Oración poderosa por un hijo enfermo mental ¡Ayúdalo a sanar!
Vivir la experiencia de tener un familiar con alguna enfermedad mental es una situación difícil de enfrentar y más aún si ese familiar es un hijo. Este tipo de situaciones cargan a los padres y representantes de una gran responsabilidad pues amerita una atención especial. El poder de Dios es muy grande, dedica esta Oración poderosa por un hijo enfermo mental ¡Ayúdalo a Sanar!
Refugiar nuestras penas y esos momentos de gran dificultad en Dios, nos permite conseguir alivio y un poco de tranquilidad. Pues sabemos que su misericordia no nos abandona. Los problemas mentales producen cambios inesperados en la conducta de las personas que les impide su normal desarrollo físico y social.
Pedir a Dios sanación para un hijo enfermo mental
Para que puedas conseguir llevar tú día a día con mayor tranquilidad sobrellevando esta difícil y dura situación. Implora desde tu corazón esta maravillosa Oración poderosa por un hijo enfermo mental ¡Ayúdalo a Sanar! y solicita piedad por él.
En primer lugar,
Dios de Bondad y de Amor
mi Señor Misericordioso,
amo y dueño de mi vida,
a ti dedico esta humilde oración con todo el dolor
que invade mi corazón.
Pues, me siento desolada
y desconsolada
por la enfermedad de un ser
muy especial en mi vida.
Oh mi Padre Santo, mi hijo
se encuentra con un problema de salud
que me causa mucho pesar.
Porque sus funciones cerebrales
no están en completa normalidad,
presenta deterioro en su mente que le produce
desequilibrio, inestabilidad, angustia y ansiedad.
Además a medida que el tiempo pasa
se hace más intenso su padecer,
por ello, no controla sus impulsos y
sus instintos violentos,
pierde la noción del tiempo
y se vuelve incoherente.
En consecuencia,
en ocasiones pierde la
razón y no sabe ni quién es.
Además, son muchas las conductas que asume
que no logro comprender y pues
solo puede verse en calma
cuando se encuentra bajo
los efectos medicinales.
Sin duda,
es muy doloroso para mí, Dulce Padre,
tener que presenciar sus ataques y sus crisis.
Aún más, cuando se convierte en un ser
desconocido para mí,
aun siendo mi hijo adorado.
Por ello, apiádate Señor,
de este humilde servidor
que pide auxilio y socorro,
es tan grande el dolor que me invade,
el dolor que padezco
que no consigo consuelo a mi sufrir.
De esta forma,
en oportunidades pienso en la Virgen María,
en lo que debió de pasar al ver
sufrir tanto a su hijo Jesucristo.
Ten piedad Señor de mí, socorre
mi alma y calma mis angustias,
permite que mi hijo logre la sanidad.
Igualmente que todo ese desequilibrio
mental que le invade
salga de su cuerpo y lo
haga libre de todo mal.
Que la vida le abra las puertas a
desarrollarse con normalidad,
a trabajar, a jugar, a pasear, a
conocer personas y formar una familia.
También que pueda crecer como ser humano
en cuerpo, espíritu y conocimiento.
Y por ello te pido
Escucha mi plegaria Señor,
atiende a mi llamado, calma mi dolor,
no soporto ver a mi hijo sufrir tanto, mi dolor
se multiplica al verlo entrar en crisis.
Por favor ayúdalo a salir de esta enfermedad.
Derrama la sangre purificadora de
Jesucristo sobre él,
coloca tu mano milagrosa sobre su cabeza
y echa fuera todo daño.
Además sana su mente,
cura su cuerpo y alimenta su espíritu
de tu mismo amor milagroso que salva
a los hombres del mundo.
Finalmente, bendita sea tu misericordia
que resuelve lo imposible,
en ti confío y dejo toda mi esperanza.
Así pues, mis plegarias día a día
imploro con mucha fe y entrega,
como hijo de tu rebaño y fiel miembro
de la iglesia católica.
Finalmente, sánalo mi Dios,
purifícalo, libéralo,
te lo pido, te lo imploro, te lo ruego
oh mi Dios.
Amén.
Pide a Dios fortaleza
Los hijos son el mejor regalo de Dios y ver a un hijo padecer una enfermedad mental ha de ser causante de un inmenso dolor. Pero la misericordia de Dios jamás nos abandona ni en los momentos de mayor oscuridad. Las dificultades que haya que enfrentar para sacar adelante a tu hijo déjalas en manos de Dios.
Dios no da ninguna cruz a sus hijos que no puedan cargar, solo escucha la palabra sagrada para que te dé consuelo. Reposa en profunda oración a Dios, cree y confía en que el milagro llegará. Dios jamás olvida a sus hijos ni los deja solos ante tanta dificultad.