Oración poderosa de la Biblia contra enemigos visibles e invisibles

Oracion poderosa de la Biblia contra enemigos visibles e invisibles

La oración es el arma más efectiva contra nuestros enemigos, ya sean terrenales o espirituales, por tal motivo, es muy importante mantener una ferviente comunicación con Dios para que así él sea nuestro Escudo y Fortaleza en los momentos más difíciles de nuestra vida.

https://www.youtube.com/watch?v=ASRNeN-9h3o

Índice()
  1. Qué oración existe en la Biblia contra enemigos visibles e invisibles
  2. Como sé que Dios escuchó mi oración

Qué oración existe en la Biblia contra enemigos visibles e invisibles

En la biblia podemos encontrar diferentes referencias bíblicas de oración de protección contra nuestros enemigos, la cita más famosa la podemos leer en Salmos, Capítulo 54, donde David clama por protección, ya que se encontraba siendo acechado por Saúl, pero clamo a Dios y el vino a socorrerlo.

Amado Padre Celestial,

en estos momentos me postro ante tu presencia

para agradecerte por tu gran misericordia,

gracias por tu bondad e infinitas bendiciones,

las cuales me concedes aún sin merecerlas.

 

Te pido perdón por todas mis transgresiones

con las cuales te he ofendido,

perdón por mis malos pensamientos e iniquidades,

haz de mí una persona sumisa a tu voluntad

para así poder agradarte cada día.

 

Amado Dios,

en estos momentos te pido que intercedas

en mi ayuda y veas la angustia que mi corazón

carga y vengas a mi pronto auxilio, ya que hay

personas que desean mi mal y no sé cómo

enfrentarlos.

 

Por eso recurro a ti que eres mi

escudo y mi roca fuerte,

mi Dios, a quien temeré

contigo a mi lado.

 

Tú, Señor, mi Dios, me proteges como roca

fuerte y debajo de tus alas estaré seguro, por el

hecho de que por tu mano todos mis transgresores

perecerán y su mal se apartara delante de mí,

porque como escudo protector es tu palabra.

 

Oh, mi Dios poderoso,

protégeme de todos mis enemigos y de aquellas

personas que procuran mi mal, que sean alejados

de mi presencia por la gracia de tu Hijo amado

Jesucristo, el cual cargo todos mis pecados y

angustias en el madero de la cruz.

 

presento mi corazon y mi vida entera, me rindo a tus pies

Y es por causa de su sangre preciosa

que me declaro libre de toda angustia y

preocupación, ya que no habrá enemigo ni hueste

alguno que pueda atacarme, porque mi refugio

eres Tú, Señor Jesús, y al morir en la cruz por mí

me otorgas el perdón de todos mis pecados.

 

Por eso en este momento te pido, que me cubras

con tu sangre preciosa y me concedas el poder

de echar fuera de mí todo aquello que pueda

atormentarme y robarme la paz, que todos mis enemigos

sean atados en el nombre poderoso de Jesús y que ningún

pensamiento de maldad puedan levantar contra mí.

 

En este momento ato en el nombre de Jesús

todo aquello que mis enemigos ocultos están organizando

contra mí, ya sea terrenal o espiritual, y los envió a lugares

áridos y secos donde no puedan proceder, ni contra mí ni

contra ninguno de tus siervos.

 

En tus manos presento toda mi familia y

seres queridos, que la bendición que me

otorgas a mí también los alcance a ellos

para que puedan permanecer seguros debajo

de tu mano y que todo aquello que no provenga

de ti pueda tocarlos.

 

Que sean tus ángeles protectores cuidándolos

de todo mal y peligro para que mi espíritu

pueda estar en paz.

 

En tus manos, Señor Jesús, presentó mi corazón

y mi vida entera, me rindo a tus pies con la esperanza

de que después de la prueba renaceré en un espíritu

nuevo y digno de tu presencia y teniendo la certeza de

que aun en la intimidad de mis pensamientos,

Tú estás conmigo.

 

Gracias, Señor Jesús, por escuchar mi clamor

y concederme la confianza de que estás aquí,

porque Tú mismo dices en tu palabra clama a mí

y yo te responderé, por eso estoy seguro de

que tu respuesta a mi oración pronto llegará,

en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

 

Amén.

Como sé que Dios escuchó mi oración

Debemos clamar a Dios con la Fe de que él escuchara nuestras oraciones, aunque no lo podamos ver ni sentir, Él estará presente. En la Biblia podemos encontrar diferentes citas que nos dan la certeza que él escucha nuestro clamor, una de ellas es 1 de Juan 5, 14.

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