Poderosa oración de Sanidad y Liberación en el nombre de Jesús
Jesús es nuestro salvador y por su nombre podemos ser libres de todas las ataduras que arrastramos del pasado. Él tiene el poder de perdonarnos y darnos la salvación que tanto anhelamos. En tal sentido, se recomienda orar para sanación o liberación por la Sangre de Cristo, ya que es el camino a seguir.
Oración a Jesús por nuestra sanidad y liberación
En ocasiones, solemos preguntarnos el por qué a veces no logramos tener éxito en los proyectos o porque nos va tan mal en algún aspecto de nuestra vida. Una respuesta posible es que puede ser, que carguemos con cadenas del pasado, las cuales debemos romper.
Señor Jesús, en esta hora me rindo ante ti,
primero para darte agradecerte por todo
lo que nos concedes día a día. Te agradezco,
por cada pequeño detalle que Tú tienes conmigo.
Infinitas gracias por mi vida, por mi salud,
por mi familia y porque a pesar de tantas
tribulaciones a las que nos enfrentamos,
Tú, sigues cuidando de nosotros.
En este momento quiero pedirte disculpa
por mis transgresiones, perdona mis ofensas
hacia ti, ayúdame a poder serte fiel solo a ti.
Perdóname si te he ofendido, ya sea de
pensamientos, palabras o de acciones.
También perdona las veces que he sido
una mala persona con mi prójimo.
Ayúdame a poder ser digno de ti, y a ser
mejor cada día, que yo otorgue de lo que
Tú me regalas sin esperar
recibir nada a cambio.
Que yo sea generoso con aquel que lo
necesita. Así como Tú lo fuiste cuando
caminaste aquí en la tierra, que yo
pueda sensibilizarme con las
necesidades de las personas.
Señor, yo quiero que Tú me enseñes
a mirar con amor, que yo venza mi humanidad
y mi egoísmo, y que pueda seguir tu ejemplo.
En este momento, Padre de la Gloria,
yo vengo ante ti, para suplicarte que seas
Tú, rompiendo cada una de las cadenas
que me atan y no dejan progresar.
En el nombre de Jesús, yo soy exento de
la maldición generacional, me declaro libre
de aquello que me impide
ser feliz y me alejé de ti.
Tú, nos dices en tu palabra, que el que te
tiene a ti en su corazón, es una renaciente
criatura. El pasado queda en el olvido y somos
nuevas personas en Cristo Jesús.
Es por eso que yo me apropio de esa palabra
y me declaro victorioso en tu santo nombre.
Porque Tú, llevaste todos mis pecados
al madero de la cruz.
Y es por ese gran sacrificio, que yo soy una
nueva persona. Por eso yo te alabo, te bendigo
y te glorifico. Porque solo Tú, eres digno
de recibir toda adoración.
También quiero pedirte que seas Tú, tomando
el control de mi alma, mira cada una de las
aflicciones que me aquejan y sé Tú,
pasando tu poderosa mano.
Limpia mi organismo de toda enfermedad
y que el milagro de la sanación venga sobre mí.
Pero no solo te pido por la salud de mi cuerpo,
si no también por la sanidad de mi espíritu.
Mira aquello que me aflige y que me roba la paz,
ayúdame a vencer la aflicción y así ser libre
para glorificarte en todo tiempo.
Me suelto en tus manos y confío en que se hará
conforme a tu voluntad. Por eso te entrego
mi vida a ti, pues sé que Tú, obraras en mi ser.
Muchas gracias te doy Dios del cielo, por estar
allí para mí. Ya que así no lo merezca, Tú
siempre permaneces fiel.
Agradecido por escuchar mi oración
y obrar en mi ser, porque sé que aunque
mis ojos no te pueden ver, Tú, estás presente
en este lugar. Muchas gracias, te doy
en el poderoso nombre de Jesús.
Amén.
Jesús tiene el poder para liberarnos de las maldiciones generacionales
Jesús tiene el poder de hacer lo que desee. Recuerda que a través de Él, podemos atar, desatar, bendecir o maldecir. Por lo tanto, la respuesta es sí, Cristo puede liberarnos de todas esas ataduras que nos impide acercarnos a la presencia de Dios. Además, se permite elevar una oración de sanación y liberación en su nombre cada vez que sea necesario.