Salmo 91, Salmo 71 y Salmo 23, los mejores Salmos para la Protección
El libro de los Salmos que la Sagrada Biblia nos presenta, contiene las más especiales y poderosas oraciones que podamos ofrecerle a Dios. Y está colmada de 150 Salmos que incluyen lo que puede llamarse poesía religiosa, alabanzas o como comúnmente le llamamos oraciones. Conoce los Salmos 91, Salmo 71 y Salmo 23, los mejores salmos para la protección.
Siempre es necesario contar con la presencia de un ser supremo en nuestras vidas. Para que nos ayude a mantener la fe en aquello sobrenatural del mundo. Ya que nosotros como católicos entregamos nuestra devoción al Padre Celestial: Dios Todopoderoso. Y a través de las oraciones logramos conectarnos con Él, profesarle nuestro amor y a su vez pedirle reguardo.
Protección de Dios en los Salmos 91, 71 y 23
Buscar la perfecta protección de Dios, es afianzar nuestra fe como verdaderos católicos y permitir que nos regale sus bendiciones divinas. Esas que guarda para nosotros por ser sus hijos queridos y por obrar siempre el bien.
Aprendamos un poco más de la Biblia y oremos con estos salmos: Salmo 91, Salmo 71 y Salmo 23, los mejores Salmos para la Protección cuyo poder no tienen límites.
Morando bajo la sombra del Omnipotente.
El que habita al abrigo del Altísimo,
morará bajo la sombra del Omnipotente.
Que placer siente mi alma al saber que tu
sombra me acobija y protege de todo mal.
Por eso mi Amado Dios, eres mi esperanza y
mi apoyo en quien siempre confiaré.
Por favor líbrame oh Señor, del lazo del cazador, de la
peste destructora, del terror de la noche,
de la saeta que vuela de día, también de la pestilencia
que ande en la oscuridad, de la mortandad
que en medio del día destruya, por eso ningún mal
sobrevendrá ni plaga me tocará.
Junto a ti nada temeré. Además cúbreme con tus
plumas y resguárdame bajo tus alas,
porque allí estaré siempre seguro como un escudo
protector.
Asimismo envía tus ángeles a guardar mis caminos,
para que me tomen en sus brazos y ninguna
piedra me tropiece.
Te entrego mi amor y así también recibo el
tuyo. También invoco tu protección y sé que
responderás, porque en tiempos de angustia
me librarás y glorificarás. Sacia mi vida y
muéstrame la Salvación.
Oh Señor mío, socórreme y líbrame,
sé mi roca y mi fortaleza, eres mi esperanza y
mi seguridad, desde hace tantos años, desde
mi juventud.
Del vientre de mi madre, fuiste tú quien me
sacó y para ti siempre serán mis alabanzas.
No me dejes en mis tiempos de vejez,
no te alejes de mí, acude a mi socorro.
Mi boca publicará tu justicia y tus hechos de
salvación, en ti creo y en ti confío.
En mi Juventud me enseñaste y aún hoy
manifiesto tus maravillas ante el mundo.
Anuncia tu poder hasta la prosperidad,
aumenta mi grandeza y aunque muchas
angustias y males haya visto, tu siempre me
vuelves a consolar.
Te alabaré, tu verdad cantaré, mi lengua
hablará de ti y de tu justicia. Aun en mi vejes,
no me desampares.
Eres mi pastor y nada me faltará, en
delicados pastos me harás descansar,
junto a aguas de reposo me pastorearás.
Confortarás mi alma y por senderos de
justicia me guiarás.
No temeré a mal alguno, porque siempre
estás conmigo, tu vara y tu cayado aliento me
regalarán, en frente de mis angustiadores
aderezas mesa, unges con aceite mi cabeza y
rebosas mi copa de prosperidad.
El bien y la misericordia me seguirán todos
los días de mi vida y en tu casa Amado
Padre, moraré por largos días.
Amén.
Oraciones cargadas de protección y mucho amor
Si interiorizamos correctamente el contenido de estas oraciones, podemos sentir lo profundo de su mensaje. Ya que es la esencia misma de nuestro creador quien nos dice que no debemos temer a nada. Porque siempre estará de nuestro lado y que su misericordia guarda como regalo a nuestras vidas.
Amados y protegidos por Dios, así debemos sentirnos siempre y agradecer a las bondades que guarda para nosotros en muestra viva de ese profundo amor. Por eso permite que estas alabanzas te conecten más con Él. También siente su espíritu y obedece a las leyes de Dios para conseguir salvación y vida eterna en sus manos.