Oración para guiar el alma de los difuntos a su Santidad Juan Pablo II

oracion para guiar el alma de los difuntos a su santidad juan pablo segundo

Hacer la oración a Juan Pablo II para guiar el alma de los difuntos, es una herramienta entregada por Dios para que ayudemos a cada una de las almas de los difuntos que hoy se encuentran perdidas.

https://www.youtube.com/watch?v=vyWtIgNQF8s

Con esta oración seremos le rogaremos a Juan Pablo II que guíe cada una de las almas hacia él, y de esta manera pueda encontrar el camino hacia la salvación y la paz en sus vidas. Confiemos en el poder de Juan Pablo II y guiemos a cada una de las almas de los difuntos hacia su encuentro para que sean salvadas por él.

Índice()
  1. Oración para guiar el alma de los difuntos dedicada a Juan Pablo II
  2. Sigamos el ejemplo de Jesús y busquemos la salvación de las almas

Oración para guiar el alma de los difuntos dedicada a Juan Pablo II

La oración para guiar el alma de los difuntos, te ayudará a interceder por cada uno de los difuntos que en medio de su agonía no pidieron perdón por sus pecados y que hoy se encuentran perdidas.

Oh grandioso y poderoso Juan Pablo II

aquí vengo a implorarte por el alma de cada

uno de los difuntos de este mundo,

guía su camino hacia ti.

 

Para que encuentren la paz y la salvación

en sus vidas, perdona cada uno de

sus pecados te lo suplico, para que puedan

vivir por el resto de la eternidad

en un lugar tranquilo y sereno.

 

Para que no deban pasar el resto

de la eternidad en las llamas del infierno,

te suplico Juan Pablo II que guíes a

cada una de las almas de los difuntos hacia ti.

 

Para que sean perdonados por tu inmensa

misericordia,y sean llevados hacia

el reino de Dios, intercede por cada una

de esas pobres almas ante Dios,

para que consigan la salvación.

 

Muéstrales que pueden arrepentirse

aun luego de su muerte.

 

Enséñales que tienen la oportunidad de

rendir cuentas a Dios y suplicar por su perdón,

para que de esta manera

puedan pasar la eternidad

en el reino de Dios.

 

Juan Pablo II ruega por ellos, llévalos

junto a ti, te suplico por cada una

de las almas de los difuntos,

en donde hay tantos de mis conocidos

y mis familiares

palabra fiel si somos muertos con el tambien viviremos con el

Dios nos mostró a cada uno de sus hijos

la manera de suplicar por ellos desde aquí,

la manera en que podemos pedir

su perdón, prometo hacer

cada una de las cosas necesarias para

salvar a muchas de las que aún

se encuentran en este mundo.

 

Prometo llevar la palabra de Dios

a cada rincón del mundo,

en donde cada una de las personas que

aún no se han arrepentido,

conozcan la manera de hacerlo.

 

Prometo ir con aquellos que hoy se

encuentran moribundos, para mostrarles

el camino hacia ti y hacia Dios,

para que puedan salvar su alma

del terrible infierno.

 

Juan Pablo II bendito, tú que

siempre fuiste misericordioso

y bondadoso con cada una de las personas

que lo necesitaron.

 

Te pido que seas misericordioso con estas

almas que hoy necesitan de ti,

te pido que los lleves hacia ti,

para que encuentren la paz,

para que descansen por el resto

de la eternidad en tranquilidad.

 

Por favor, que cada una de las almas

de los difuntos vayan hacia ti,

que encuentren la paz y misericordia

que tanto necesitan, que sean

capaces de arrepentirse y reconocer

cada uno de los errores cometidos.

 

Oh santísimo Juan Pablo II,

guíalos hacia ti, te lo suplico hoy aquí,

esta plegaria la levanto en nombre de

cada una de las almas de los difuntos hoy,

que antes de morir no encontraron

el camino correcto hacia ti.

 

En el nombre de Dios hoy te suplico

por cada una de las almas de

los difuntos, ayúdalos.

 

Amén.

Sigamos el ejemplo de Jesús y busquemos la salvación de las almas

Nosotros como buenos seguidores del hijo de Dios también podemos ir por la salvación de las almas, podemos llevar la palabra de Dios a cada rincón del mundo, para que todas las personas del mundo conozcan la manera en que pueden pedir perdón y así salvar su alma.

Seamos voceros de la palabra de nuestro Padre eterno, para que el día de la muerte de cada uno de nosotros,  nuestra alma pueda entrar al reino de los cielos.

Subir