Poderosa oración por la salud a la Virgen María ¡Virgencita, que esté sano!
La salud es un preciado tesoro que debemos cuidar, es nuestra responsabilidad cuidar del cuerpo que Dios nos ha otorgado. Mantenernos alejados de los vicios, consumir alimentos adecuados y sanos. Realizar actividades deportivas, alejarnos de los peligros y sobre todo mantener una amigable relación con Dios y la Virgen María. Recita la Poderosa oración por la salud a la Virgen María.
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Aún cumpliendo estas normas, seguimos propensos a enfermarnos por alguna u otra razón. Encomendemos a la Virgen María la misión de mantenernos sanos y libres de enfermedades.
Oración de sanidad a la Virgen María
Para pedir protección a la Virgen María, podemos dedicar diariamente esta oración, Poderosa oración por la salud a la Virgen María. Específicamente para que nos mantenga libre de enfermedades y que nos permita gozar de salud.
Santa Madre de Dios. Oh mi Adorada Madre,
Virgen María Madre de Dios, que maravilloso
poder te ha concedido Dios al darte el honor
de hacerte la madre de Jesús, su único hijo.
Pura y siempre Virgen, diste a luz al mesías,
al Dios encarnado en hombre en la tierra.
Eres la imagen perfecta del corazón de Dios,
bondad, ternura, entrega, dedicación, piedad,
consuelo, apoyo, ayuda y sobre todo amor
hacia todos nosotros que somos tus hijos.
Perdona mis faltas y absuelve mis pecados,
no he sido el mejor de todos, pero
diariamente intento serlo.
No te digo que en oportunidades he cometido
errores a causa de la tentación, pero
reflexiono ante ellos y me arrodillo ante Dios
para pedir perdón.
Pido piedad, socorro y compasión, porque,
aunque no obedecer fielmente los
mandamientos de nuestro Padre Celestial,
intento mantenerme a su lado y al lado de tu
esencia espiritual mi Santa Madre.
Te agradezco desde mis entrañas,
cada una de las bondades que me das,
eres tan noble conmigo que cuando recibo tus
bendiciones miro al cielo para agradecer con
mi mirada lo que me regalas.
Bendita eres mi Virgen Adorada, te amo con
todo mi corazón porque jamás me has
abandonado.
Siempre me escuchas, siempre me atiendes,
siempre me cumples, siempre leal al
compromiso de amarme y protegerme como
Dios ha ordenado.
Gracias nuevamente, gracias infinitas por
tanto que me das.
Virgencita Poderosa, entre tantas bendiciones
recibidas, hoy quiero agradecerte
especialmente por la salud, por mantener mi
cuerpo libre de enfermedades y pestes que
invaden el mundo.
Por hacer de mi cuerpo un lugar fuerte y
vigoroso donde reposan las enseñanzas de
Jesús.
Por favor permite siempre que mi humanidad está llena
de energía y vigor para enfrentar las
vicisitudes de la vida, para luchar las batallas
terrenales y espirituales que me toquen
enfrentar, y también para defender la voluntad de Dios y
los sabios ejemplos que Jesús nos dejó.
Protege mi vida Adorada Madre, protégela
con tu santo manto y cubre de sanidad cada
parte de mi cuerpo, igualmente aleja las enfermedades,
los virus, las pestes, las dolencias y los males
que puedan impedir mi sano andar.
Baña de sanidad también a mi familia, a mis
amigos y a mis seres queridos, porque ellos
también necesitan estar libre de enfermedades.
Por ello, no permitas que el mundo
se contagie de pandemias
y epidemias que puedan
propagarse fácilmente.
Por favor otorga sanidad al mundo, borra toda
enfermedad en cadena que pueda acabar con
la vida de mucha gente.
Protege al mundo, a los ancianos, a los niños,
a los médicos, a las enfermeras,
igualmente a todos quienes
sean benéficos y trabajen en
ayuda de los demás.
Finalmente gracias Divina Santa,
en ti confío y en tus
manos pongo las riendas de mi vida
y de mi salud.
Virgencita mía, que esté sano
y salvo ante todo peligro.
Amén.
Sanidad para ti y para el mundo en manos de la Virgen María
Que la Santísima Virgen María nos mantenga bajo su manto protector, que no permita que en estos momentos de pandemias y epidemias que marcan la historia del mundo. Ninguna enfermedad pueda tocar nuestras vidas.
Ora con mucha fe y devoción para que la Virgen atienda a las plegarias de tu corazón. Y sane, cure, elimine, proteja, disuelva toda enfermedad que pueda dañarte a ti y a los tuyos. El mundo también necesita de tu oración, pide también por él y sus habitantes.