Requisitos para ser Padre o Sacerdote según la Biblia
¿Cuáles son los requisitos para ser Padre o Sacerdote? Los Padres o Sacerdotes, son todos aquellos hombres que dedican su vida a la misión específica de realizar actos de culto en una religión. Como intermediarios entre los miembros de la comunidad católica y nuestro poderoso ser supremo Dios. La entrega hacia esta profesión priva a los hombres de muchas cosas del mundo común. Vamos a conocer sobre ellos y los requisitos para ser Padre o Sacerdote según la Biblia
Tomar la decisión de ser un Sacerdote católico es un tema de mucha seriedad y respeto. Si la persona siente el llamado de Dios y está seguro de que unirse en celibato y total entrega a Dios. Es lo que desea en la vida, pues entonces es ese el camino que debe seguir. La vida de un Sacerdote no es solo servir a Dios, sino también a las personas que necesiten de su presencia y apoyo.
Los Sacerdotes han formado parte del cristianismo desde el principio y tienen sus raíces en el Antiguo Testamento. La palabra Sacerdote es el término más común para identificar a un miembro ordenado del clero y tiene una rica historia en el mundo del cristianismo.
¿Cómo convertirse en Sacerdote según la Biblia?
La vida de un sacerdote debe ser un sacrificio, no solo por la entrega que ha de tener a lo que concierne a la santa misa. Si no en todo lo que es su forma de vida. Jesús llama a cada Presbítero a seguir sus pasos con la siguiente cita: Mateo 16:24; “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”
Conozcamos cuáles son los requisitos para ser Padre o Sacerdote según la Biblia. No son muchos los requisitos que se necesitan para convertirse en un Sacerdote de la religión católica. Es primeramente importante que la vocación se haya hecho notar en su vida, es decir, que haya sentido el llamado de Dios. Pues esta se manifiesta de muchas maneras en la vida religiosa, en el sacerdocio, la soltería o el matrimonio.
Debe desarrollar el don de la paciencia para descubrir el discernimiento de Dios. Que no es más que descubrir su voluntad por medio de la oración y de la dirección espiritual. Quien quiera convertirse en Padre debe ser expresamente del sexo masculino. No debe estar casado y debe gozar de condiciones físicas y mentales aptas para entregarse al señor en obra y gracia y practicar sus sacramentos. La edad debe ser mayor a los 25 años.
Pruebas educativas y psicológicas
Iniciarse en el sacerdocio no solo requiere de una preparación espiritual para establecer comunicación con Dios. Si no que es necesario una capacitación académica que te permita adquirir conocimientos de cultura general. Esta educación incluye 8 años después de la secundaria, que le otorga un título Universitario con 4 años más para obtener un Máster en Divinidad.
Los aspirantes a convertirse en Sacerdotes deberán aprobar una serie de evaluaciones psicológicas que demuestren que se encuentran aptos para tal profesión. En la actualidad, debido a diferentes sucesos; se ha incluido la verificación de antecedente criminales específicamente en la conducta sexual criminal.
No necesariamente debes estar totalmente seguro de tu devoción hacia el sacerdocio para ingresar al seminario. Pero si tener claridad de lo que implica prepararte para ser un Sacerdote Católico.
Llamado de Dios
Sentir que lo que estás haciendo no es lo que te gusta. Estar constantemente sumergido en un sentimiento de inconformidad y fastidio por las actividades que haces. Mirar hacia el mundo y no conseguir motivación alguna que te promueva a salir a la sociedad. Más por el contrario, consigues refugio en la oración, paz espiritual en las iglesias, escuchas a Dios quien te incita a seguir su camino.
Posiblemente sea el llamado hacia a su sendero. Intenta verificar si Él te está llamando, despierta tus sentidos a cualquiera de sus señales, acude constantemente a la iglesia y participa en sus actividades. Cuéntale al Sacerdote de tu parroquia lo que sientes, consúltale a ver que puede ver él en ti.
Ser sacerdote implica sacrificio, pero si no estamos llamados todos hacia el sacerdocio ministerial y la ofrenda de la misa. Si lo estamos a ofrecer nuestras vidas diariamente como un sacrificio a Dios.