Oración poderosa libéranos a los hijos, aunque no quieran ¡De alto nivel!

Dios es amor y no hay amor más sincero que el de un padre o madre. Una manera de demostrarlo es con la oración poderosa libéranos a los hijos, aunque no quieran, pues entendemos que los jóvenes quieren ser autosuficientes e independientes.
Eso es respetable desde el punto de vista terrenal. Sin embargo, quienes conocemos las escrituras y creemos en Dios, sabemos el trasfondo de esa reacción renuente de los chicos, e intervenir o participar directamente por nuestros propios medios, podría empeorarla.
Por eso, mejor es recurrir a Dios a través de la oración, recordando siempre que nuestra lucha no es contra nuestros hijos, ni sus amistades, nuestra guerra es meramente espiritual, Efesios 6:12.
Oración de liberación a los hijos ¡De Alto Nivel!
Cuando se trata de este tipo de oración, la cual es liberar a nuestros hijos de la ira, de la rebeldía, de la falta de perdón, de los vicios, de las malas amistades, entre otros, lo ideal es hacer guerra espiritual, por supuesto, ciñéndonos de la armadura de Dios, Efesios 6:11-18.
He aquí la oración poderosa
libéranos a los hijos,
aunque no quieran:
Amado Dios eterno,
grande e inigualable eres.
Vengo a ti a afirmar tu grandeza.
Ciertamente amo tus obras,
todo lo que has creado
es único y lleno de vida.
Los cielos, la tierra, cada ser viviente,
solo tú los puedes hacer,
mi Dios creador.
Gracias te doy por lo que has hecho
conmigo y en mi familia.
Gracias por proteger
a mis hijos en todo momento,
a pesar de su insensatez.
Te pido señor, que tu voluntad
buena y perfecta lo alcance,
porque tú lo has dicho en tu palabra:
que tus pensamientos para nosotros
son de bien y no de mal.
Cuánto se alegraría mi alma
si mi hijo llega a estar en tus atrios.
Sobre todo, guíalo Señor,
por tus caminos de rectitud y justicia.
Asimismo, aléjalo del mal,
no lo desampares,
aunque diga y haga cosas que
aborreces mi Señor,
perdónale y sálvalo.
Mi amado Jesús, declaro
por el poder de tu sangre
que mi/s hijo/s recupera el camino hacia ti,
se abren sus ojos y se aparta del mal.
Declaro con el poder de tu palabra,
que sus pensamientos se sujetan y
obedecen a la mente de Cristo.
Afirmo tu fidelidad en su vida y
que todas las declaraciones negativas y
maldiciones que han caído sobre mi hijo
desde su infancia, se derriban.
No tienen poder ni argumento alguno,
porque el poder es tuyo mi Dios.
Tú has vencido a la muerte,
y con tu resurrección no solo la venciste,
sino que también destruiste
a todo gobernante de las tinieblas
junto a sus mentiras y malas intenciones.
Has dado libertad al alma de mi hijo y
de todos los jóvenes que le rodean.
Nuevamente afirmo,
con el poder y autoridad de tu Espíritu Santo
que mi hijo es quebrantado en su espíritu,
es humillado ante ti, ante tu presencia,
que admite sus pecados y
endereza sus pasos.
Con la autoridad y el poder que
has puesto en mí como tu sierva/o,
como su madre/padre,
declaro que la sangre liberadora
de nuestro señor y salvador Cristo Jesús,
lo cubre y lo limpia de toda maldad.
De toda mala decisión y de toda
mala acción que pase por
su mente y a su alrededor.
Toda gloria y honra sea a ti mi Dios,
que todos puedan ver
lo que has hecho con mi hijo,
y seas glorificado para siempre.
Se alegra mi alma y descanso en ti,
mi Padre fiel,
en el nombre de Jesús.
Amén.
¡Ahora mira el poder de Dios en tus hijos!
Oración libéranos a los hijos aunque no quieran. El poder de Dios actúa conforme a su voluntad, en el momento perfecto y por medio de nuestra fe. Por esto, en tu oración poderosa libéranos a los hijos, aunque no quieran, declara con fe las promesas de Dios en la vida de tu hijo, y verás al Espíritu Santo transformar su corazón, y enderezar sus sendas.
Por supuesto, ten en cuenta que toda acción de fe y todo pecado inicia por la mente. Si en los pensamientos que tienes sobre tu hijo abunda temor, estás atentando contra la voluntad de Dios para él.
No obstante, recuerda que Dios no te ha dado un espíritu miedoso, Él te ha diseñado con poder para dominar tu mente, pensamientos y emociones, y con amor para disciplinar, 2 Timoteo 1:7. Con todo, realiza con fe esta oración poderosa para liberar a los hijos, y da el mérito a Dios.