Génesis 1:27 - "Y creó Dios al hombre a su imagen y semejanza"

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Amado lector, te invito a que aprendas como creo Dios al hombre a su imagen y semejanza, con qué propósito lo creó; conocerás además, la vida que pudo tener este, antes y después de que fuese enviado a la tierra; cual sería la razón que lo llevó a esto. Génesis 1:27: “Y creó Dios al hombre a su imagen y semejanza”.

🙏 Génesis 1:27 - "Y CREÓ DIOS AL HOMBRE A SU IMAGEN Y SEMEJANZA" 📖

Índice()
  1. “Y creó Dios al hombre a su imagen y semejanza”
    1. Adán hombre viviente
  2. El amor a los otros

“Y creó Dios al hombre a su imagen y semejanza”

Sean dadas gracias al Padre en el nombre de su Hijo Jesús, porque él es bueno, porque para ha siempre es su misericordia; porque a pesar de que muchas veces nos hemos revelado en su contra, ha tenido compasión y misericordia de nosotros, haciéndonos salvos por su amor eterno y por su gracia.

Enseñan las sagradas escrituras en Génesis 1:27 diciendo: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Antes de la fundación del mundo, Dios creó a Adán hombre viviente e inmortal; para que le diese nombres, y señorease en todo ser vivo que habitaba en el jardín del Edén, pero debido al pecado que él y Eva cometieron; fueron castigados y expulsados de la gloria de Dios.

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Siendo enviado a la tierra, y su castigo fue que ganará el pan con el sudor de su frente, además de que señorease en ella, en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias y en todo animal que se arrastra sobre la tierra, como lo afirma la palabra de Dios en Génesis 1:26

Siendo el Todopoderoso, lento para la ira y grande en misericordia, no destruyendo a Adán por su desobediencia; sino que le dio la tierra por heredad para que la habitase, la labrara, y disfrutara de ella; ya no sería lo mismo, como cuando estaba en el jardín del Edén, porque cuando él se encontraba allí, estaba en cuerpo glorificado e inmortal.

Adán hombre viviente

Fue creado por el Dios de los cielos conforme a su imagen y semejanza, por lo tanto se entiende que cuando estuvo en ese cuerpo, no se cansaba, ni ninguna de las partes de su cuerpo le dolía, por cuanto era inmortal.

Mas cuando fue enviado a la tierra tuvo que trabajar duro, se cansaba, sudaba mucho; porque ya no era hombre inmortal, el castigo por su desobediencia fue que estuviera en un cuerpo mortal; por el pecado que este había cometido.

Dicen las sagradas escrituras que por medio de Adán hombre viviente, fue que entró el pecado al mundo, y por cuanto entró el pecado, entró también la muerte; pero Dios tuvo misericordia, y por amor de su nombre tomó la decisión de enviar la resurrección de los muertos; a través del segundo Adán hombre vivificante, como lo afirma 1 Corintios 15:21

La palabra de Dios también nos instruye en 1 Juan 4:20-21 diciendo: Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano es mentiros; pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.

El Señor nos recuerda a través de esta cita bíblica, que el hombre fue creado conforme a su imagen y semejanza; que se debe amar fraternalmente, porque si amamos al Señor, es porque también amamos al hermano o prójimo.

El amor a los otros

Y si no amamos al hermano, es difícil amar a Dios, pues cuando vemos al hermano; debemos de pensar y meditar en nuestros corazones, que así como es el hermano, así también es Dios. Si negaremos algo a alguien lo negaremos al Señor.

Por cuanto dicen las santas escrituras Mateo 25:45: Entonces les responderá diciendo: De cierto les digo que en cuanto no lo hiciste a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hiciste.

Y creó Dios al hombre a su imagen y semejanza. Hay una gran responsabilidad, de nuestra parte para con Dios; porque si decimos que le amamos y queremos estar con él, cuando venga por su iglesia, es mejor que nos esforcemos en portarnos bien; y amarnos los unos a los otros como decimos amar a Dios y ayudémonos los unos a los otros.

Mientras tengamos el poder para hacerlo, sin olvidar que hay una recompensa para aquellos que aman al Todopoderoso. Como lo afirma la biblia en Mateo 25:34-35

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