Oración en su día 12 de diciembre a la Virgen de Guadalupe

oracion en su dia 12 de diciembre

El culto a Nuestra Señora de Guadalupe tuvo su origen al norte de México, en el cerro de Tepeyac, lugar de sus apariciones. La persona escogida para ello fue Juan Diego Cuauhtlatoatzin, indígena de la región. Hoy día, la Oración en su día 12 de diciembre a la virgen de Guadalupe tiene un poder inigualable, del que te hablaremos a continuación.

https://www.youtube.com/watch?v=dHvJReiUt2A

La misión encomendada a Juan Diego era llevar el mensaje al obispo de México que le erigieran un templo en aquel lugar. Allí se encuentra hoy la basílica de Guadalupe.

Asimismo, la siempre virgen santa María de Guadalupe, como pidió se le llamara, se apareció cuatro veces a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin (canonizado en el 2002) y una vez al tío de este, a quien sanó de una enfermedad.

No obstante, la cuarta aparición ocurrió un 12 de diciembre. Fue cuando dio a Juan Diego la evidencia pedida por el obispo: la impresión de su imagen en un objeto para recoger cosechas. Por supuesto, Así comenzó este culto, el cual se ha extendido al mundo.

Índice()
  1. Oración en su día 12 de diciembre a la virgen de Guadalupe
  2. El secreto de la oración

Oración en su día 12 de diciembre a la virgen de Guadalupe

Desde entonces, se determinó el 12 de diciembre como el día de la virgen de Guadalupe por ser la fecha en que dio pruebas de su aparición.

Asimismo, si tienes alguna petición, agradecimiento o promesa que hacerle, es propicio ese día.

Siempre virgen santa María de Guadalupe,

hoy vengo a homenajearte y agradecerte en tu día,

postrado ante tu altar te ofrezco flores y lirios.

 

He sentido tu amor acompañándome siempre,

librándome del peligro y también

iluminando mi vida,

guiando mis pasos en los caminos de la vida.

 

Sin duda, eres grande, poderosa y milagrosa,

excelsa señora!

 

Madre amante de todos los hijos,

como amaste al tuyo,

nuestro señor y salvador, Jesús de Nazaret.

 

A ti cantaré señora, todas las gracias que tienes,

hermosa virgen morena que ante

San Juan Diego apareciste

otorgando un gran milagro:

milagro de sanación.

 

¡No me abandones nunca, santa virgen

de Guadalupe!

Aparte de todo, blinda mi hogar,

protege a mi familia,

otorga a mis hijos siempre tu cuidado maternal.

 

Ilumina con tu luz nuestra mente y corazón,

llévanos de la mano por los caminos transitados,

sobre todo, si caemos ayúdanos a levantarnos.

 

No permitas que ningún mal nos alcance,

protégenos en el trabajo, la escuela,

en la calle y el hogar.

Guárdanos con tu santo amor que

prodigas sin egoísmo.

quien encubre su pecado jamas prospera

Queremos seguir creciendo espiritualmente

y ser mejores padres, hijos, hermanos y amigos.

Fortalece nuestro empeño y muestra

el sendero del bien.

 

Del mismo modo, vigoriza nuestra fe, que no dejemos entrar la duda

y con confianza infinita nos entreguemos

a la voluntad de Dios.

Siendo un padre amante, nunca nos fallará.

 

Solicito tu mediación para que tenga

éxito y prosperidad,

en todo lo que emprenda para

beneficio familiar.

 

Te lo pido virgencita con la más

sincera humildad.

 

No dejes que nuestros corazones se contaminen,

no obstante, límpialos de rencores,

avaricia, egoísmo, envidia.

Que sea el Espíritu Santo el que more en ellos.

 

También, aleja toda enfermedad de nuestras vidas,

danos salud y una santa, larga y sana y vida,

para poder testimoniar el infinito amor

de Dios a sus hijos.

 

Permítenos mantenernos con paz,

tranquilidad y sosiego.

 

No obstante, si por alguna circunstancia

salimos de ese estado,

ilumina nuestra mente para recuperar

el equilibrio perdido.

 

Te bendigo y alabo tu nombre, madre santa,

siempre virgen, nuestra señora de Guadalupe.

 

¡Gracias por las innumerables

muestras de tu amor!

Siendo tan grande tu amor que

abarca toda la humanidad.

 

Asimismo, pido por todos los

necesitados del mundo,

de cualquier forma auxílialos en sus

carencias para que alcancen la paz.

 

Porque tú no discriminas,

amas a todos por igual,

eres madre amorosa que no

los desamparas.

 

Asimismo, reconfórtalos señora,

santa virgen de Guadalupe.

Además, gracias por escucharme,

siempre presta virgen madre.

 

Finalmente, eleva a Dios mis peticiones

con tu bendita mediación,

en el nombre sagrado de Jesús,

nuestro buen salvador.

 

¡Amén!

El secreto de la oración

Finalmente, independientemente del motivo que tengas para orar, debes hacerlo con la absoluta certeza que has sido escuchado y se ha concedido tu petición.  En efecto, al culminar una oración, nos invade una paz y tranquilidad absoluta.

Esa sensación experimentada se debe a la comunión con nuestro creador, Dios todopoderoso. Resulta que constituye la prueba fehaciente que abrimos los canales de comunicación con él y hemos sido escuchados.

Bendito sea Dios por todo el amor paternal que nos prodiga, con todo nos dio a su hijo para que, por su medio de él, alcanzáramos el perdón de nuestros pecados y la vida eterna. Sobre todo, nunca cierres tu puerta a la comunicación franca con Dios.

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