Oración de súplica y ruego a Dios ¡Perdona mis pecados!

Como seres humanos tomamos malas decisiones que, como resultado trae consecuencias; además, a veces ofendemos a Dios, e incluso actuamos contra nosotros mismos. Sin embargo, en su infinita misericordia, está presto a escuchar nuestra oración de súplica y ruego a Dios. Él nos da la oportunidad de arrepentirnos.
https://www.youtube.com/watch?v=_9qYHLPjCDo
Ese sentimiento de culpa debido a nuestros errores, el saber que actuamos de la manera incorrecta, a veces nos hace sentir deprimidos y abatidos. Pero Dios nos brinda una nueva oportunidad de arrepentirnos mientras cambiemos ese camino.
Oración de súplica y ruego a Dios
Nuestro padre siempre quiere lo mejor para sus hijos, es por eso que por medio de esta oración se abrirán las puertas de bendición y el Señor suplirá todo lo necesario.
Dios mío, eres justo y poderoso;
reconozco que he fallado;
no he sido recto delante
de tus ojos, vi el obstáculos,
más aun así tropecé y caí.
Por lo tanto, rindo
mi corazón delante de ti
en señal de humillación.
Bendito Señor, Dios recto y de orden;
confieso que he pecado, he transgredido
tu santo nombre, con mis acciones
me he burlado de tu infinita bondad.
No debí
cometer tal hecho, pero lo hice,
y ahora me arrepiento.
En este momento, Padre amado,
te pido perdón;
perdóname por todos
mis pecados e infidelidades.
Asimismo, borra mis rebeldías,
porque son razón de vergüenza;
imploro quites de mí toda
maquinación de maldad.
Señor, como consecuencia
de mis pecados estoy
sufriendo; mi alma está triste porque
sé que te he fallado en gran manera.
Además de ser herramienta del
enemigo para que otros pequen contra ti.
Santo de Israel, me dirijo ante
ti porque en ti confío;
mírame y ten piedad de mi ser.
No dejes que el
devorador me consuma y
me deje abatido en el suelo.
Eres un Dios piadoso y amoroso,
tardo en airarse.
Dios, glorioso Padre; acepto
que debido a mis
rebeliones tengo lo que merezco,
más no permitas que
mi fe decaiga por esa razón.
Asimismo, te ruego que
permanezcas junto a mí, porque
tu gracia soy salvo.
Fortaleza mía además de Salvador;
ayúdame a ser
sabio en mi caminar.
Asimismo, enséñame a ser
prudente y diligente con las
cosas que te agrada.
En primer lugar, quiero ser de tu agrado,
sin mancilla. Dios todopoderoso,
eres el Creador de todo; por esta
razón, hazme de nuevo.
Quiero
ser nueva criatura, ya
que esta no me permite
adorarte como mereces.
he pecado muchas veces,
por consiguiente he sufrido.
Espíritu Santo, eres el que
habita dentro de mí; por lo
tanto conoces los deseos
que hay en mi corazón.
Además ruego que quites de mí
todo lo que no te agrada;
asimismo llena mi ser de tu
amor y sabiduría.
Bendito Jesús, manifiesto delante
de ti lo avergonzado
que estoy; como consecuencia
de mi pecado he sufrido
y padecido de incontables tormentas,
ten piedad de mí.
Defiéndeme delante del Padre
aunque probablemente
no lo merezca.
Padre Eterno, bueno y poderoso;
debido a mis pecados
me he apartado de ti,
dejando a un lado tus obras.
He dejado de hablar contigo,
he sido cruel con otros a
pesar de todo el amor incondicional
que muchos me han manifestado.
Finalmente, oh Dios, quiero agradecerte
porque a pesar de ser un pecador,
aún así me amas y quieres lo
mejor para mí; gracias por perdonarme.
Y además de ello, darme paz,
por eso te adoraré por siempre.
Amén.
Dios da una oportunidad de cambiar
Al comienzo de nuestras dificultades, durante las pruebas, y al final de ellas, siempre debemos pedirle a Dios dirección y que sea Él nuestro guía, porque por pensar que nosotros solos podemos hacer las cosas es que fallamos. Es inevitable pecar, ya que somos carne; pero siempre es bueno reconocer nuestros errores realizando una oración de súplica y ruego a Dios para que perdone nuestros pecados, nos rescate de lo malo y nos limpie de todo lo que ensucia nuestra alma.
A Dios le agrada el corazón de los que le temen; además, siempre quiere lo mejor para nosotros. Es por esta razón que siempre debemos pedirle que se haga su voluntad y no la nuestra; sus pensamientos son mucho más grandes que los nuestros.