Juan 10:10 – Su significado bíblico y su interpretación Cristiana

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La cita bíblica, de Juan 10:10, describe; lo siguiente: “El ladrón no viene, sino a hurtar, matar y destruir. Yo he venido, para que tengan vida; y la tengan en abundancia”. Satanás, el príncipe de este mundo; solo tiene como fin, la destrucción, del pueblo de Dios.

🙏 Juan 10:10 – SU SIGNIFICADO BÍBLICO Y SU INTERPRETACIÓN Cristiana 📖

Por lo cual, el pueblo de Dios, se mantiene en oración; conservando el amor y unión con sus hermanos en Cristo alejándose de toda la maldad de este mundo. Entrando por la puerta que es Jesucristo. Juan 10:10 Su significado bíblico. El Señor Jesucristo, declaró lo siguiente: "Yo soy la puerta de las ovejas; y todos los que vinieron antes de mí, son ladrones y asaltantes"

Índice()
  1. Juan 10:10 Su significado bíblico
    1. Por la puerta del redil
  2. El Buen pastor

Juan 10:10 Su significado bíblico

En las sagradas escrituras, que es la palabra de Dios; se refiere a Satanás, como ladrón y asaltante, porque no entra en el redil; sino que entra por otra parte invalidando los mandamientos del Señor.

Lo contrario, de Jesús, que entra por la puerta principal, como buen pastor; y el portero le abre; y las ovejas reconocen su voz. Todos nosotros, somos ovejas del Señor si le obedecemos y cumplidos sus mandamientos.

Él es nuestro pastor, porque nos libra; como lo declara el salmo 37: “Encomienda al Señor tu camino, confía en él, y el hará. Exhibirá tu justicia como a la luz; espera tranquilo en el Señor, no te impacientes, deja la ira, y abandona el enojo. Porque los malhechores, serán exterminados; pero los que esperan, en el Señor, heredarán la tierra.

no se preocupen por nada

Pronto el malo no existirá más y no podrá ser hallado. Además, nos saca de la cárcel, en la que Satanás quiere que estemos presos; y esclavos de su yugo, nos quita toda cadena; y cualquier atadura por Satanás, quebranta cerrojos; porque para él, no hay nada imposible, no existe nada, que él no pueda hacer.

En el Salmo 23 dice: Jehová es mi pastor; nada me faltara; junto a aguas de reposo me pastoreara me guiara por sendas de justicia por amor de su nombre. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida.

Por la puerta del redil

El Señor Jesús, como un buen pastor, que entra por la puerta principal sin esconderse de nada; no dejara, que ninguna de sus ovejas se aparte y se pierda. Ira tras de ella, hasta hallarla y volverla con él; y la pondrá sobre sus hombros gozoso por haberla encontrado.

Para él, habrá mas gozo en el cielo, por un pecador que se arrepiente, y se aparte del mal camino, que por noventa y nueve justos, que no necesitan de arrepentimiento; porque ya han recibido, al Señor Jesucristo, en su corazón y lo han aceptado como su único salvador; y se mantienen por el camino angosto de la rectitud.

Hay más gozo, delante de los ángeles del Dios Todopoderoso, nuestro Altísimo, por un pecador que se arrepiente de todas sus malas obras, por andar, en los caminos, de perdiciones del mundo en rebeldía contra Dios.

El Señor Jesús, nuestro buen pastor, nos ofrece la vida eterna; porque él es, la resurrección, y la vida, el que cree en él, aunque este muerto vivirá; y jamás perecerá, ni nadie los arrebatara de su lado; como el ladrón, que sube por lugares ocultos para que nadie lo vea y así poder lograr su cometido, con el fin de robar, matar, y destruir.

El Buen pastor

Juan 10:10 Su significado bíblico. El buen pastor, conoce sus ovejas, así como ellas reconocen, la voz de su pastor. Las redima y conduce por pastos delicados y les da descanso. Junto a aguas de reposo las pastorea. El Señor Jesús, conforta el alma, de su pueblo; y aunque anden en valle, de sombra o de muerte; no temerán mal alguno.

Adereza mesa, en presencia de los enemigos unge su cabeza y hace rebosar su copa como lo afirma el salmo 23.

Nosotros, como hijos de Dios, reconocemos su voz, así como él nos llama, porque somos sus hijos y nos ama; nos muestra el camino, y nos conduce, por las sendas donde debemos andar; como nuestro Padre, que está en los cielos, no permitirá, que nadie, nos aparte de él, si habitamos bajo su presencia y moraremos ante su sombra.

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