Salmo 91: Oración de la Biblia de Jerusalén ¡La oración más milagrosa!

En la Biblia reposan las más sagradas escrituras de las enseñanzas que Jesús nos dejó en su paso por la tierra. Está llena de relatos y pasajes de momentos especiales donde Jesucristo dejó su huella milagrosa. Grandes lecciones que aún en estos tiempos, después de tantos años, son realmente provechosas para nuestra vida. El Salmo 91: Oración de la Biblia de Jerusalén.
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Cuando sentimos la necesidad de pedir o agradecer algún caso especial a Dios, recurrimos a la oración. Conocemos el inmenso poder que tiene la oración, pues desde siempre los más importantes santos se mantenían constantemente en oración con Dios.
La oración más milagrosa tomada del Salmo 91
En la biblia también podemos conseguir una guía para orar a Dios. Es en este Salmo 91: Oración de la Biblia de Jerusalén. Y la más poderosa a Dios. Con mucha fuerza, para lograr lo que creamos imposible o inadmisible. Recordando siempre que Dios no concede favores que vayan en contra de sus leyes.
Milagroso Dios Todopoderoso. Oh mi Dios
Todopoderoso. Rey de los Cielos y de la
Tierra, Padre santo y celestial, redentor del
mundo y salvador de los hombres.
Hoy me encuentro aquí morando bajo la
sombra del omnipotente. Te digo en esta
oportunidad, que eres la esperanza mía,
mi castillo y mi morada bajo tu sombra,
mi Dios Misericordioso en quien siempre
confiaré.
Además habito bajo tu abrigo y me cobijo bajo
tu poder. Tú, Altísimo Señor, del lazo del
cazador me librarás, además de la peste destructora
me protegerás, porque con tus grandes alas
me cubrirás y con el plumaje de tu cuerpo me
acobijarás.
Entonces acurrucado allí en tu seno tibio y
cálido, reposaré en confianza de que nada
malo pasará.
Bajo tu mirada y tus fuertes brazos, no habrá
temor en la noche oscura, ni miedo a la
mortandad que me destruya, ni enfermedad ni
pestilencia, ni ataque ni batalla de la que no
pueda salir victorioso de tu mano.
Podrán caer ante mí, a mi lado, a mis pies,
más nada llegará a tocarme, porque tu manto
milagroso es como una coraza de hierro,
impenetrable, imposible de derrumbar.
Con tus ojos me mirarás y verás la
recompensa de los impíos.
Asimismo has traído a mi vida a Jesús,
mi esperanza y mi felicidad, ningún mal me
sobrevendrá, ni plaga me tocará, nada contra
mí, ni peste, ni enfermedad, ni tortura, ni
dolencia, ni escasez, ni debilidad, ni magia, ni
hechizo.
Igualmente haz de mandarme a cuidar con los
Ángeles, ellos guardarán mis caminos y
sus brazos me cargarán para que ninguna
piedra me tropiece ni interrumpa mi andar.
A ti invoco mi plegaria y sé que responderás,
en todo momento de angustia junto a mi lado
vas a estar.
Por favor glorifícame, libérame, dame larga vida y
muéstrame tu salvación.
Bendito eres en verdad mi Dios de paz y de
Amor, enaltezco tu nombre y glorifico tu
misericordia.
Para que arropes bajo tu sombra
a los sedientos de fe, también para que
muestres tus bendiciones a las criaturas del
mundo que desconocen de ti, y para que
abras corazones y los llenes de tu infinito
amor.
Finalmente protégeme siempre; a mí, a mi
casa, a mi familia, a mis amigos y a mis seres
queridos.
Por favor derrama bendiciones e instálate en mi
corazón, permite que el brillo de tu presencia
alumbre la oscuridad de los que me rodean.
Por último eres el camino, la verdad y la vida, no
concibo elegir otro rumbo que no sea el de tu
gloria, pues sé que mi obediencia y devoción
han de llevarme contigo al reino de los cielos
y a la vida eterna.
Amén
Este salmo te muestra el mejor modelo de oración
Este es solo un ejemplo de como implorar a Dios de su misericordia, apoya y sustenta esta información buscando en la Biblia este Salmo. Así que léelo con detenimiento varias veces, analiza cada palabra y reflexiona sobre su contenido.
Permite que Dios entre a tu vida y abra tu entendimiento. Que puedas adaptar esta maravillosa oración al momento de dificultad que estés pasando y cuando logres ordenar tus ideas. Entra en profunda oración recitándola diariamente para obtener lo que deseas como muestra de verdadera fe y devoción.