Fuerte oración de guerra espiritual por la salud y la sanidad

Fuerte oracion de guerra espiritual por la salud y la sanidad

Muchas de las enfermedades que existen hoy en día son consecuencia de los pecados. Por supuesto, incluye síndromes y malestares graves. Asimismo, puedes elevar una oración por la salud, mental y espiritual de un hijo o familiar. Pero recuerda que el plan de Dios era la paz absoluta. No obstante, los males empezaron al caer en la tentación.

https://www.youtube.com/watch?v=uLlnOPPGusg

Índice()
  1. Oración por la salud y la sanidad
  2. Dios puede librarnos de cualquier enfermedad

Oración por la salud y la sanidad

Jehová siempre está atento a nuestro clamor, solo debemos saber pedir lo que deseamos. Y en el momento en que lo hagamos, hacerlo con la sinceridad del corazón y con fe. En tal sentido, lo que pidamos se hará realidad.

Padre santo, en esta hora vengo ante tu presencia,

para agradecerte por lo que has hecho,

por nuestras vidas y tu salvación.

 

Bendito Espíritu Santo, derrama tu gracia sobre nosotros.

Porque aun sin merecerlo, fuiste a la cruz

y derramaste tu preciosa sangre y limpiaste

los pecados. Por eso te agradecemos

cada día y momento.

 

Señor, vengo delante de tu presencia a amarte

y suplicarte que seas Tú, obrando en el nombre

poderoso de Jesucristo, en esos espíritus de enfermedad,

en lo que quiera venir a dañarnos.

 

Oramos a fin de que concedas vitalidad a los ciudadanos.

Que sea tu mano poderosa, bendiciendo y trayendo

salud en la gente. Reprendemos el huésped

de las tinieblas, que viene a dañar, a destruir y a robar

el bienestar a las personas.

 

El enemigo usa los vicios y los accidentes

con el propósito de dañarnos,

dejando a varios lisiados.

Pero eres el Creador de la vida y ante ti venimos.

 

Que sea usted trayendo bienestar

a los individuos que se encuentra oprimidos

con una enfermedad, o que han tenido un accidente.

 

Clamamos y reprendemos aquella presencia de maldad,

esa enfermedad, la echamos fuera.

Y declaramos salvación encima tus hijos. Extiende tu mano

en ellos y sánalos, protégelos en toda hora.

 

Eres el único que conoce las cosas

que ocurren debajo del sol. Das la sangre,

por lo tanto, ante ti venimos. Oh, Bendito Altísimo,

quiero suplicarte y rogarte

que escuches las peticiones.

 

Recibe estos clamores, en tus manos entregamos

esas dolencias. Declaramos a través de tu santa

y bendita palabra que vas a traer paz a las almas.

extiende tu poderosa mano y levanta aquellos que estan enfermos, que el poder de tu palabra nos de sanidad

Declaramos fortaleza en la carne, en los niños

que les llegan enfermedades terribles.

Reprendemos esa enfermedad de cáncer, de pulmones,

de diabetes, del corazón y de todos los órganos.

 

Oh, Sagrada Deidad, extiende tu poderosa mano

y levanta aquellos que están enfermos,

que el poder de tu palabra nos dé sanidad.

 

Gracias te damos, ya que sabemos

que escuchas las oraciones,

somos tu creación, y siempre estás

al pendiente de no hacernos sufrir. Por eso pedimos

que nos brindes tu gracia y fortaleza.

 

Puesto que cuando estamos caídos

tus nos levantas. Por las bendiciones

que derramas en nosotros.

Agradecido, pues vas a obrar

en el nombre de Jesús.

 

Coloco en ti mi confianza, estando

seguro de que escuchas mi clamor, y vendrás

en mi pronto auxilio, puesto que usted es mi fortaleza.

 

Te pido que coloques en mí un alma humilde,

que pueda aceptar tu voluntad, y dame el discernimiento

necesario a fin de escuchar tu voz, y aprender lo que

me quieres enseñar.

 

Que seas obrando en los enfermos del mundo.

Te pido que fortalezcas sus corazones,

y dales el consuelo que necesitan,

que sea tu manto en todos.

 

Que tus manos poderosas, los protejan

y los guarden, que puedan encontrar

un refugio en ti. Por el hecho de que

eres nuestro consolador.

 

Estoy agradecido, por atender mi clamor

y siempre estar dispuesto a consolar

mi corazón en los momentos de angustias,

en el bendito nombre de Jesús.

 

Amén.

Dios puede librarnos de cualquier enfermedad

En realidad, Cristo tiene el poder y la autoridad para librarnos del mal, recuerda que las enfermedades no son culpa de Él. Estas son consecuencias de nuestros pecados, por lo tanto, debes orar por sanidad física y liberación, estando entregado por completo y confiar en su voluntad.

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