Oración poderosa para pedir a la virgen de Guadalupe por mis hijos. ¡Ayúdalos!

oracion poderosa para pedir la virgen guadalupe por mis hijos

En esta oportunidad, te entregamos una oración poderosa para pedir a la virgen de Guadalupe por nuestros hijos. Ellos representan el sentido más grande de abnegación, es por amor a ellos que realizamos nobles sacrificios.

Elevemos una oración poderosa a la santísima virgen de Guadalupe cuando sintamos que nuestros hijos están acechados por el peligro, cuando están enrumbadas por el mal camino, así como también cuando los veamos caer y no puedan levantaré.

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Ora con fe. Ella los librará de los peligros, así como salvó a los marineros de su naufragio en una demostración de su fuerza y de su amor por nosotros en la Tierra.

Debemos rezar con convicción y colocar en su regazo a nuestros hijos, para que con su manto protector los guíe y aparte de los peligros, de los obstáculos y ponga en su camino el éxito y la felicidad.

Índice()
  1. Oración poderosa para pedir a la virgen de Guadalupe por mis hijos
  2. El amor a los hijos

Oración poderosa para pedir a la virgen de Guadalupe por mis hijos

Los hijos son nuestro tesoro más preciado. Entreguémosle en oración a la virgen de Guadalupe su protección.

Hagámoslo con la certeza de que nuestra santa madre los protegerá de todos los peligros que le aguardan en esta vida terrenal y efímera.

Oh santa virgen de Guadalupe.

En este pasaje de la vida, te damos gracias

por traernos hasta aquí.

Agradecemos al Dios padre todopoderoso

por colocarte en nuestro camino.

 

Queremos pedirte hoy desde nuestro corazón,

convencidos que escucharas este rezo,

en este momento de angustia que agobia y duele.

 

Te pedimos santa madre que perdones nuestras faltas,

si en algún momento ofendimos,

libra nuestros corazones de culpa.

En nombre de la santísima

trinidad sálvanos con tu bondad.

 

Danos la fuerza para rezarte hoy santa madre,

en nombre de mi hijo y de todos los hijos,

para que su camino se llene de gracia

y se libere de espinas.

 

Conocemos de tu compasión,

eres la santa madre misericordiosa

que escucha el corazón de las madres sufridas.

 

Nos arrodillamos ante ti con humildad

para que nuestros hijos sean alcanzados por tu bondad

y apartes de su corazón la crueldad y la inconformidad.

 

Llénalos madre de amor y dicha,

enséñale que el prójimo es su hermano y debe amarlo.

Déjalos encontrar la verdad y la piedad,

te rogamos para que lo apartes del mal camino.

 

Ciertamente hoy que este mundo

está lleno de plagas y de vicios,

que llevan a la perdición y al abismo a nuestros hijos,

te ruego por mi hijo (nombre de la persona),

que hoy se siente encerrado y perdido.

por tanto ya no eres siervo sino hijo

Que no encuentra el camino para superar

los males que agobian su alma.

Te lo entrego ¡Oh venerada madre!

Apártalo del mal, apártalo de la perversión.

 

Devuélvele la sonrisa, llena su corazón de alegrías,

cuídalo en las noches oscuras,

protégelo de los malos pensamientos y

aparta de su camino a los pérfidos, a los hijos del mal.

 

Madre santísima vigila y guía sus actos,

asimismo, no te apartes de su lado,

que tu mano señale el camino del bien.

Tu puedes madre, tu corazón es grande.

 

Ciertamente ¡Santa virgen de Guadalupe!

Tú que entiendes mi suplica y el de todas las madres,

calma este sufrimiento y

concédeme la dicha de ver a mi hijo feliz.

 

Asimismo te pido que alcance

todas sus metas y el amor viva en él.

Ademas, que su corazón sea piadoso,

permite que ame al prójimo como lo pide el Dios padre

y que sus sacrificios se conviertan en abundancia.

 

Finalmente oh santa madre,

por él es mi plegaria,

tu eres la madre de Dios hijo,

por él sufriste y padeciste.

 

Por eso madre virgen,

sé que escuchas esta suplica.

Perdona nuestras faltas y

danos tu bendición

y concédenos nuestras peticiones.

 

¡Amén!

El amor a los hijos

Tener un hijo en este mundo tan perdido, no es una tarea fácil. Cada día se complican las posibilidades de verlos crecer sanos y felices, pero nuestros esfuerzos deben ser cada vez mayores.

Debemos salir a trabajar para obtener el sustento. No obstante, a veces nos toca dejarlos solos en casa o en lugares que pueden representar peligros. Por supuesto, todas estas adversidades nos preocupan y abarcan gran parte de nuestros pensamientos.

Debemos reflexionar constantemente de cómo estamos asumiendo la tarea de crianza. Llevar a nuestros hijos por el buen camino es acercarlos a Dios. Él no nos fallará

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