Oración al Espíritu Santo para niños ¡Mantenlos seguros!
Traer niños al mundo entraña una responsabilidad inmensa que debemos asumir como tal. Son un don de Dios por el que habremos de rendir cuentas. Solicita apoyo para mantenerlos seguros con la oración al Espíritu Santo para niños que a continuación te daremos.
Uno de los aspectos en los cuales debe enfocarse la atención es la educación e instrucción de los niños porque de allí dependen los valores, principios, costumbres, que conformarán la personalidad del adulto.
Al respecto, en la biblia se encuentra un versículo que aconseja educar al niño en su carrera porque no se olvidará de ella aún en su vejez. Allí se evidencia la trascendencia de esta misión que como padres debemos asumir.
Adicionalmente, no se pueden descuidar otros aspectos relativos a la sana alimentación, la salud, la seguridad, entre otros. Lo esencial es garantizar al niño un ambiente cónsono con sus necesidades en esta tierna edad.
Oración al Espíritu Santo para niños
Mantener a los niños seguros es una labor que requiere de amor y dedicación. En ocasiones, se nos dificulta por las múltiples actividades que nos ocupan.
En esta faena, como todo en la vida, podemos contar con la ayuda del Espíritu Santo. ¡Hallaremos fortaleza y sabiduría para cumplirla exitosamente!
Santo Espíritu,
que formas la unidad perfecta
junto al Padre y el Hijo.
Acudo ante tu presencia,
agradecida por tus bondades
y solicitar tu valioso apoyo
en el cuidado de los niños.
Fortaléceme,
dame sabiduría y templanza
que pueda educarlos
de acuerdo a la voluntad de Dios
y con la firmeza de la disciplina,
pero con amor.
Instrúyeme para proporcionarles
lo mejor en su crecimiento,
educarlos en los caminos de Dios
y velar por su protección integral.
Aleja cualquier peligro,
enfermedad o personas dañinas,
que crezcan sanos y fuertes
tanto física como espiritualmente.
Acompáñales en todo lugar
y llénalos de discernimiento.
Sé un escudo en su derredor
para que nada les afecte,
protege su cuerpo, mente y alma
de influencias negativas.
Despierta en ellos
el deseo de caminar
en la senda del bien.
Tómame Santo Espíritu
como instrumento para cuidar a los niños,
formarles y orientarles
ajustado al plan de Dios
para que crezcan fuertes
en el conocimiento de Dios.
Inspírales para buscar
la compañía de Dios,
que nunca se sientan solos
porque los ángeles les cuidan
y no permiten que nada malo llegue a ellos.
Dame sabiduría y ábreme el entendimiento
para enseñarles a orar
y buscar al Señor por sus propios medios
cuando así lo necesiten.
Que aprendan a invocarte
cuando se sientan amenazados,
que confíen absolutamente que son escuchados
y que su fe vaya en aumento día a día.
Glorioso Espíritu Santo,
siembra en sus mentes
lo amoroso que es el padre celestial.
Que, aunque no lo vean físicamente,
sientan que con ellos está.
Despierta sus tiernas mentes
para que oren de forma amena,
que sientan el gozo que produce
mantener comunicación con Dios.
Toca sus corazones para despertar
el agradecimiento al creador,
quien además de la vida,
les da el amor de la familia
y la alegría de los amigos y juegos.
Hazlos solidarios, que aprendan a compartir,
ayuden a sus compañeros si lo necesitan
y sientan el bienestar
que produce vivir como hermanos.
Despierta su sensibilidad,
que sean piadosos,
practiquen la misericordia con sus iguales
y sepan perdonar si les ofenden.
Hazlos crecer sanos, fuertes y
tu senda transitar,
si encuentran tropiezo, pidan tu ayuda
y, tomados de tu mano,
no detengan su caminar.
Santo Espíritu de Dios,
confío en ti con la certeza que emana de la fe,
dejo a los niños en tus manos
para que los guíes y cuides.
Sea yo tu instrumento y
entregar buena cuenta a Dios.
¡Amén!
Consejos para la educación de los niños
Los niños deben ser educados y formados en el camino de la rectitud, es decir, proporcionarles las herramientas para una convivencia en armonía con Dios y con el prójimo.
Desde temprana edad, se les debe incorporar es las actividades espirituales para que inicien su conocimiento de Dios con alegría y regocijo que inspira el Espíritu Santo.
Por supuesto, para estimular en los niños la comunicación con Dios es recomendable establecer una rutina de oración en familia que cree el hábito de reservar un espacio de tiempo para orar de acuerdo a las motivaciones que tengan.