Oración divina de guerra espiritual y liberación de maldiciones
La guerra espiritual es algo que todos los creyentes diariamente debemos hacer, puesto que en este plano el maligno siempre asecha y debemos estar alerta. En este sentido, lo más importante es que todos los días elevemos una plegaria al Padre supremo para que nos libre de las maldiciones que nos pueden atacar.
Potente oración de guerra espiritual
La forma más efectiva que tenemos los creyentes de alejar el maligno de nosotros es mediante la oración de guerra espiritual. Y es que debes considerar que entre más cercana sea tu relación con Dios, el demonio empleará todas sus artimañas para debilitar tu fe.
Oh, Padre creador del cielo y la tierra,
en este día vengo a pedirte que me protejas
de todo mal y peligro.
Pues el maligno me tienta diariamente
para verme caer. Pero Tú me acompañas
y me vistes con tu armadura, para
poder defenderme de cualquier ente maligno
que me quiere hacer pecar.
Por ello hoy y siempre me arrodillo ante ti,
para que tu gloria me acompañe,
para que tu luz me alumbre en el camino.
Tú, Padre, que eres mi Dios,
y solo a ti te reconozco,
por eso hoy te pido, que tu poder y
fuerza nunca me desampare.
Pues declaro que solo a ti te serviré,
solo a ti te seguiré,
y aunque el maligno me tiente mil veces,
trataré con mi alma de nunca caer.
Pero, si en algún momento me notas confundido,
recógeme del mal camino,
como el pastor hace con sus hermosas ovejas.
Así que, Padre adorado,
hoy más que nunca te suplico
que guardes mi sendero,
para que el maligno no me logre corromper.
Ya que solo Tú eres el ser divino,
eres el ser supremo,
al que yo me inclino, por eso te pido que me
mantengas alejado del maligno.
Padre, Tú que eres dueño de mi corazón,
y dueño de mi vida,
permíteme en este momento,
sentir tu bendición.
Así que, Dios,
delante de ti me presento
desnudando mi corazón.
Para que el maligno no pueda aprovecharse,
de mis debilidades. Padre escúchame,
pues soy un guerrero más de tu ejército,
y por ello te prometo fielmente seguir tu voluntad.
Llevando mi hermosa armadura espiritual,
que me mantiene alejado de los demonios,
y todas las maldiciones que me pueden corromper.
Así que en nombre de mi Padre Supremo,
que eres Tú Jehová, yo este día me propongo a
librar mi guerra espiritual.
Liberando del maligno a todos los que
se encuentren en mi camino,
pues muchos de nuestros amigos y familiares
caen en tentación.
Por eso, yo te pido que me
permitas ser tu instrumento,
para llevar tú palabra,
y las buenas nuevas de que pronto,
tu hijo, nuestro Salvador, volverá.
Hoy, al estar a tu lado,
rompo las cadenas que el maligno
quiere poner para corromper mi fe.
Y expulso a todos sus demonios,
entes o seguidores que pretender invadir mi vida.
En nombre del Espíritu Santo,
te pido Padre mío,
que toda energía negativa que venga del maligno,
sea retornada a las cárceles celestiales.
Y también te pido que expulses al demonio de mi vida,
tal como hiciste con Satanás.
Padre omnipotente que todo mal en mi contra,
que venga en manos del maligno,
no permitas que llegue a mi vida.
No permita que toque a mis hijos,
no permita que toque a mi pareja,
no permitas que toque a mi familia, ni hoy ni nunca.
Libérame de cualquier maldición,
o de cualquier trabajo que esté levantado
para dañar mi vida y corromper mi fe hacia ti.
Y hoy más que nunca creo en tus palabras,
creo en tus designios, así que no tendré más dudas,
y sé que con tu autoridad, libraré esta y miles de
batallas más contra el maligno.
Amén.
En qué consiste la guerra espiritual
Solo los verdaderos creyentes y seguidores del Padre y de Jesús, sabemos que la oración de guerra espiritual es la verdadera arma que tenemos para luchar, contra el maligno. En este tipo de plegarias debemos declarar en el nombre del Padre que expulsamos todos los males que nos rodean, y si quieres complementar tu oración, puedes hacerlo si lees el Salmo 91.