Poderosa oración de protección para mi negocio ¡Tráeme prosperidad!
Orar por todo lo que Dios nos ha entregado es necesario; por ejemplo por el esposo, los hijos, la casa, el carro. Dar gracias por ellos y bendecirlos es importante. En este caso nuestro negocio también debe ser cubierto por la sangre de Cristo para que sea bendito y crezca en gran manera, por eso tenemos una poderosa oración de protección para tu negocio y Dios los prospere.
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Sin duda, para que Dios cuide nuestros negocios, los mismos se deben ser llevados a la presencia de Dios. Nada de lo que se ha obtenido a lo largo de la vida fue solo gracias a nosotros, sino gracias al padre celestial que así lo permitió. Él está interesado en bendecirlo y protegerlo, solo debemos pedírselo y así será.
Poderosa oración de protección para mi negocio
En efecto, Dios promete en su palabra protegernos de las asechanzas de satanás y la protección incluye todo, hasta nuestro negocio. Por eso, debemos solo confiar en que este se encuentra a salvo. En realidad, muchas personas prosperan porque han entendido el valor del dar.
Es un principio bíblico dar el diezmo y la ofrenda. Dios promete abrir las ventanas de los cielos hasta que sobreabunden, a quien diezma, este es el secreto de la prosperidad. No obstante, repite esta oración de protección para tu negocio:
Padre del cielo y tierra,
en ti confío.
Eres mi sustento y
mi proveedor.
Sé que todo lo que tengo
es por ti y para ti.
Por eso, hoy pongo en
tus manos mi negocio.
Con todo, oro por
el negocio que
tú me diste
y en el que me has puesto
como administrador.
Entiendo que tú, amado Dios,
bendices a las personas que cumplen
con el mandamiento de diezmar
y ofrendar con amor.
Por eso, saca de mi mente,
todo aquello que
impide mi prosperidad.
Dice tú preciosa palabra,
en Malaquías 3:10,
que todo se nos
multiplicará en gran manera
y yo quiero ser
un fiel diezmador.
Además, entiendo
el principio de ofrendar.
No obstante, sé que esto
traerá protección
sobre mi negocio y
gran bendición.
Quiero que tú, Dios,
me ayudes a administrar
el dinero de mi negocio,
para saber en
qué invertir y en qué no.
Sobre todo, anhelo que
el Espíritu Santo
sea mi guía.
Así como multiplicaste
los panes y los peces,
anhelo que multipliques
las finanzas de mi negocio.
Que todo produzca ganancias,
porque tengo
un Dios grande.
Tengo fe en que tú traerás
prosperidad a mi vida,
a través de mi negocio.
Dame sabiduría, Dios,
para trabajar mi negocio.
Además, que cada cosa
que haga en él,
dé fruto.
Asimismo, que vengan
clientes al negocio,
en cantidades.
También te pido que
las personas nos prefieran
porque tú, Dios, pones gracia.
Con todo, declaro la
sangre de Cristo
sobre mi negocio,
esa sangre que protege,
guarda y bendice.
Creo que, en tu nombre, Jesús,
mi negocio crece y se expande.
Todo porque el Dios del cielo,
dueño del mundo,
es quien dirige cada
espacio del negocio
y guarda sus finanzas.
Sé Dios, que tú eres el
dueño del oro y la plata.
Tú sabes qué necesito
en mi vida y qué no.
Tú Dios, eres el que enriquece,
así que confió en ti.
Sin duda, mi negocio
te pertenece.
Sé que es por ti
que tengo todo lo que
tengo hoy en día.
En consecuencia, nada malo podrá
tocar mi negocio,
en el nombre de Jesús
declaro que tú Dios lo guardas.
En efecto, ningún tipo de maldición
puede entrar en él
y aunque el diablo ande
como león rugiente
buscando qué devorar.
No atacará en nada
a mi negocio.
Desde ahora, mi negocio
es de bendición para mí,
para mi familia
y para todo aquel
que entre en él.
Además, con él y las ganancias
puedo bendecir a otros,
así como tú, Dios,
me has bendecido.
Sin duda, la bendición que
enriquece y no
añade tristeza
es la que está
sobre mí y mi negocio.
En resumen,
Dios eres fiel.
Pido todo esto
en el nombre de Jesús.
Amén.
Dios es el proveedor
Sin duda, Dios es bueno y nos da en abundancia, su amor es incondicional y también quiere que prosperemos en dinero, finanzas, bienes. Asimismo, Dios es experto en bendecir en todas las áreas, así que nuestro negocio es una de las cosas que también va a bendecir y se encargará de proteger. Finalmente, Dios bendice a quienes le bendicen, es nuestro proveedor, por ende, la prosperidad del creador de los cielos está en ti y en tu negocio.