Isaías 61:1 – “El espíritu de Jehová el Señor está sobre mi”

Cuando escuchamos la palabra espíritu, lo más seguro es que pensemos que se trata de un ser maligno, un espíritu corrompedor o un muerto que vaga por las calles en forma de espíritu. Por lo contrario, Jehová nos habla en este versículo nombrando a un espíritu que es él mismo. “El espíritu de Jehová el Señor está sobre mi”.
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Teniendo en cuenta que los espíritus no son por obligación un espectro malo, existen espíritus que bajan de lo alto (cielo), espíritus de familiares y por su puesto las almas que vagan que son llamadas espíritus malignos. Conmemorando que los espíritus buenos son un don de Dios, ya que él le otorga el poder de razonar; aunque este proceso es usado de diversas formas.
No obstante, en este artículo te venimos a demostrar las grandezas del espíritu de Jehová que una vez se posó sobre ti. Este espíritu de Dios viene a animarnos y a darnos esas fuerzas de la que carecemos como humanos, para así poder anunciar su salvación a los que se encuentran perdidos en la oscuridad del pecado.
“El espíritu de Jehová el Señor está sobre mi”
Teniendo claro que el espíritu, en este caso, el espíritu del Señor que viene de lo alto, es algo positivo, nos detendremos a mostrar las buenas nuevas que trae el Espíritu del Señor. Al comienzo de este versículo, Isaías menciona que el espíritu de Jehová está sobre todos.
Si Dios envía un espíritu, es para que el guíe, en cierta medid, a nuestras obras. Ya que después se menciona que el señor a enviado a sus fieles a anunciar la salvación de los pecadores.
Alrededor del mundo, existen muchos creyentes, como ateos, y esa es la invitación que hace Isaías. Al poseer el espíritu del señor, se tendrá las fuerzas, así como las palabras y obras, para transformar a los incrédulos.
Y esa es la primera buena noticia, poseer el espíritu sagrado ya es ser privilegiado y si Dios te lo regala es porque confía en tu persona y en tus habilidades para predicar, sin importarle tus pecados y/o faltas, sino tu buena voluntad.
“Sana los corazones quebrantados, libera a los cautivos”
Sana los corazones de aquellos que sufren, solo con nombrar las grandezas de Dios y haciéndole saber cuan precioso y amado es por Jehová es posible sanar a los de corazones heridos. Tenemos por ejemplo al mismo Jesucristo quien con solo hablar con parábolas logró cambiar la mentalidad y el corazón de muchos incrédulos.
Por otra parte, la justicia divina tiene mucho más peso que la justicia del hombre, ya Dios dice en la biblia que nosotros no somos quien para juzgar al prójimo y menos para condenarlo y hacer uso de la venganza. En la actualidad, se comenten muchas injusticias y existen muchos cautivos a causa de extorsión e injusticia.
No obstante, eso es lo que Dios busca de su ungido, que libere a los cautivos de ese odio sin sentido, de las ganas de venganza ya que el único con el poder para juzgar es él y su hijo Jesucristo.
Espíritu que fortalece, acompaña y ayuda
Todo lo que viene de lo alto es bueno y el que lo recibe es dichoso. Ese espíritu tiene que mantenerse vivo en nuestro cuerpo para así ser un buen instrumento de Jehová, y mantenerlo vivo no significa dar limosna por darla, o asistir todos los días a la iglesia.
Significa mantener el espíritu vivo trabajando en pro al otro, demostrando la existencia de Dios y las proezas que realiza en tu vida con obras. El espíritu está posado sobre ti, por tanto, no te abandona, no te deja solo. Él te guía sin que te des cuenta, y aunque parezca que es invisible lo puede sentir cuando desees creer en él; este espíritu es más un don que ayuda y guía en días oscuro.
Cuando sientas que estas atrapado y no tiene salida, si ves que todo se soluciona no te olvides que de seguro el espíritu de Jehová te ayudó y, por supuesto, debes agradecerle. Primero a Dios por regalártelo y segundo a él por guiarte, acompañarte y ayudarte. Por eso Isaías dice: El espíritu del señor esta sobre nosotros y nos invita a anunciar la salvación a los débiles y pobres de corazón.