Oración universal poderosa para el tercer domingo de Adviento
En este importante día nuestra alma y Espíritu deben tener un sentido de alabanza y agradecimiento. Además de que se le conoce como Domingo de Gaudete, lo que refiere un significado en la palabra 'alégrense'. Por tanto, no existe mejor ocasión de realizar una oración en este sagrado día.
Plegaria de gran poder para efectuar el tercer domingo de Adviento
Entre las cosas importantes también tenemos lo que significa la catequesis de Adviento que efectúan los niños. La cual sin duda puede ir acompañada de la siguiente oración:
Señor Jesús, Tú que eres el protagonista
este glorioso tiempo, a ti entregamos
nuestras súplicas rogando que
nos ilumines con tu corazón.
Que siempre se encuentra
dispuesto a socorrernos.
Estando presente en todos los
momentos, tanto los buenos como los malos.
Por eso celebramos cada día
de nuestra vida tu venida a este mundo,
gracias a tu valentía nos han
quedados millones de cosas buenas.
En el momento estamos libres
de pecados por el milagro,
que significa tu propia vida.
Donde con tu divina misericordia
perdonas nuestras ofensas y errores
que en el transcurso de
la existencia hemos cometido.
Porque puedes ver dentro de cada
corazón lo que sentimos
y estamos dispuestos a entregarte.
De esta forma, nos permitas servirte,
como Tú siempre lo has
hecho con los demás.
Acompañado de un infinito
amor al prójimo, que es inigualable,
amándolos ante toda circunstancia.
Esta es una época muy divina
donde te pedimos que nos consagres
en la luz espiritual que necesitamos
cada día de vida.
Es como esa lámpara de auxilio
que existe con el fin de
guiar nuestro camino
cuando se coloca oscuro
y pareciera de noche.
Desde la primera semana
de Adviento nos encontramos despiertos
y vigilantes, porque sabemos
lo que esto significa para ti.
Todo tiene un propósito en
tu sangrado voluntad, donde nos otorga
las bendiciones y los favores
que tanto hemos estado esperando.
Nuestra fe es mucho más grande
que cualquier cosa en este mundo,
cuando oramos a ti sentimos
una paz profunda que
siempre nos acompaña.
Por esa razón no tememos al mal,
porque todo lo que pasa en
este mundo es parte de tu plan
y Tú lo permites.
No creo tampoco en un Padre
que nos castiga, si no que más bien
nos entrega estos momentos maravillosos
dones.
Que podemos implorar sobre
los milagros que necesitamos.
Tenemos el corazón digno de alabanza
en esta importante fecha
del primer domingo de Adviento.
Me siento en estado de gratitud
por entregarme
todas estas bendiciones.
Porque en este amor me ves tú
dentro de nosotros. Por esa razón
estamos rodeados de una infinita bendición.
Gracias, Padre y también Señor
Jesús, porque sin ustedes
pienso que me perdería.
Quiero mantenerme siempre alerta
y vigilante de todo lo que me dices.
Sé de alguna forma envías
al Espíritu Santo para
que nos dé la respuesta
que estamos esperando.
Aunque los milagros que quiero no se hagan
a la brevedad posible, sé que de alguna manera
te encuentras obrando en mi vida.
Dejo el miedo atrás, porque
siento tu sublime protección cuando
me escuchas y me hace sentir
serenidad en mi corazón.
Con humildad te envió estas súplicas al cielo,
porque sé que de alguna manera
me escuchas y te encuentras atento
a todo lo que te digo.
Me da mucha emoción saber que tenemos
un vínculo lleno de amor para cuidar siempre,
como dos amigos que somos.
Sobre todo en este mundo tan difícil
es importante para mí tener el respaldo
de una divinidad tan noble y humilde como tú.
Donde además de rogar y pedir favores,
también puedo confiar y desahogarme.
Para luego ser iluminado con sabiduría
que debe acompañarme siempre.
Aunque se vuelva más difícil el camino,
Tú me tiendes tu mano para que
pase incluso los obstáculos más grandes.
Amén.
¿Qué es la santificada coronilla de Adviento?
Existe una oración con gran potestad, que se puede efectuar durante este tiempo tan sagrado. Es decir, los cuatro domingos en que se les da lugar al significado de encender las velas de la coronilla de Adviento. Como dato considerable, se debe conocer que tres de las cuatro velas que se colocan pertenecen a las penitencias.