Fuerte oración universal de la liturgia ¡Diaria, Misa y Oración del día!

En el momento de realizar una oración universal por medio de una liturgia, debemos hablarle el Creador de las necesidades. Estas se pueden ejecutarse en el día a día o el domingo cuando se ore desde la casa del Señor. En la misma reconoceremos su divina misericordia y su nobleza para con nosotros.
Oración universal celebración dominical de la liturgia de la palabra
La siguiente oración de la liturgia de las horas tiene poder y es inspirada en las Sagradas Escrituras. De tal manera que todos los fieles seguidores del Creador y de su hijo, el Señor Jesús, pueden realizarla cuando lo requieran:
¡Oh, Dios bueno y benevolente!
A ti dedicó esta liturgia en una oración
que le dará respuesta sobre las dudas.
Pidiéndote la calma que mi corazón
cree esencial. Porque sin ella, todo se vería
oscuro y muy lejos de la luz de la sabiduría.
Consigo el amor que ando solicitando,
solo con escucharte y abrir mis ojos,
ante lo que me muestras en mi camino.
Sin ti, Padre, no soy nada,
porque vivo por y para tu amor.
Quiero ser digno de llamarme tu hijo
y de que mi hermano Jesús haya
dado su vida por mí.
Todo tiene sentido cuando encuentro
el amor de mi Padre cerca de mí.
Además de que me siento esperanzado
de que las cosas van a mejorar.
Sé que las malas situaciones
no se arreglan de una forma rápida,
por ello te pido la serenidad y tranquilidad
para saber esperar.
Pero, también dame un poco de sabiduría
porque necesito reconocer
las enseñanzas y lo que me
falta instruirme.
Lo malo no dura para siempre.
el tiempo dará la explicación
de lo que está pasando.
Pero, lo que sí te pido es que quites
el miedo de mi corazón
ante las adversidades,
quiero saber que estoy haciendo lo correcto.
No tengo grandes ambiciones en la vida,
no tanto como para pedir una gran fortuna,
ni tampoco tesoros
que son materiales.
Solo quiero un corazón grande
capaz de olvidar, pero también de
reconocer y disculparse.
Para pedir perdón a mi Padre
las veces que sean necesarias.
No te pido una felicidad absoluta,
solo te solicito pequeños momentos
de alegría que me ayuden a valorar
aún más la oportunidad de la vida.
Quiero agradecerte cada mañana
al despertar por esa nobleza
de abrir mis ojos una vez más.
Soy bendecido cuando encuentro
tu maravilloso amor.
¡Oh, Dios Todopoderoso!
Tú sabes cómo ayudarme
o guiarme para afrontar
cada momento de mi vida.
Bendito son los ojos que te pueden
ver y el alma que te reconocen,
porque el espíritu será sublime
en la alegría de tenerte.
Gracias, Padre, por escuchar mis palabras,
por darme la promesa de amor,
como lo haces con todos
tus hijos que te buscan.
Te doy infinitas gracias,
por entregarme
tu nobleza y misericordia,
perdonando mis pecados.
En esta misa el día de hoy quiero
dedicarte mi tiempo,
porque mi vida te pertenece.
Es la hora de hablar con Dios
y colocar el corazón en la mano.
Entregándole todas nuestras cargas,
pero también agradeciendo
las cosas y experiencias buenas,
que gracias a ti tenemos.
Agradezco cada minuto
a mi Padre Celestial,
por todo lo que me da
y me entrega a diario.
Sin ti, sería solo un simple ser humano
sin alma y sin espíritu.
Entrégame, por favor,
el soplo de vida que necesito
para vivir en armonía.
Sé que en cualquier momento
puedo hablarte y rogarte
por todas mis necesidades,
siempre obtengo una respuesta.
Que las bendiciones se derramen
desde este momento
en mi vida, en el nombre
de tu Sagrado Corazón.
Hoy más que nunca confío
en tu infinito amor.
Amén.
¿Cómo hacer la oración de los fieles?
Se debe realizar con la convicción que somos escuchados, además de juntarlo con la rutina de la visita a la casa del Señor los días domingos. Siempre se puede aprender la importancia de orar en latín y tener un amplio mundo espiritual.