Oración “Ven Espíritu Santo, enciende los corazones de tus creyentes”
La fe es algo que desde muy jóvenes empezamos a sentir. Esa esperanza de conseguir algo anhelado, de soñar con pasión para obtener cualquier deseo o el sentimiento de confiar en ese Dios Omnipotente. Que todo lo puede y quien desde el cielo nos protege y nos otorga miles de bendiciones. La oración “Ven Espíritu Santo, enciende los corazones de tus creyentes” y fortalece la fe en Dios.
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Desde siempre las personas según su cultura, creencias y tradiciones han enfocado su fe en diferentes elementos. Algunos en el sol, en astros, en el fuego, en algunas especies de animales, en fin, su fe es entregada como parte de su devoción. Pero la realidad del mundo es el Dios verdadero padre de todos y de Jesucristo. Porque es el creador del Cielo y de la Tierra y entregó a su único hijo para el perdón de los pecados.
La llama del corazón de los creyentes brilla de luz divina
Cuando los problemas nos agobian, cuando dejamos llenarnos de sentimientos impuros, cuando caemos en la tentación de la carne y nos convertimos en pecadores. Es cuando nuestra vida se vuelve tinieblas, cuando las tormentas de vientos malvados, pesados y destructores empiezan a carcomer nuestros corazones. Por ello necesitamos que la luz divina del Espíritu Santo nos ilumine con misericordia y piedad.
Los creyentes en la palabra de Dios, mantienen su fe viva. Su llama encendida leyendo constantemente la biblia, asistiendo a la iglesia, orando cada día para mantener su conexión con Dios. También actuando de buena manera, ayudando al prójimo y siendo obediente a los mandamientos de Dios.
Espíritu Santo, ven a mí.
Oh glorioso Espíritu Santo,
bendito seas en la Gloria de Dios,
por ofrecernos la dicha de gozar de tus
maravillosos dones que engrandecen mi alma
y mi espíritu.
Mi vida no es la misma si te apartas de mi
camino, no concibo despertar cada mañana
sin tu compañía.
Por eso imploro que vengas a mí, que tu luz
ilumine y llene de brillo cada uno de mis
actos, para que me hagas mejor persona,
porque quiero servir a Dios y al prójimo como
Jesucristo lo hizo en vida.
Además, quiero seguir el ejemplo de Cristo,
que dedicó su vida para hablarle al mundo de
nuestro Padre Celestial.
También para enseñar sus
alabanzas y predicar su amor infinito.
Igualmente inunda mi corazón de la sabiduría que es uno
de tus dones, para reconocer las cosas
buenas que debo elegir y las malas que debo
rechazar.
Que el don del temor a Dios me limite siempre
al momento de cometer errores que puedan
causar su enojo, porque así tendré siempre
presente que al obrar con mala actitud me
apartará de su lado y me privará de su
misericordia.
Mientras tanto ven a mí, Espíritu Santo, con el don de la
Piedad, para ejemplificar la enseñanza de
Cristo en compadecerse de aquellos menos
afortunados en la vida y brindarles mi apoyo
desinteresado buscando su bienestar.
Trae a mí, la fortaleza y la determinación,
don para mostrarme fuerte en cuerpo y alma
ante cualquier tipo de dificultad que se
atraviese en mi camino, porque el mundo es
duro y las sombras del demonio atentan
contra mí.
Que esa fuerza sea poderosa y pueda
extenderla a mis semejantes que necesitan
de una mano amiga.
Que la inteligencia florezca en mi mente,
para aceptar que el camino, la verdad y la
vida es con Dios y así decidir ser obediente
ante sus mandatos divinos.
Finalmente ven conmigo, no te apartes de mí y
protégeme Glorioso Espíritu Santo.
Amén.
Dones del Espíritu Santo para la vida eterna y encender corazones
Nuestro Dios Todopoderoso nos ofrece la divinidad de recibir a través del Espíritu Santo 7 dones que se convierten en virtudes del ser humano. Bajo la gracia divina de la bendición. Práctica cada día estos dones que permitirán que Dios guíe tus pasos y te haga una persona de conducta intachable en nombre de Cristo Jesús.
La ciencia, la sabiduría, la inteligencia, el temor a Dios, la piedad, el consejo y la fortaleza son los dones del Espíritu Santo. Que recaerá sobre ti cuando llames y clames de su misericordia. Además, implora con la Oración “Ven Espíritu Santo, enciende los corazones de tus creyentes” y reza con devoción.