Oración de salud para un niño enfermo en el hospital

doctores instrumento de dios

Amado lector, te invito a que aprendas, sobre la oración de salud para un niño enfermo en el hospital, y así sabrás pedir en oración; al Dios de los cielos, para que le dé sanidad a este niño, según el deseo de su voluntad.

https://www.youtube.com/watch?v=JOJSm2uiFPU

Índice()
  1. Oración de salud para un niño enfermo
  2. Sanidad de lo alto

Oración de salud para un niño enfermo

Sean dadas gracias a Dios, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia; porque no desampara al huérfano y a la viuda, sino que es su defensa en el día que le invocan.

Se habla de un Dios vivo y verdadero,

el cual se encuentra en los cielos,

y su Espíritu Santo aquí en la tierra;

morando en los fieles del Todopoderoso,

por cuanto estos son templo y morada de su Espíritu.

 

Entendiendo que la voluntad de Dios Padre,

fue enviar a su Hijo unigénito a la tierra, a morir en una cruz;

y así pagara el precio por nuestros pecados, pero antes de esto,

Jesús de Nazaret anduvo por toda la tierra; haciendo señales,

prodigios, milagros y sanando a los enfermos.

 

De tal manera que todos los que venían a él, para ser sanados,

obtenían la sanidad por cuanto es, el Hijo de Dios;

tenía y aún tiene el poder para seguir haciéndolo,

con la diferencia que ya el maestro no está aquí en la tierra,

mas por ello capacitó a hombres fieles y los envió a anunciar de su amor

y de su gracia; para que todo aquel que en él crea,

no se pierda, mas tenga vida eterna.

 

Para que mientras estén aquí en la tierra,

crean en el poder del evangelio; por cuanto Dios les delegó poder

y autoridad, a todos los que creen en su nombre, y le aman.

 

Si Jesús tuvo el poder, para sanar enfermos en aquella época,

antes de ascender al cielo; cuanto más sus fieles que le han creído

y le aman, dicen las santas escrituras

que mayores cosas harían en su nombre; también enseña que

si él venció al mundo, nosotros también podemos, en el nombre de Jesús.

el reino de los cielos cubiertos de ninos

Porque no hay otro nombre, sino en el nombre del unigénito Hijo de Dios,

ante el cual se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará;

que Jesús es el Señor y el Salvador del mundo,

en el cual hay libertad, porque el que cree en él,

será verdaderamente libre.

 

Ahora bien si hay un niño enfermo en el hospital,

como lo declaran las santas escrituras en Mateo 19:14-15 diciendo:

Pero Jesús dijo: Dejen a los niños venir a mí, y no se lo impidan;

porque de los tales es el Reino de los cielos.

Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.

 

Jesús nos enseña, que es bueno que le permitamos

a los niños a que busquen de su presencia,

porque aún ellos deben adorarle; por cuanto de ellos es el Reino de los cielos.

Bíblicamente, nos enseña que todo lo que tiene Dios,

es de los niños.

 

El Señor oraba por los niños, y los creyentes también pueden hacerlo,

pues para ello el Dios de los cielos; les dio poder y autoridad para orar,

echar fuera demonios y sanar a los enfermos; esto incluye a los niños,

de que cuando se ore por la sanidad de ellos,

la recibirán según sea la voluntad de Dios.

 

Enseñan las santas escrituras en Salmo 41:2-3 diciendo: Jehová lo guardará,

y le dará vida; será bienaventurado en la tierra,

y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.

Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor;

mullirás toda su cama en su enfermedad.

Sanidad de lo alto

Cuando se ore a Dios por un niño enfermo, es necesario tener fe, creer y esperar en el milagro; que se le haya pedido al Señor, porque él no actúa cuando hay duda e incredulidad, en el corazón de la persona que ora; por ello debe tener la certeza, de que recibirá lo que ha pedido.

Porque el Señor enseña en su santa palabra, que él mismo lo guardará, le dará vida; y que será bienaventurado en la tierra. Porque Dios es vida, y los que le aman; el Señor anhela que tengan vida en abundancia, y disfruten de todo lo que Dios les brinda: Salud, familia, seres queridos, etc. Que sobre todas las cosas amen a Dios, y que su único gozo sea deleitarse en su presencia.

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