Poderosa oración a San Antonio de Padua para la sanación interior y liberación del alma
El cuerpo y nuestro espíritu están unidas entre sí, por eso cuando tienes angustias y dolores en tu alma, notarás como te duele el organismo, al igual pasa con nuestro ser. Sin embargo, debemos saber que orándole a Dios, y manifestando lo que sentimos, te ayuda a liberarte por completo.
Oración a San Antonio de Padua para la sanación y liberación del alma
Hacer una oración para la liberación de las almas del purgatorio, también es una manera ideal, a fin, de descargar nuestros sentimientos; cuando el sufrimiento es por algún fallecido. Pero si no ese no es el motivo, no te preocupes, puedes realizar esta consagración con el fin de pedir tu alivio.
Adorado y bondadoso, San Antonio de Padua,
Tú que eres tan gentil y amoroso, acoge con cariño
esta oración que hoy te hago fervoroso.
Pues mi alma se siente agobiada, y necesita
que la sanes tanto por fuera como por dentro.
Así mi espíritu se libere de las cargas que
llevo conmigo día tras día.
Señor, acudo a ti, porque mediante tu caridad
y piedad hacia tus semejantes. Fuiste
dotado de dones milagrosos para ayudar
a las personas que se encuentran
enfermas.
Por eso, con mi corazón en la mano y mirada hacia
el cielo, te ofrezco mi cuerpo y alma para
que las tomes y la sanes por completo.
De modo, que aquellas angustias que
dentro de mi ser habitan se alejen de mí,
dejando espacio para que entre
solo la gracia del señor.
Oh, divino San Antonio, sé que tu corazón
está lleno de bondad y misericordia,
no dejes de escuchar lo que te
hago en este día.
Ya que, mi ser necesita de esas manos puras
y cálidas. Para que abraces mi cuerpo y
lo abras ingresando dentro de él,
tus milagrosos y dones de sanción.
De esa manera, me puedas cubrir en una
luz hermosa que transforme mi corazón,
aleje de mi mente, pensamientos
tormentosos.
Y haga que mi alma sienta la paz que nada más,
Dios, sabe brindar. San Antonio, te suplico
que abras las puertas de tu corazón
y me dejes entrar.
Con el propósito de que seas Tú, mi Padre y maestro
de vida. Quien me ayude, a que estas heridas
que por culpa de mi indisciplina y alejarme
de la palabra de Dios, hoy me pasan
factura, no puedan lastimarme más.
Por lo que te pido que susurres al oído del
Divino Niño, que le encanta estar
entre tus brazos.
Esta súplica la hago
para que con su voz tierna y
dulce, la lleve hacia su Padre,
y me conceda el milagro
que hoy solicito.
Pues sé que, tu gran conexión con el hijo de Dios,
es tan grande que sé no dejarán de lado a este
pobre hombre, que ahora mismo
súplica una bendición.
Oh, San Antonio, de Padua, libérame de las trampas
que mis enemigos quieran colocar en mi camino.
Con el propósito de verme más herido de lo que estoy.
Asimismo, protégeme de los peligros
que acechan a mi alrededor; cuando
me siento sin fuerzas y sin ganas.
Con el fin, de que no se aprovechen de
mi condición para ocasionar más
daño, Señor, frena sus
actos malvados.
Y que mi escudo sea tu santo
sagrado, que los aleje
por siempre de mí.
No obstante, sí por algún motivo estos llegan
a tocar mi cuerpo, tu presencia será la que actúe
como ángel guardián. De esa forma, sus armas
o manos que quieran utilizar en mis contra
se derrumben a tus pies.
Con el propósito, de que sus espíritus queden
vulnerables a tu palabra, a fin, de que
los tomes y arranques de ellos
el dominio de la ira y la injuria.
Por último, Señor, nada más te digo, gracias
por escuchar cada uno de los ruegos que,
en este día, despliego a ti con amor.
Amén.
¿Cómo limpiar la mente y el corazón?
Para liberar nuestro cuerpo de pensamientos negativos y sentimientos amargos. Debemos cambiar la manera de pensar, de hablar y sobre todo enumerar las cosas más importantes de tu vida. Además, también podemos hacer una oración para alcanzar la liberación del alma, así le manifestamos a Dios, como estamos y nos ayude a descargarnos.