¿Quién fue el profeta que detuvo el sol? La historia más increíble

A menudo encontramos en la Biblia historias increíbles, que hace que algunos se cuestionen la veracidad o significado de esta. En esta entrada hablamos por ejemplo de los "unicornios" que aparecen en las Santas Escrituras. Pero en esta ocasión te traemos lo siguiente: ¿Alguna vez has escuchado la historia del profeta que detuvo el sol?
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La historia del profeta que detuvo el sol
El protagonista es el Profeta Josué y el relato aparece registrado en Josué 10:12. Este hombre estaba luchando en una feroz batalla cuyo objetivo era destruir a todos los enemigos de Israel, pues estaban por tomar posesión de la tierra prometida. Con la ayuda de Dios, estaban a punto de lograrlo. No obstante, el sol estaba por ocultarse y daba pie a que los rivales huyeran en el abrigo de la noche. Para que esto no ocurriera, Josué le pidió a Dios que el sol se mantuviera inmóvil temporalmente hasta acabar con todos, y así sucedió. ¿Te parece difícil de creer?
Explicando el milagro del sol inmóvil
El relato de Josué 10:14, establece con firmeza que "Ningún día ha resultado ser como aquel, pues Dios escuchó la voz de un hombre." Entonces la misma Biblia nos asegura de que fue un acontecimiento real. ¿Cómo podría haber sucedido este fenómeno sin haber causado problemas en el Sistema Solar?
De lo que si podemos estar seguros, es que nada es imposible para el Creador de estos cuerpos celestes. Para el Dios Omnipotente detener el sol, sería tan fácil como detener los latidos del corazón. Las consecuencias de un fenómeno así, también estarían contemplados por Él, de manera que nada le ocurriría a nuestro bello planeta.

¿Y si no fue el sol él que el profeta detuvo?
Pero supongamos que ni siquiera hubo necesidad de alterar las leyes del universo, mismas que solo el Creador puede modificar. ¿Existiría otra forma en que esto podría haber ocurrido? Si. De hecho es posible que el Sol, la Luna y la Tierra hayan seguido su curso regular. Sin embargo había algo que servía como fuente de iluminación y que, desde el punto de vista humano, sería atribuido al sol: Una fuente de luz artificial o por refracción.
La columna de fuego
Algo que encontramos también en la historia del profeta que detuvo el sol, es que con anterioridad Josué ya había visto proyecciones de luz procedentes de Dios. Por ejemplo, cuando los israelitas iban atravesando el Mar Rojo que Moisés había dividido, una "columna de fuego" alumbraba la noche según Éxodo 14:19, 20. Sabemos que esta columna era de origen divino porque se movía a voluntad, al punto de que cuando los egipcios alcanzaron al pueblo de Israel para aniquilarnos, esta columna se interpuso y bloqueó su avance.
Esta columna milagrosa siguió funcionando como fuente de iluminación durante todo el viaje de los israelitas por el desierto. De acuerdo a Éxodo 13:21, esto les permitía seguir viajando incluso de noche. Tomando en cuenta de que, el pueblo israelita estaba formado por millones de personas y todas eran alcanzadas por su iluminación, significa que debió ser una columna de fuego bastante grande.
Considerando este precedente, podemos decir que Dios pudo fácilmente colocar una fuente de iluminación temporal sobre el campo de batalla, muy parecido al que ya había utilizado en el pasado. De manera que el sol siguió su curso normal, pero desde el punto de vista humano el sol seguía allí y así quedó registrado.
También existe la posibilidad de que Dios haya utilizado alguna forma de refracción, es decir que la luz del sol se proyectara aún después de haberse ocultado. Por ejemplo la iluminación de la Luna funciona a modo de refracción, pues no tiene iluminación propia sino que refleja la luz del sol sobre la tierra.
Como haya sido, no hay duda de que la historia del profeta que detuvo el sol es asombrosa. La idea de que Dios haya escuchado a un hombre que le hizo una petición con fe y logró lo imposible, coincide con lo que dijo Jesús a sus seguidores. En Marcos 11:23 nos aseguró que si tenemos fe podríamos mover hasta las montañas y nada nos será imposible. Como cristianos hacemos bien en tener una fe fuerte como la de Josué.