Isaías 9:6 – Descubre por que Jesús es el Principe de la Paz

descubre porque jesus es el principe

Amado lector, el Señor se le conoce en la biblia por muchos seudónimos; que lo describen, pero en Isaías se le nombra como el príncipe de paz. En este pasaje; el profeta habla acerca del nacimiento y reinado del mesías, dándonos una visión; del establecimiento de su trono. Pero, descubre, ¿por qué Jesús es el príncipe de paz?. Te invito a que conozcas, cuál es su significado.

https://www.youtube.com/watch?v=Uu2KbGz38KY

Índice()
  1. Descubre ¿por qué Jesús es el príncipe de paz?
    1. Pacto de paz para mi alma.
  2. Jesús el príncipe de paz

Descubre ¿por qué Jesús es el príncipe de paz?

Jesús es nuestro mediador, pues aboga por nosotros ante Dios; él nos ayuda a que estemos en comunión con el padre. Desde la caída del hombre en el principio, como lo demuestra Génesis 3; el hombre ha estado en constante conflicto con Dios, y Desde entonces debido a su desobediencia Hemos tenido que conocer la ira de Jehová; con todo su furor.

Noé en su tiempo; fue testigo de las consecuencias que trajo la desobediencia del hombre, ya que podemos leer en génesis que Dios se arrepiente y extermina al hombre a causa de sus maldades, con un diluvio.

Génesis 6:6-7 dice: Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho”.

Pero aun así Jehová, puso la mirada sobre Noé; permitiéndole vivir junto con su familia demostrando que había un propósito y un plan para la humanidad. Entonces arrepintiéndose de haber eliminado a su creación, le da a Noé un pacto; en donde le afirma que nunca volvería a eliminar al hombre con un diluvio.

con todo tu corazon confia en el senor

Desde entonces el hombre continuo con su rebeldía y conflictos, provocando en repitas ocasiones la ira del todopoderoso.

Aun así Dios tiene un plan de salvación para el ser humano, que requirió la muerte de su propio hijo; por amor hacia nosotros, “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, si no que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:16-17)

Jesús es nuestra paz, pues nos reconcilio con el padre y nos limpió de todo pecado; poniéndole fin al conflicto que había entre Dios y los hombres, pablo lo declara diciendo; pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Con mucha más razón, habiendo sido ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”, dándonos paz también atreves de su espíritu; que derramo amor, en nuestros corazones.

Pacto de paz para mi alma.

Hay que entender, que la paz que nos da Jesús; no se refiere a una estabilidad mundial, como suponemos; ya que el señor dice: “No piensen que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada” (Mateo 10:34), el señor; explica que sería causante de divisiones.

Lucas 12:49 explica el motivo de su venida “Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido?”

Este fuego del que habla el Señor, hace alusión al juicio que le espera a la humanidad (Lucas 3:17); por causa de la maldad; la paz que recibimos de Jesús, se trata de una paz para nuestras almas; pues, nos redimió quitando todo peso de pecado; dándonos esperanza, y salvación a nuestras vidas; librándonos de todo juicio.

Esto, requiere de una acción de nuestra parte; que es creer en él para alcanzar la vida eterna.

Jesús el príncipe de paz

Al Señor se le reconoce como príncipe de paz, por ser el mediador de nosotros ante el Padre; librándonos de toda la ira venidera, a través de su sacrificio en la cruz. Derramando su espíritu en nuestros corazones llenándonos de amor; y dándole paz a nuestras almas. Él es el príncipe de paz, el pacto de paz.

Subir