Oración efectiva a Nuestro Padre Jesús del gran poder

Dios envió a su hijo Jesucristo a morir por los pecados, en el madero de la cruz. Es por ello que Él, se convirtió en nuestro salvador. Ya que lo dice en su palabra en Isaías 53, 7. Se llevó como cordero al matadero. Pero puedes confiar un deseo a Jesús y pedir que te muestre el camino correcto.
Oración a nuestro Señor Jesucristo
Jesucristo es la demostración más grande amor que podemos conocer. Porque, sin merecerlo, dio su vida por cada uno de nosotros. Además, lo hizo con el más profundo y sincero sentimiento. Es por ello, que debemos abrirle nuestro corazón y aceptarlo como el Señor y Salvador.
Bendito Dios, en este momento yo te quiero
dar gracias por las bendiciones que Tú
me regalas día a día, tanto a mí, como
a mi familia.
Yo te agradezco por tu amor y misericordia.
Porque es por ella, que puedo disfrutar,
de un nuevo día de vida. Contemplando
esa naturaleza preciosa que nos brindas.
Perdóname por las ofensas que he cometido
contra ti. Perdón por mis iniquidades y por
aquello que he hecho, que he borrado de mi
memoria y eso ha ocasionado, que me haya
alejado de tu presencia.
Disculpa, nuestra falta de humanidad y
sensibilidad, ante las situaciones y las
necesidades de mi prójimo. En este momento
quiero que Tú, me permitas tener un corazón
dispuesto a servir y ayudar a tantas
personas que lo necesitan.
Yo te alabo y bendigo, Dios de Israel, ya que Tú,
eres grande, poderoso, y tu misericordia, no
tiene fin. Pues aún sin merecerlo, viniste a la
tierra y te sacrificaste, en el madero de la
cruz, para lavar todos nuestros pecados.
Señor Jesús, tu poder y gloria son tan grandes
que el enemigo huye de tu presencia, y con
una sola de tus palabras, hasta la muerte
es vencida. Por eso yo te exalto, mi Dios.
Padre amado, en este momento, yo reconozco
que sin ti, no somos nada y Tú, nos das
el poder de salir, más que vencedores de
cualquier prueba o tribulación.
Porque, en ti, encontramos la confianza
y fortaleza de luchar con todo aquello, que
venga en contra y quiera hacernos daño.
Pero sabemos que Tú, pelearas
la batalla por nosotros.
Gracias, ya que por medio tu sacrificio,
podemos estar ante la presencia de
nuestro Dios omnipotente. Puesto que
como dice tu palabra, nadie llega al Padre,
si no es a través de ti.
Señor, conoces nuestros corazones y no
haces distensión de personas. Nos miras
con el mismo amor y misericordia y nos
tratas a todos por igual.
Yo te alabo, te bendigo y te glorifico, porque
estoy seguro de que Tú, tomarás el control
de mi vida y de la de las personas que amo.
Y juntos podremos lograr grandes cosas,
porque Tú, estás conmigo.
Yo te entrego mi alma por completo y te pido
que seas Tú, guiando cada uno de mis pasos.
No permitas que mis ojos y mi corazón
se corrompan con las tentaciones de este mundo.
Que mi vida entera sea de testimonio, de tu
gran amor y que yo te glorifique en cada
momento. Que no me quede en palabras, sino
que más bien demuestre mi afecto con hechos.
Muchas gracias, por toda la paciencia que
has tenido conmigo, hasta el día de hoy.
Ayúdame a siempre estar junto a ti, y no
separarme nunca de ti. Te lo pido, en el
bendito nombre de tu Hijo Jesús.
Amén.
Jesús es nuestro intercesor ante el Padre
Al morir en la cruz y luego resucitar, para volver al Creador. Jesús se convirtió en el puente entre la humanidad y Dios. Es por ello que en la biblia se lee que, ‘Nadie llega al Padre, si no es por mí’ en el evangelio de Juan 14, 6. En tal sentido, al orar al Señor para pedir un favor, es lo mismo que hacerlo a Cristo.