Oración poderosa para bendecir los hijos y el hogar ¡Ante cualquier situación!

La familia es lo más importante que hay en el mundo, que sean bendecidos, es nuestro mayor deseo. Por eso, siempre es importante que podamos hacer una oración poderosa para bendecir los hijos y el hogar. De esta manera, siempre estarán cubiertos por la sangre de Cristo y ante cualquier situación, nada les pasará.
Siempre debemos orar, ya que Jesús en su palabra nos dijo que teníamos que orar sin cesar. La oración es una de las armas más poderosas que podemos tener como cristianos. Cuando oramos, activamos en mundo espiritual a favor de nuestras vidas y la de los nuestros y de esta manera, la familia siempre estará protegida por Dios.
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Oración por nuestra familia e hijos
Si quieres poner a tu familia delante de Dios, debes hacer una oración poderosa para bendecir los hijos y el hogar. Cuando oras a Dios por tu familia, ángeles vienen a pelear a favor de ellos y siempre tendrán una protección especial. Si quieres levantar una oración por tu familia, puedes hacer esta oración con nosotros.
Dios todopoderoso, creador del universo.
Tu que estas sentado en el trono,
quien dirige millones de
ángeles a nuestro favor.
vengo ante ti amado Dios
para darte toda la
gloria que merecer.
Tus santas manos crucificadas
en la cruz del calvario
me sostienen a mí
y a mi familia.
Hoy, reconociendo mi
estado pecaminoso,
mi iniquidad y concupiscencia,
pido que tengas misericordia
de mis hijos y mi familia.
No tengo nada importante
que ofrecerte,
tan solo mi corazón rendido a ti,
mis lágrimas que claman
por tu amor y bendición.
Padre eterno, me has enseñado
a través de tu Santa palabra
que eres maravilloso,
que en ti podemos confiar
plenamente en tu protección.
Así como me amas,
ama a mis hijos.
Como me bendices,
bendices a mis hijos.
Así como me sostienes,
sostén a mis hijos.
No permitas que la tentación
toque la puerta de sus corazones
y si eso llegara a ocurrir.
Dale la fortaleza de espíritu
para que puedan soportarla
y que su fe no mengue.
Padre, tu bendición
es la que verdaderamente enriquece,
por eso, en estas humildes líneas
pido que bendigas a mis hijos.
Que nunca les falte el pan
nuestro de cada día,
que sus graneros siempre estén llenos,
y que sus sonrisas se plasmen
cada mañana al despertar.
También, te pido que su
sustento y bendición
se expanda de la misma manera
en que expandes los cielos y el mar.
Que tu presencia nunca deje de habitar
nuestro hogar.
Tú eres el centro de
nuestra familia y también hogar,
tú eres nuestra alegría.
Apartados de ti nada podemos hacer.
Que proeza podemos levantar
sin que Tu espíritu no
esté detrás de ella.
Que monumento podemos erigir
sin que tu sabiduría no
esté detrás de ella.
Los hijos son nuestro estandarte,
nuestro motivo de trabajar día a día
para dejar herencia a las
próximas generaciones.
No pido riquezas y vanagloria,
tan solo pido tu bendición
para mis hijos y también mi hogar.
Sé que si tu estas con ellos
las riquezas los perseguirán,
la salud permanecerá con ellos
y el éxito en sus carreras
será su carta de presentación.
Pero, si tu no estas,
aunque haya riquezas
sus corazones jamás serán felices.
Padre amado, susténtame
con salud para ver crecer
a mis hijos y sus descendencias,
mi mayor anhelo es verlos crecer
bajo tu amparo y cuidado.
Con humildad vengo ante ti
para que los bendigas
poderosamente.
Amén.
Importancia de orar siempre por la familia
Levantar una oración poderosa para bendecir los hijos y el hogar, es algo que como cristianos siempre debemos hacer. La familia, es el primer ministerio que Dios nos ha dado, por eso, siempre tenemos que cuidarlos y protegerlos. No solo a nivel físico, sino a nivel espiritual. Por otra parte, cuando oramos por los nuestros, activamos bendiciones sobrenaturales, que hacen que todo fluya en cualquier ámbito de sus vidas.
Siempre como padres y cabeza de hogar, queremos que nuestros hijos estén bien, sobre todo cuando no estamos cerca de ellos. Si no podemos acompañarlos, nuestras oraciones lo harán por nosotros. Así que no debemos dejar de hacer una oración poderosa para bendecir los hijos, para que siempre estén protegidos por la preciosa mano de Dios.