¿Existen los Ángeles de la Guarda? ¿Cómo son y cómo nos protegen?

Todos conocemos historias de seres divinos creados por Dios para cumplir el rol de protectores de malos caminos, nombrados como “Ángeles de la Guarda”, pero ¿Qué sabemos realmente de estos seres? y es verdad que ¿Existen los Ángeles de la Guarda?
A lo largo de la vida, nuestros padres, abuelos, familiares y hasta profesores nos relatan historias de seres celestiales. Provenientes del cielo que bajo mandato y como presencia de compañía a Dios Todopoderoso nos guían y protegen de diversos males que podamos experimentar en el acontecer de nuestro paso por la tierra. Estos seres podemos llamarlos “Ángeles de la Guarda”. La santa escritura nos indica en diversas historias y partes de esta. La presencia de estos seres los cuales son encomendados como escudo a actos malignos ante cualquier amenaza. Presencia de situaciones oscuras o simplemente de malas intenciones.
¿Nos habla la Biblia de Los Ángeles de la Guarda?
¿Existen los Ángeles de la Guarda? En más de una página, párrafo o versículo de la Biblia se nos indica de la presencia de mensajeros destinados a la protección y conexión divina. Entre la esencia de Dios y los humanos. Atados a nosotros estos seres de luz cuentan con poderes y facultades extraordinarias que pueden ser emitidas por la determinación de sus voluntades otorgadas. Estas por propio el creador del universo, Dios Todopoderoso.
- Salmo 91:11 Pues Él dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos
- Lucas 22:43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
- Lucas 4:10 Porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden.
Como podemos observar, la Biblia nos relata en sencilla expresión como estos mensajeros celestes nos conectan con la mano de Dios Todopoderoso y son ellos quienes tienen porción dada para curarnos o erradicación de males y alejarnos del peligro, todos y cada uno es asignado a una diferente persona y busca la relación entre Dios y el hombre.
¿Podemos saber cómo son los Ángeles?
Por múltiples relatos, historias, y hasta versículos bíblicos podemos contar con la principal idea que estos seres cuentan con una apariencia muy parecida a la del humano.
Con rasgos fisionómicos idénticos o parecidos a los del hombre. Podríamos también señalar que por ser enviados del cielo estos cuentan con enormes alas que les permite volar y conectar ambos mundos. Sin embargo, algunos han sido enviados del cielo sin ninguna distinción a la apariencia corriente de cualquier individuo promedio.Dando como resultado que podemos creer que esos mensajeros. Cuentan con la facultad de cambiar su forma según la necesidad de la tarea a realizar.
En complemento de lo antes contado, los emisarios de luz cuentan con diversos rangos y posiciones en el trono de los cielos emitidos directamente por Dios, algunos de estos podrían ser los Serafines quienes pertenecen a la orden más alta o suprema orden en el coro de los ángeles, seguido de estos están los Querubines que aunque presentan diferentes posiciones en la orden angelical, se pueden asemejar por la pertenencia de cuerpos divinos acompañados de extensas e impecables alas, túnicas y armaduras, bendecidos además de cautivadoras y hermosas voces que acompañan a los cánticos del cielo.
¿Somos protegidos por estos seres celestiales?
¡Su trabajo más puro es el de seguir nuestro camino y alejarnos del peligro!
Respondiendo la pregunta de ¿Existen los Ángeles de la Guarda? En todos y cada uno de los relatos bíblicos e historias, en cada pintura que apreciemos en cualquier dato antiguo que presenciamos de los ángeles, están cumpliendo una acción de protección o compañía hacia nosotros.
Cada persona cuenta con un Ángel de la Guarda que desde el primer instante que Dios nos envía al vientre de nuestras madres ya tenemos asignado un personaje divino que nos guiará y protegerá en todos y cada uno de nuestros pasos a lo largo y ancho de nuestras vidas.
Las oraciones y cuentos sobre los ángeles que nos acompañan desde cuando estamos muy pequeños no deben quedarse en la niñez. Su protección sirve para cubrirnos con sus alas luchar batallas que posiblemente no podemos ver. Igualmente manifestarse ante nosotros como extraños para quizás apartarnos de ámbitos indebidos o simplemente alertarnos de que el mal nos puede tocar la puerta.