Oración jaculatoria poderosa para la medalla milagrosa

Con esta ferviente oración se cree que el poder fuerte del espíritu y la misericordia pueden llegar a la Medalla Milagrosa; para cumplir nuestras peticiones. Siendo esta la medalla con más poder en todo el mundo, a quien podemos confiar completamente nuestra fe.
Hermosa oración jaculatoria de la Virgen de la medalla milagrosa
Esta oración se usará para pedir algo que se quiere desde el fondo de nuestro corazón, por medio de la intersección de la Virgen de la medalla de la milagrosa. Hazlo de la siguiente manera:
¡Poderosa medalla milagrosa!
Tú que sabes interceder
por todos los seres humanos
que confían en tu gracia.
Bienaventurada
eres por permitirme
hacer una oración en tu
Santo Nombre en este día.
Agradezco por cuidarme y ser mi guía
en todos los momentos de la vida.
Por corregir mis imperfecciones e
interceder por mis pecados
cuando cometo muchos errores.
Pero eres tan Misericordiosa Medalla Milagrosa,
que allí sigues cuidándome y
perdonándome cada vez que lo necesito.
Por eso, en este momento,
antes de rogarte, alabarte o pedirte,
¡Debo estar infinitamente agradecido!
Tú que me ayudas en todo momento
y a cualquier hora,
protegiéndome del mal que rodea el mundo.
¡A tu lado siempre me siento seguro!
Honorable, Medalla Milagrosa,
permíteme tener la madurez
para superar cualquier situación
que se vuelva obstáculo en mi vida.
¡Ayúdame preciosa, Medalla Milagrosa!
A mantener la fortaleza
cuando la crea perdida.
De igual manera ayúdame
a mantenme firme,
cuando mis rodillas quieran
doblegarse ante el mal.
Enséñame el buen camino
lejos de la oscuridad.
Preciosa Medalla Milagrosa, te ruego
que siempre te encargues del control
sobre las decisiones más importantes de mi vida.
Entrégame una segunda oportunidad
cuando más la necesito.
Líbrame de todo mal
que puede estar acechándome.
Entrégame la fuerza cuando sienta
que ya no puedo más.
¡Te suplico que me ayudes a salir adelante!
Sobre todo cuando necesito el valor
para superar mis miedos.
Antes que nada te pido sabiduría,
para saber en qué situaciones
puedo hacer algo y en cuáles no.
Asimismo, te pido
¡Por favor, poderosa Medalla Milagrosa!
El suficiente entendimiento para
comprender la necedad de otras personas.
Gracias, hermosa Medalla Milagrosa,
por todo lo que día a día,
haces por mí.
¡Oh, Medalla Milagrosa!
Te suplico que hagas de mí
una buena persona.
Que ayudes a mis amigos y familiares
siempre que puedas.
Ayúdalos también a ellos,
en caso de que tengan un problema,
o que no sepan cómo actuar para enfrentarlos.
¡Socórreme amada Medalla Milagrosa!
Con el milagro que tanto pido y protégeme
en el camino a conseguir lo que más quiero.
Medalla Milagrosa, tienes el poder
de cambiar lo que yo no puedo cambiar.
Además, saber cuándo las cosas no son para mí.
Por eso te pido la guía
que me puedas dar,
para conseguir cuál
es el camino correcto.
¡Enséñame, por favor!
A vivir un día a la vez para así conseguir
la felicidad en pequeños momentos.
Sublime y poderosa Medalla Milagrosa,
gracias por la oportunidad de estar protegido
con tu gran poder todos los días.
Porque hoy puedo despertar,
y ver la inmensidad del cielo.
También la hermosura de la naturaleza,
que me recuerda que tengo
una oportunidad nueva de vida.
¡Te suplico, Medalla Milagrosa!
Que me ayudes a tener la presencia divina,
del Espíritu Santo y de la Santísima Trinidad,
obrando sobre ella.
Otorgándome de tal manera los dones,
que me servirán para
mejorar y ayudar a otros.
Que mi alma se vuelva noble,
digna del amor que nos tiene nuestro Dios,
para así acercarnos
y obrar en el bien cada vez más.
De tal manera que nuestro corazón
se vuelva tan grande como el infinito,
y así poder compartir el amor
de la Medalla Milagrosa con otros.
Gracias, querida y amada Medalla Milagrosa,
por otorgarme estas bendiciones y oportunidad
de realizar oraciones en tu santo nombre.
Por protegerme y permitirme llevarte
siempre conmigo.
Amén.
¿Qué favores se le encomiendan a la medalla milagrosa?
Los milagros de la medalla milagrosa se conocen desde 1851 y son encomendadas las necesidades básicamente, las que requieren fortaleza y gracia. Por ello se recibe por medio de las oraciones y teniendo el colgante la paz y alegría para todos los días.