Milagrosa oración al Espíritu Santo: Llena los corazones de tus fieles
Conocerás sobre la milagrosa oración de bendición, confianza y protección al Espíritu Santo, además de ello; aprenderás que es necesario, que busques del Altísimo, te humilles delante de él; reconozcas que solo él es Dios, es quien puede ayudarte tanto en tu vida espiritual, como en la secular elevando oraciones al Eterno.
Debes de hacerlo con humildad; sinceridad de tu corazón para que puedas ver la gloria de Dios, a través de su Espíritu Santo, que ha sido derramado en ti. También debes de creer con fe, que lo que les has pedido al Padre, en el nombre de Jesús; lo recibirás según la voluntad del Rey, recordando siempre que no estás solo, porque contigo mora el Espíritu Santo.
Milagrosa oración de bendición y confianza al Espíritu Santo
Milagrosa oración de bendición confianza y protección al Espíritu Santo: Llena los corazones de tus fieles. Gracias al Padre, en el nombre de Jesús, por su gracia para con toda la humanidad; porque ha derramado de su Santo Espíritu, sobre los que le aman, les guía a toda verdad; les fortalece en sus debilidades, y los protege.
En primer lugar, Espíritu Santo de Dios,
tú que habitas entre pecadores, y también
fuiste derramado por Dios Padre.
En mi corazón porque le ha placido
tener misericordia de mí,
te ruego ven.
Espíritu Santo, lléname
de tu presencia bendíceme
Señor, ayúdame a confiar
en ti en todo tiempo; porque tú estas
al cuidado de todas las cosas.
Necesito de tu protección en mi vida,
en la vida de mi familia, y de mi prójimo;
bendícenos Señor, ocultanos bajo la
sombra de tus alas, ayúdanos a creer en ti.
Con esa fe, que anhelas encontrar
en nosotros, sin dudar; ni
teniendo incredulidad
en nuestros corazones.
De las grandes maravillas que puedes
hacer, avívame Señor
con el fuego de tu Espíritu.
También Dios, Dios mío, eres tú;
muéstrame tu gloria
en medio del desierto.
Ciertamente eres un Dios
de milagros; eres el mismo
de ayer, hoy y siempre
socórreme en mi angustia,
ayúdame a no preocuparme.
Sino a ocuparme, en buscar
de tu presencia,
en todo tiempo; no permitas Señor,
que nada me quite la paz
que has venido a darme, si mi amado.
Porque así te ha placido, Espíritu Santo,
se tú mi protección; de día y de noche.
Escóndeme del consejo secreto,
de los malignos, guárdame
de los que buscan mi vida; para mal.
Mientras yo entonare
a ti cánticos de alabanza,
y mi boca publicará
tu justicia todo el día,
Señor ven y renueva mi vida; restáurame.
Santifícame por tu palabra,
porque tu palabra,
es viva y eficaz, ven Espíritu Santo,
tómame de la mano; endereza mis pasos.
Tú que estás con nosotros,
además nos fortaleces
en nuestras debilidades,
sigue ayudándonos Señor.
En medio de este mundo de maldad,
el cual está lleno de pecado.
Por ello, te ruego Espíritu Santo; guárdame de toda
inmundicia, guarda a mi familia,
a la iglesia y a todas
las almas que andan vagando
por el mundo sin ti.
Atráelos a ti, Espíritu Santo de Dios,
ten misericordia de ellos también;
acuérdate Señor, que viniste a buscar
lo que se había perdido, sálvalos por tu amor;
y por tu gracia.
Para con toda la humanidad,
por amor a tu nombre.
Hazlo Señor, ayúdales que te busquen,
con corazón contrito y humillado,
e imploren tu favor; tu confianza,
tu protección en todo tiempo,
bendícenos y respaldanos.
Finalmente Señor, en todo lo bueno
que emprendamos.
Bien sea, a lo que a tus negocios refiere,
a todas las cosas.
Que tengamos que hacer en esta vida;
asimismo a serte
agradables y fieles hasta el final.
Por último, Espíritu Santo de Dios,
te pido sana a los enfermos,
guía a los que confíen, en tu protección.
Amén.
Oración confiando en la protección de Dios
Por consiguiente, se ha entendido que se depende de Dios, en la vida espiritual y secular; además, se necesita de su Espíritu Santo, que mora en los corazones de los que aman al Todopoderoso.
Por cuanto es el Espíritu quién le guía a toda verdad, y es quién les ayuda en sus debilidades, porque allí; es cuando se debe buscar más al Señor en oración, y es cuando más les fortalece. Para que se sientan protegidos y confiados; en el Dios de los cielos, el cual creó todas las cosas, y es rico para conceder las peticiones a los que le aman, según su voluntad.