi alma, para que
el hielo de la ambición y
la avaricia no puedan volver
a tocarla, mi Dios amado.
No quiero volver a dónde
me has sacado, mi Señor amado,
porque sé que de esa forma
no voy a poder entrar al reino
de los cielos, mi Rey.
Te lo suplico, mi Dios amado,
en el nombre poderoso del Padre,
del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén
¿Es sencillo sacar toda la codicia de mi vida?
Para ser honestos no es tarea fácil, pero la verdad es que es muy necesario que hagas un intento por eliminar el dañino deseo de tu alma. Para lograrlo no es necesario que inicies este proceso solo, ya que cuentas con la ayuda divina de Dios para ello.