10 Versículos milagrosos de fe católica ¡Fe que mueve montañas!

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El poder de la oración se conoce desde siempre como el más fiel compañero de todo católico que entrega su devoción a Dios. Y para que nuestra oración tenga impacto debemos tener fe y confianza que salga de nuestro corazón. Conoce estos 10 versículos milagrosos de fe católica ¡Fe que mueve montañas!

La fe mueve montañas, es una frase de un relato bíblico de Jesús plasmado en la Biblia. Donde hace relación al tamaño de la fe para conseguir lo que se desea sin importar lo grande que sea.

https://www.youtube.com/watch?v=bYo3PRR0eDg

Índice()
  1. Oraciones basadas en versículos milagrosos de fe
  2. La fe mueve montañas

Oraciones basadas en versículos milagrosos de fe

No importa lo difícil o imposible que pueda parecer eso que tanto deseas. La fe tiene el poder de hacer posible todo lo que realmente creas que no puedes conseguir. Pero si lo crees lo conseguirás bajo la voluntad de Dios y con ayuda de los 10 versículos milagrosos de fe católica ¡Fe que mueve montañas!.

Para Dios todo es Posible

(Marcos 10:27)

 

Mi Dios de misericordia, Padre

milagroso, en ti confío y también entrego

mi fe, porque lo que ante mis ojos

es imposible, para ti no lo es, sino

por el contrario ante tu voluntad

todo es posible.

 

Amén.

 

Nada es Imposible para Dios

(Lucas 18:27)

 

Oh Mi Dios Milagroso, en tus

manos entrego mi vida y además

 mi bienestar, porque aunque sienta

imposible solucionar mis problemas.

 

Eres tú quien hace posible cualquier

solución y por eso mi fe se fortalece

en ti y se hace cada vez más grande.

 

Amén.

 

La fe mueve montañas (Mateo 17:20)

Oh Padre Mío, grande ha de ser mi fe

para conseguir lo que parece imposible.

 

Porque bien lo ha dicho mi Señor

Jesucristo, si nuestra fe fuese del

tamaño de un grano de mostaza

y le dijéramos a una gran montaña

muévete de aquí para allá.

 

Entonces ella se movería.

Así de grande es el poder de la fe

que todo lo puede en ti.

 

Amén.

 

Alabarte a ti (Salmos 9:1)

Oh Señor mi Dios,quiero

alabarte sin medida, con todo mi

corazón, contar tus maravillas

y seguir tus alabanzas para

fortalecer mi fe y confianza en ti.

 

Amén.

 

Pedir con fe

(Santiago 1:6)

 

Padre del Cielo, hoy he de venir

a pedir ante ti, sin dar lugar a duda

alguna de lo que me darás, porque

quienes duden como las olas del mar.

 

Estarán de aquí para allá agitados

de un lado al otro por el viento.

 

Amén.

guardes mandamiento sin mancha ni reproche

Dios Sanador (Marcos 10:52)

Bendito mi Dios, tu que has de sanar

a los enfermos y a los moribundos,

por la fe de tus creyentes has hecho

que los ciegos puedan ver.

 

porque la fe los ha sanado

y mi fe en ti es verdadera,

así espero que tus milagros

lleguen a mí.

 

Amén.

 

El Justo Vivirá (Romanos 1:17)

Oh Mi Dios, derrama tu justicia

sobre mí, esa justicia que es por fe

desde principio a fin, porque

escrito está y así lo has dicho:

 

El Justo vivirá por la Fe.

Que tu justicia divina sea

muestra del amor que me tienes.

 

Amén.

 

Firmes en la fe (1 Corintios 16:13)

Padre Eterno, aquí me tienes,

alerta, firme, valiente y fuerte,

porque la fe mueve mi vida

y me lleva hasta ti.

 

Amén.

 

Palabra de Cristo

(Romanos 10:17)

Mi Dios Todopoderosos,

mi fe en ti viene de oír el

mensaje, el mensaje que viene

de la palabra de Cristo.

 

Mi fe es el resultado de

aprender y conocer de ti.

Por eso mientras más te

conozco más te amo.

 

Amén.

 

Escudo de fe (Efesios 6:16)

Mi fe es ti Dios se fortalece

y además se convierte en escudo

para apagar las flechas

ardientes del maligno.

 

Amén.

La fe mueve montañas

No existen imposibles ante la gracia de Dios, pero cuidado y llegamos a convertirnos en personas de poca fe. Pues entonces no lograremos conseguir lo que tanto anhelamos. Jesús nos muestras en la Biblia el relato de la fe mueve montañas.

Seamos seguidores de su palabra y aprendamos de ella. No existe algo en este mundo que no podamos lograr cuando nuestra fe es verdadera. Y cuando la voluntad de Dios acepta que eso es lo perfecto para nosotros, Dios lo concederá en su debido momento y lugar. Porque así como no hay imposibles para Él, el tiempo de Dios es perfecto.

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