10 Versículos milagrosos de fe, ánimo y amor para la paz de mi alma

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Sentirte en paz es una gracia divina de la que pocos tienen el placer de gozar. Son muchos los factores que impiden que nuestra alma se sienta serena y apacible, sobre todo con las dificultades que vivimos a diario. Permite que estos 10 versículos milagrosos de fe, ánimo y amor para la paz de mi alma, te otorguen la serenidad que necesitas.

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No hay mejor compañía que la oración, ella nos concede un respiro espiritual que nada lo puede comparar. Cuando estamos desolados a través de ella, conseguimos consuelo. Pero cuando estamos felices compartimos nuestras alegrías a través de alabanzas dedicadas a Dios.

Índice()
  1. Versículos milagrosos de fe, ánimo y amor para la paz de mi alma
  2. Paz y tranquilidad en manos de Dios

Versículos milagrosos de fe, ánimo y amor para la paz de mi alma

La biblia nos ofrece un mundo de posibilidades maravillosas para conseguir respuestas a nuestras dudas. Estas oraciones vienen de 10 versículos milagrosos de fe, ánimo y amor para la paz de mi alma plasmados en la biblia como relatos de los discípulos de Jesucristo.

Paz para todos (Romanos 15:33)

Dios Todopoderoso, Padre Eterno,

tú que eres el Dios de Paz.

 

Permite que tu gracia divina

venga a todos nosotros

como muestra del amor

que nos profesas.

 

Amén.

 

El amor (1 Corintios 13:4-5)

Mi Padre Amoroso,

dame la dicha de sentir en mi corazón

el mismo amor profundo que tu sientes por mí,

un amor paciente y bondadoso.

 

Asimismo un amor sin envidia,

ni orgullo, ni rudo, ni egoísta, un amor noble

que no se enoja fácilmente,

un amor que no guarda rencor y que es eterno.

 

Amén

 

Dios de Amor y de Paz (2 Corintios 13:11)

Dios Padre, permite que mi esencia

se convierta en tu imagen perfecta,

y además que me regocije y conforte en ti,

y que tenga tu mismo sentir.

 

Para lograr estar en tranquilidad,

de esta manera,

tú mi Dios de paz y de amor

has de venir a nosotros.

 

Amén.

 

Santifica mi cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23)

Dios Mío, santifica por completo mi ser,

mi espíritu, mi alma y mi cuerpo.

 

preserva mi vida para la venida de

nuestro Señor Jesucristo

y hazme también digno de ganar la

vida eterna a tu lado.

 

Amén

 

Tú me guardarás (Génesis 28:15)

Mi Adorado Dios, sé que siempre estás conmigo,

que me guardas a donde voy,

no vayas a abandonarme mi Dios.

 

También sé que tu voluntad

es la que gobierna mi vida y a ella me apego

como muestra de mi amor y devoción,

pues eres el amo y señor del mundo.

 

Amén.

 

No Temeré a nada (Deuteronomio 20:1)

Así los has dicho a través de Jesús,

no he de temer a nada,

ni a enemigos ni ataques, ni a la multitud

que se venga contra mí.

 

Porque así como liberaste

a la tierra de Egipto,

así mismo has de proteger

mi humanidad contra todo.

 

Amén

 

No me desampares (Deuteronomio 31:8)

Mi Dios Eterno, ven delante de mí,

porque sé que estás conmigo

y no me desampararás.

 

Además no me abandonarás,

disiparás mis temores y también

siempre me protegerás.

 

Amén

 

Muéstrame tu amor (Salmos 143:8)

Oh Padre Omnipotente,

concédeme la gracia de saber de

tu amor cada mañana.

 

Porque en ti confío y entrego mi vida,

también señálame el camino a seguir

y dame la paz que mi alma necesita.

 

Amén

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El Amor y la Verdad (Proverbios 3:3-4)

Padre Santo,

permite que el amor y la verdad

nunca me abandonen.

 

Quiero llevarlos en mi cuello y también

tatuados en mi corazón.

Para que tu palabra santa salga de mi boca

con verdad para que todos conozcan de ti.

 

Amén.

 

Hazme un ser humilde (Efesios 4:2)

Padre Mío, por favor

hazme un ser humilde y amable,

tolerante y amoroso,

siempre al servicio de los demás.

 

Amén

Paz y tranquilidad en manos de Dios

Dios es grande y poderoso, cuando entregamos nuestra vida a Él y ponemos cada uno de nuestros actos en sus manos. Es entonces cuando caminamos por la vida con mayor tranquilidad. Esa tranquilidad que nos concede al sabernos protegidos y amparados por sus bendiciones.

Por eso reposa en la oración todas aquellas penas que aquejan tu alma, verás como los pesos se aligeran y la paz empieza a morar en ti. Porque la vida está llena de complicaciones, pero la palabra sagrada que reposa en la Biblia, abre tu corazón a recibir a Dios. Y además a conseguir salida a tus problemas.

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