Poderosa oración a Yemayá para que te vaya bien en los negocios
Yemayá, Diosa de la feminidad, de la mar, multiplicadora de los peces, potente Orisha. Es invocada de manera matutina para solicitar su protección y desearle buenos días al Orisha. Las palabras a Yemayá son ofrendas, tributos a la bondad de su corazón. Por esto, les traemos la poderosa oración a Yemayá para que te vaya bien en los negocios.
Yemayá, deidad Yuruba, se dice que fue la primera mujer de la creación, siendo la madre de todos los hijos que habitan en la Tierra. También es el origen primario de todas las cosas y de todos los Orishas. Además es la más comprensivas de los orishas para todos los humanos.
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Oración a Yemayá para que te vaya bien en los negocios
Yemayá es el nombre de la madre naturaleza, es el útero originario de la vida en la Tierra. Tiene su casa en el agua poderosa, que por eso al danzarle se asemeja a las olas del mar.
Oh mi Orisha,
madre de las madres,
madre de los peces
y fuente de los manantiales.
Oh mi diosa Yemayá,
dueña de los ríos, en
donde viven los peces,
también traes bienestar
en cardúmenes,
y traes prosperidad y sabiduría.
Porque eres tú
madre Yemayá
la que recibes entre sus entrañas
a la creación.
También Madre y Señora,
aliento de la vida,
por eso eres bienestar
y prosperidad.
Yemayá, Yemayá,
Diosa de la Fertilidad,
que todo sobre y nada falte.
Además eres la madre
entre todas las madres,
tienes tú casa en el mar y la sal
son las flores de la prosperidad,
señora multiplicadora de los peces.
Yemayá, Yemayá,
manantial de las aguas
que la prosperidad no cese de fluir
porque eres Diosa de la prosperidad.
Mientras tanto los
ríos te cantan Yemayá,
los mares te cantan,
las selvas también te cantan,
y los pueblos te cantamos Yemayá.
En oración te pedimos
que nunca dejes de fluir
la fertilidad y que
tampoco nunca en mi negocio
se pierda la prosperidad.
Oh Yemayá, Yemayá,
danos salud, danos prosperidad,
para que la vida nunca pierda
su vaivén marino,
que la vida nunca se detenga,
y que el bienestar nunca se acabe.
Además Yemayá, Yemayá,
no permitas que las penurias
se apoderen de nuestros corazones,
amansa la maldad.
Yemayá, Yemayá,
contra la miseria
y los miserables
dales con la felicidad.
Igualmente Diosa
de morada en el mar.
Recibe este canto
que es una oración
para que nunca me falte
alimento, salud, amor o dinero.
Oh Yemayá, mi diosa fértil
has que siempre tenga
unas fuerzas infinitas
de seguir adelante
con mi vida.
Oh mi grandiosa, gloriosa,
amada y madre.
Útero de la vida y de todas
las cosas que poseen vida,
que nunca me aparte de ti,
que nunca me falte nada.
Porque Yemayá, Yemayá,
en ti irradia la luz del poder.
dame el poder de tu luz.
Para que nunca terminen
los días de prosperidad
y si no han comenzado,
abre el manantial
por el que fluya.
Asimismo Yemayá,
ahoga los temores,
la mala suerte, la
miseria y los miserables.
Diosa de la Mar,
de la fecundidad,
y diosa de la prosperidad.
Mientras tanto Madre
del mar, madre de la creación,
respiramos profundamente
tu bienestar como el
universo respira la luz celestial.
El curso de los tiempos
penetra en nuestras vidas.
Finalmente Yemayá, Yemayá
por la infinita extensión del agua
por favor socorre nuestras miserias,
y también danos bienestar.
Porque Yemayá, Yemayá
todo es calor,
y todo nos reconforta,
todo es bienestar.
Haz que en nuestro negocio
perdure el placer
y la prosperidad.
Amén.
¿Cómo dirigirse a Yemayá?
A Yemayá debemos dirigirnos con la poderosa oración a Yemayá para que te vaya bien en los negocios. Además debe ser con profundo amor y llenos de ternura. Recordar que como cuando éramos niños, nos dirigíamos a nuestra madre en búsqueda de protección. También debemos tener presente que Yemayá siempre nos comprenderá, porque no conoce el egoísmo y la miseria. Porque es capaz de comprender a todos los hombres, los peces y las flores y su aliento es el aroma de la vida plena.
Asimismo que nunca falten las palabras para Yemayá, así nunca faltará la prosperidad, la salud, el bienestar, la armonía. Ya que Yemayá siempre te comprenderá, háblale, cántale, ruégale; que suyo es el reino de la dicha y los dichosos que la conozcan.