Oración poderosa por mis hijos a San Pancracio - Para que los bendiga
El ruego más hermoso que podemos hacer a Dios Padre, es por nuestros niños, por eso te recomiendo esta oración poderosa por mis hijos a San Pancracio para que los bendiga. En ella vamos a requerir tanto por su presente como por su futuro. En el caso de nuestros descendientes, con ellos marchamos en un proceso de aprendizaje constante, en la medida que crecen, cada etapa es única, llena de diferentes eventos según sus edades.
Como padres debemos inculcar en nuestros hijos el valor de la oración como forma de estar en permanente comunicación con el Señor. Es por esta razón que, el amor enaltecido hará que sobre ellos descienda el Espíritu Santo como guía.
Para Glorificarlos con salud, sabiduría, entendimiento, respeto y amor al prójimo; que su familia sea la base de adultos sanos física, emocional y espiritualmente. Si queremos convertir a nuestra familia incluyendo a los hijos en los lazos del amor del señor, debes de leer esta oracion para que la familia se acerque a Dios, que no solo te ayudara a ti si no también a todos tus familiares.
Oración milagrosa a San Pancracio por el futuro de mis hijos
Siempre nos viene a la mente, como preocupación recurrente el futuro de nuestros hijos, más aún cuando estos tienen alguna situación médica particular. Por eso la oración poderosa por mis hijos a San Pancracio para que los bendiga tiene tanto poderío, acertada para que llegue a los oídos de Dios. La oración es la siguiente:
Oh Santo Padre,
suplico que Bendigas a mis queridos hijos,
te ruego porque ellos aprendan a
transitar en tus senderos de rectitu.
Ayúdame San Pancracio,
para que en sus corazones
esté el amor que proviene del cielo,
a sus padres, pareja, hermanos,
familiares, compañeros y amigos.
Hazlos insignes por su transitar en la vida,
cólmales de sabiduría con entendimiento.
Guarda sus conocimientos,
hazles unos seres espirituales independientes,
sin mezquindades, que todas las metas que se tracen
las logren con esmero, dedicación,
sin hacer daño, para que lleguen
hasta donde sea tu voluntad,
siempre conforme a ella.
Permíteles Señor consolidar cada paso que den,
que sean bienaventurados,
topándose con las personas correctas,
que les llenen de gozo,
como los Ángeles que les guíen.
Santo Patrono,
Bendíceles con la abundancia,
el éxito, la fortuna,
caudales de dinero.
Que jamás pasen ningún
tipo de necesidad o precariedad,
ni pobreza.
Aleja de ellos la tristeza, la oscuridad,
toda la adversidad,
os sentimientos de odio.
Si llega a ser lo requerido de
nuestro Padre Señor que asuman pruebas,
haz que salgan airosos de ellas,
con la lección aprendida, cabezas en alto.
Transfórmales en seres útiles,
productivos para la humanidad.
Oh Dios Padre,
que por intercesión de mi Santo lleguen
hasta ti mis plegarias,
te imploro por la salud de mis hijos,
aleja de ellos la enfermedad,
ampáralos, ahuyenta de ellos
padecimientos incurables.
Ante cualquier herida o quebranto permíteles sanar.
Aísla de ellos cualquier accidente
que pueda afectarles
física o emocionalmente.
Guárdales de malas compañías,
de cualquier persona que quiera apartarlos de ti,
que todo aquel que sienta envidia
se desvíe de ellos.
San Pancracio,
bendíceles siempre cual padre a sus hijitos
porque siempre serán pequeños.
Gracias Espíritu Santo,
porque desciendes sobre ellos,
como llamarada para protegerles,
en cualquier lugar o momento,
avivando su Fe y fuerza.
Amén.
¿Orar a San Pancracio por nuestros hijos realmente funciona?
Si funciona, toda oración de un padre levanta los pies. Trata de rezar junto a ellos, a la hora de acostarse a dormir. Que no sean egoístas en sus ruegos, que pidan por el mundo entero. Cuando tu especialmente eleves la oración a San Pancracio por mis hijos para que los bendiga, honra los mandamientos del Señor.
Te recuerdo que el padre es el que guía siempre, así como pides protección al Omnipotente, así mismo debe ser tu comportamiento. Porque eres ese individuo que coloco en la tierra para cuidarles, no solo físicamente satisfaciendo sus necesidades económicas, sino moral y espiritualmente.