10 Versículos de la Biblia para orar por los gobernantes ¡Y su buena gestión!

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La oración divina no excluye a los gobernantes y a las naciones del mundo de la palabra de Dios. Por ello, se incluye en la iglesia y en los templos la lectura de los versículos de la biblia para orar por los gobernantes.

🙏 10 Versículos de la Biblia PARA ORAR POR LOS GOBERNANTES ¡Y SU BUENA GESTIÓN! 📖

Los ruegos y peticiones lo hacen todos los involucrados en los liderazgos que existen en sus pueblos, pidiendo la paz y la tranquilidad para ellos. El apóstol Pablo a través de su acción de gracia, exhorta a orar por los gobernantes.

Índice()
  1. 10 Versículos bíblicos para orar por los gobernantes
  2. Es necesario orar por los gobernantes

10 Versículos bíblicos para orar por los gobernantes

En relación con los 10 versículos de la Santa Biblia que se deben tener en cuenta para orar por los gobernantes, es importante destacar los siguientes:

  1. Tito 3:1: Los creyentes, a través de sus acciones, deben practicar la obediencia y la sumisión. Los gobernantes están obligados a cumplir sus promesas.
  2. Romanos 13:1: Las sociedades deben respetar y asumir sus deberes y derechos con respeto. Y, por parte de las autoridades, debe haber la disposición de preservar el orden y la justicia en los países.
  3. Timoteo 2:1-2: La unión de los pueblos hace la fuerza para lograr la lealtad de los gobernantes. La paz y el sosiego requieren de plegarias, de letanías, de amor a Dios para lograr una vida digna. Alabado sea el Señor.
  4. Mateo 12:25: En contraste con la política, la iglesia se opone a la división de los pueblos, esto causa aislamiento. El Señor fue predicador de la unión y pidió a los reyes solidaridad con sus congéneres. La oración une al mundo, los líderes también.
  5. Jobe 12:23: Sin duda, hay que tener claro que muchos gobernantes engrandecen sus naciones, pero otros la destruyen. Los líderes deben estar comprometidos con la prosperidad, no con el atraso.
  6. Génesis 12:2: Existen gobernantes muy alineados con sus congéneres y con la escritura sagrada. Honran a la iglesia y al santísimo, no son mesías, son líderes que tratan de ser profetas en su tierra. Muchos lo logran, otros no.
  7. Daniel 2:21: Dios es omnipotente, vigila sobre todo a los poderosos, él pone y dispone. No permite el abuso ni la discriminación, el ama a su prójimo.
  8. Salmos 22:28: El reino de los cielos aclama al Señor por su sabiduría, por eso se dice, que él gobierna el poder a través de sus líderes. Los apóstoles ayudan en su encomienda.
  9. Pedro 2:7: Los creyentes son la piedra angular de la oración. Con ellos llegamos a la gloria, mientras los gobernantes se mantengan en sintonía con la pureza y la verdad gozará del reino de Dios. Así lo establece la sagrada Biblia.
  10. Proverbios 11:14: De cualquier manera, es importante resaltar que sin liderazgo racional y organizado, las naciones tienden al fracaso. Los gobernantes con su actuación, sus decisiones y su emprendimiento, pueden lograr el éxito.

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La toma del poder es un compromiso muy arriesgado si desconocemos la necesidad del pueblo. La pacificación y el entendimiento ayudarán a los líderes a alcanzar sus objetivos. Pacto divino.

Es necesario orar por los gobernantes

La religión está presente en todos los ámbitos, y el sector político no escapa a esta coyuntura durante el poderío de los gobernantes. Sin duda, los líderes son creyentes en su mayoría del reino de Dios.

Sin embargo, algunos se declaran ateos y luego se retractan cuando se sienten arrepentidos y olvidados por Dios. Que su conciencia sea su mea culpa.

A pesar de que los gobernantes no escuchan las peticiones de sus fervientes, Dios siempre está presto a oírlos. El poder obnubila a los líderes, la distancia de su pueblo, la oración es eficaz para acercarnos a Dios.

Todos estamos motivados a rezar por nuestros países, sin importar quién sea el líder. Nuestras letanías serán escuchadas y eso les traerá paz a nuestras naciones.

Además, debemos pedir misericordia para que los problemas de los pueblos sean resueltos. Orar en las iglesias, un lugar santísimo que nos reconforta. Seamos solidarios con los pobres, con los que sufren, con los desamparados.

A pesar de que las leyes las imponen los gobernantes, nosotros tenemos la facultad de pedirle a Dios que nos amparé y que los guíe hacia la bondad. Los líderes están obligados a oír nuestras prédicas y valorar nuestro sacrificio.

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