Las dos caras de Jesús ¿Cómo puede ser humano y Dios al mismo tiempo?

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Amado lector, sabemos que Jesucristo es nuestro Señor que entregó su vida en una cruz, al que nos amó y nos salvó de nuestros pecados con su sangre. Él Señor Jesucristo, aunque se manifestó en la tierra como un ser humano, la biblia lo describe que es el hijo único y eterno, el soberano de los reyes de la tierra, quien manifestó sus dos sustancias, haciendo milagros, por lo cual estudiaremos, las dos caras de Jesús ¿Cómo puede ser humano y Dios al mismo tiempo?

Índice()
  1. ¿Las dos caras de Jesús?
  2. Jesús ahora resucitado

¿Las dos caras de Jesús?

Desde la antigüedad, Dios profetizó a través de grandes hombres de renombres, que enviaría a la tierra a su hijo unigénito como lo describe la palabra en: Isaías 9:5-6, porque un niño nos es nacido, un hijo se no nos ha dado; y le ponen en el hombro el distintivo del rey y proclaman su nombre: "Consejero admirable, Dios fuerte, Padre que no muere, Príncipe paz"

La humanidad desde el principio de los tiempos desde Adán y Eva, que fueron nuestros primero padres; por su desobediencia permitieron que entrara el pecado a la humanidad, de manera por el cual, Dios tenía que romper con esa cima que nos separa de él; aunque es el Todopoderoso, la gloria, la majestad, el poderío; y el imperio le pertenecen a él.

El Señor no escatimó por su esencia divina, que aunque es el Rey de reyes y el Señor de reyes; en bajar de su trono, en forma de hombre para poder salvar a la humanidad de una destrucción inminente; su rechazo, su muerte y luego su resurrección.

el senor ofrece un futuro y una esperanza

Jesús es el único y eterno, el verbo hecho carne, que es en Dios y es Dios frente al padre. El Señor se hizo hombre, Jesús hombre verdadero; Dios tomó la condición de esclavo y murió en una cruz. Y se manifestó en su humanidad la gloria que le correspondía como hijo. Aunque pasó por mucho sufrimiento como cualquier hombre, lo soporto todo por amor a la humanidad.

Jesús sin duda era aquel llamado Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”. Su nombre, nos dice lo que Dios va a hacer por medio de él, otorgándole así, la victoria sobre Satanás; siendo la manera definitiva y precisa de esperanza al mundo.

Humanamente hablando Jesús fue un hombre normal que nació naturalmente de una mujer, como cualquier ser humano; se crió con sus hermanos y padres, desarrolló su vida espiritual; mantenía una vida íntima y personal con su Padre celestial, en el cual, ejecutó así todos sus planes divinos en su forma de hombre con su Santo Espíritu.

Manifiesta su divinidad de Dios con todos sus milagros que fomenta aquí en la tierra en todo su ministerio.

Jesús es como una segunda revelación de la justicia de Dios, que viene a la tierra para completar el antiguo testamento. Sanando los corazones de las personas para darles libertad. Todo se cumplió conforme a las escrituras, las dos caras de Jesús; hombre y Dios. Dos sentidos como la muerte y resurrección, que le ha traído a la humanidad la esperanza que estaba muerta de salvarnos del infierno. Simplemente tenemos que aceptar a Jesucristo en nuestros corazones.

Una muerte que lo hizo como hombre, y una resurrección que le hizo ver su divinidad de Dios; reconociendo un solo Dios en figura de tres personas divinas, al que llamamos santísima trinidad.

Jesús ahora resucitado

las dos caras de Jesús. Llamado Señor de la historia es decir que domina y dirige las fuerzas materiales y espirituales, visibles e invisibles que plasman nuestra historia. Y todo creyente conforma el designio eterno de Dios y con ella se concreta el misterio que encierra el plan salvador que reúne a todos los hombres bajo una sola cabeza que es CRISTO.

Al dar los pasos que conllevan la fundación de la iglesia y ella no actúa por su sola iniciativa, sino que se deja guiar por las indicaciones del padre a través de su hijo Jesucristo, que la amo desde la fundación del mundo, y que Dios adquirió por su propia sangre, llamada su esposa.

En adelante la salvación se hace por el nombre de Jesús, por el poder divino que irradia de su persona, toda obra salvadora es atribuida a Cristo Señor.

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