Oración a la Virgen de Guadalupe ¡Dulce madre, no te alejes!
Aprende esta hermosa Oración a la Virgen de Guadalupe ¡Dulce madre, no te alejes! en la que podrás agradecer por cada uno de sus milagros y pedirle que no se aleje de tu vida. Son muchos los milagros que se conocen de la Virgen de Guadalupe, y es por esta misma razón que cada día más personas confían en su gran poder.
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Te invitamos a que cada día tomes unos minutos para rezar a la Virgen de Guadalupe, así no tengas nada para pedir simplemente agradece porque siempre se encuentra a tu lado, cuidando que no haga falta nada en tu vida. Ten confianza en su poder, y verás como en tu vida nunca más faltara nada, todo lo que buscamos es otorgado por ella.
La oración dedicada a la Virgen de Guadalupe ¡Dulce madre, no te alejes!
Recita cada día esta hermosa oración para la Virgen de Guadalupe, y consigue que tu vida se encuentre siempre colmada de bendiciones y prosperidad de parte de ella. Confía en ella y verás grandes cambios y bendiciones en tu vida.
Amada Virgen de Guadalupe,
hoy te ruego que
nunca me desampares.
Que siempre estés junto a mí para
superar cada uno de los problemas que
deba enfrentar en mi vida.
Eres el perfil perfecto de la
misericordia y el grandioso
amor verdadero de Dios.
Tú que cada día me resguardas de
la maldad y jamás me has desamparado
en los tiempos difíciles.
Sagrada virgen de Guadalupe, perdona cada
una de mis ofensas y permíteme
disfrutar del Reino de Dios.
Para que vivamos por el resto de
la vida junto a él, tu que
eres capaz de perdonar todos
mis pecados sin reproches.
Virgen de Guadalupe, te doy
las gracias hoy por
todos los grandes favores que
has hecho en mi vida y
los milagros que me has entregado.
Asimismo te pido
perdón por los pecados que he cometido.
Te ruego que veles mi salud
en todo momento y
no admitas que las enfermedades me afecten.
Sé que puedo encontrarme débil en
algunos momentos, y
es cuando más ayuda necesito de ti.
Solo a ti debo toda mi gratitud,
por nunca dejarme
en momentos de penurias.
Y ofrecerme siempre la conciencia
necesaria para encontrar las soluciones
más apropiadas.
Nunca me has dejado solo, siempre
te has encontrado a
mi lado para superar cada una de
las batallas en mi camino.
Yo aquí de rodillas te prometo que jamás
caeré en la tentación, nunca
pensare en hacerles
daño a mis enemigos, pues yo
los perdono como tú lo haces conmigo.
Sé que ellos pagaran todo el daño que
me han hecho, y que en la justicia
divina no debo obrar yo.
Mi vida ha sido bendecida y de prosperidad,
siempre encuentro la solución a
cada problema en los
momentos oportunos y por eso te
agradezco hoy solo a ti.
Porque todo eso te lo debo solo a ti,
por bendecirme y cuidarme
en cada uno de los días de mi vida.
Nunca te alejes de mi lado,
pues eres mi protección
segura y solo en ti encuentro
un refugio seguro.
Sigue brindándome cada día la
satisfacción de saber que
mi vida es perfecta y bendecida por ti.
Gracias por mostrarme que no
debo alejarme de Dios y de ti
por las cosas del mundo.
Gracias por alejarme
de las cosas materiales que al final
no son más que objetos
que no me conducen a nada bueno.
Te doy gracias por mostrarme el camino correcto
hacia el que debo transitar, por
mostrarme cada día la vía
que debo seguir para que mi
vida sea plena y feliz.
Cada día me acerco más al reino de
Dios y es gracias a ti.
Solo a ti te debo todo lo que soy
y todo lo que tengo.
Amén.
Roguemos por la protección de nuestra divina madre
Encontrar en nuestra vida la protección divina no es complicado, solo es necesario confiar en el gran poder que tiene la Virgen de Guadalupe, y confiar que nuestras vidas siempre se encontraran protegidas por ella. Cuando entregamos nuestras vidas a Dios y la Virgen de Guadalupe, encontraremos la salvación y la felicidad eterna, además de que entraremos al reino de Dios y seremos salvados del purgatorio.