Oración a Dios padre para pedir ayuda urgente en casos imposibles

Esta es una oración para pedir a nuestro padre por su ayuda urgente ante casos que para el hombre resultan imposibles. Seguramente, habrás escuchado decir “para Dios no los hay”, porque es el rey de reyes y todo lo que se le pide desde el corazón lo concede. Así que, sea tu fe la que comience a obrar los milagros por la compasión de nuestro padre.
https://www.youtube.com/watch?v=5uztjJDNidk
Entonces, recibe estas palabras y conservarlas, pues en las sagradas escrituras dice que, la única manera de agradar a Dios es a través de la fe. Para lo cual, debes tener la certeza y convicción de que existe y buscarlo todos los días. Te recomiendo adicionalmente, encomendarte al Divino niño para resolver esos casos que crees difíciles.
Oración para pedir amparo o la ayuda de Dios ante causas urgentes e imposibles
Te obsequio esta oración para pedir ayuda a nuestro padre Creador, de manera urgente y frente a la que algunos pueden decir que son causas imposibles. Puedes hacerla en cualquier lugar, pero con el convencimiento del milagro que te será dado.
Dios esta es una oración,
que elevo angustiado y desesperado,
por todo lo que me está pasando,
de esta forma te ruego por esta causa.
Se me dice que es imposible,
para el hombre, por eso ruego a ti,
para que lo hagas posible.
Recurro ante mi súplica urgente,
a nuestro Padre el Rey de Reyes,
sobre todo, con fe de que me concederá,
este milagro que ahora pido.
Mi corazón está desesperado,
me encuentro desconsolado, en desasosiego,
de tal modo que, pido misericordia en esta situación.
Madre Virgen María, intercede,
ante Dios para que este ruego se escuche,
para que se conceda esta petición a esta petición.
Ya que la vida misma depende de su auxilio.
Ángeles de la guarda, rodéenme con,
sus amorosas y gentiles alas, cúbranme de luz,
de fuerza, amparo y la misericordia de Dios.
Espíritu Santo, esto que acá solicito es un pedido,
apremiante y necesario, para este caso imposible,
por cuyo milagro imploro de rodillas al cielo,
por lo tanto, esta es mi plegaria.
De esta forma imploro una mirada de,
benevolencia y de misericordia divina,
sé que no lo merezco, pero lo suplico Padre.
Estoy abatido, desesperado,
pero mi fe sostiene esta oración,
como la certeza de que, lo que espero,
es la bendición de quien busca a Dios.
Es la indulgencia de nuestro Padre,
siempre la que obra a favor de sus hijos,
que les da aliento y agua, aunque estén en desiertos.
Asimismo, espero este milagro.
De igual manera, pido que,
se me permita el don de entender tu voluntad,
porque tus tiempos son perfectos Padre.
En consecuencia, estoy dispuesto,
a lo que decidas y a aceptar tu propósito,
dame la valentía de entenderlo, sobre todo,
si eso es diferente a lo que espero.
Sin embargo, quien a ti clama con fe,
recibe auxilio en sus peticiones,
así como en este momento yo lo hago.
También ruego por quien este,
en este mismo escenario, porque se le conceda,
ayúdale obrándose un gran milagro en la causa que,
cree imposible, otorgarles Padre tu presencia.
Además, que sientan el cobijo,
de tu amparo, esa tranquilidad que se siente,
al tenerte presente en nuestra existencia.
Rodea además a este mundo de amor,
porque solo tu Dios puede cambiar,
una realidad por aquella que se cree imposible,
solo tu obras las ayudas a peticiones urgentes.
De esta manera te pido, confiando en tu voluntad,
en todo momento y para siempre.
Amén.
¿Cuándo renunciar a alguna plegaria?
Siempre he escuchado esa pregunta, por eso te invito a reflexionar sobre dos cosas. Una es que si, te afirmo que, hay que pedir ayuda en oración, cuando tenemos causas urgentes e imposibles. En estos casos solo nuestro padre puede socorrerte, es Él quien tiene el poder de cambiar realidades. Pero también, te invito a ser conforme con su voluntad.
Esto quiere decir que, el milagro te será confiado de acuerdo a su misericordiosa voluntad, razón por la cual deberás aceptarla. En muchos casos somos inconformes con sus designios. Pero solo Dios tiene un tiempo perfecto para las cosas, es quien además nos dotará de la sabiduría necesaria para así aceptarlo.