La magnífica oración poderosa a la Virgen María ¡A ti nos encomendamos!

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Hagamos la magnífica oración poderosa a la Virgen María. Todas las personas tenemos como un gran consuelo en nuestra vida. Saber que es nuestra madre, la mejor de todas las madres del mundo; María, siempre nos ha protegido, y nos ha cubierto con su divino manto.

María, Virgen y madre nuestra, es la protectora por excelencia de toda la creación de Dios. Pues Jesús antes de morir, estando en plena agonía, desde la cruz, le encomendó a ella. Su madre que nos protegiera y que nos librará de todas las adversidades, diciéndole “Madre he ahí a tus hijos”, y así lo hizo.

Índice()
  1. ¿Por qué hacer una oración diariamente a María?
  2. Una oración poderosa para la Virgen de toda la humanidad

¿Por qué hacer una oración diariamente a María?

Todos debemos hacer la magnífica oración poderosa a la Virgen María. Virgen y madre para que nos proteja con su infinito amor y para que siempre podamos contar con su dulce bendición en este valle de lágrimas.

Oh María, amadísima madre celestial,

Hoy en este día y en este momento,

me dirijo a ti como buen cristiano para darte 

las gracias en primer lugar por haberme 

aceptado al pie de la cruz de tu hijo 

moribundo, como uno más de tus hijos. 

 

Y te agradezco madre que desde que tengo 

uso de razón has guiado siempre mis pasos 

hacia las puertas del cielo para poder disfrutar 

con todos los bienaventurados de la 

presencia del altísimo.

 

Oh madre Divina, tú que tanto has intercedido 

en todo momento por cada uno de tus hijos,

tú que eres madre de Dios y de todas las 

creaturas de este mundo.

 

A ti madre, dirijo mis más humildes palabras 

en reconocimiento por tu absoluta e 

incondicional protección.

 

Oh María, madre mía y consuelo de todos mis 

hermanos, te doy gracias por todos los 

favores que me has concedido y por toda tu 

protección y tus cuidos incansables.

 

Gracias por todo madre mía y por tu 

bendición que siempre tienes a bien extender 

hacia mí y hacia los míos.

 

Gracias por la protección de mi hogar y por 

estar pendiente de todos mis pasos 

enderezándome cuando lo necesito y 

desviándome de los caminos tortuosos y 

equivocados.

 

María Santísima, hoy postrado a tus pies 

quiero además reconocerte como a mi única 

protectora y como a la madre de toda la 

humanidad.

jesus le dijo yo soy la resurreccion

Pura como ninguna, linda y bondadosa,

dulce y celestial princesa de todas las 

cohortes del altísimo.

 

Quiero hoy reconocer que eres la más linda 

creación divina y que tu inmaculada pureza 

no tiene comparación con ser humano alguno, 

que tú madre mía, eres la más dulce y bella

y que te sacrificaste por la humanidad.

 

Dedicando toda tu vida al servicios de todos 

tus hijos brindándole siempre tu protección y 

tus mimos.

 

Madrecita Celestial, portentosa creación del 

Padre, y madre de su hijo Jesucristo, a ti va 

dirigido todo mi amor y mi infinito 

agradecimiento por ser como eres y por 

haberme aceptado desde siempre como parte 

de tu compromiso por la humanidad.

 

María, Madre mía, mis más lindos 

pensamientos están dirigidos a adorarte y a 

contemplarte en tus miles de advocaciones.

 

Por toda la Tierra habitada, eres madre,

reconocida como la más humilde protectora 

de toda la creación.

 

Oh María, en este día y en este momento de 

mi vida, te suplico envíes para mí y para 

todos mis hermanos, tu divina bendición que 

nosotros la recibimos en el nombre de nuestro 

Padre Celestial.

 

En el nombre de su hijo único Jesucristo y en 

el nombre de Espíritu Santo que nos llene de 

entendimiento y de toda fortaleza.

 

Amén.

Una oración poderosa para la Virgen de toda la humanidad

Hacer una oración poderosa diariamente, es una de las necesidades que toda persona tiene y además, es un deber de todo cristiano. Pues no solo debemos orarle a María para pedirle su divina protección, sino además para darle gracias por todos los favores que ella nos concede. Sin ni siquiera esperar nada a cambio, más que nuestra salvación.

Es a María como Virgen y madre nuestra, a quien debemos encomendarnos en todo momento y es a ella a quien le debemos absoluto respeto y fidelidad. Ya que es nuestra Madre Celestial.

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