La tentación de Jesús y su lucha contra el Diablo - Toda la verdad

la tentacion de jesus y su lucha contra el diablo

Querido lector, Jesús el hijo de Dios, vino a la tierra como cualquier hombre; y aun su nacimiento fue en un lugar muy humilde. Muchas personas han creído que la vida de Jesús se resume en el sacrificio en la cruz por nuestros pecados; pero su vida no comenzó ni terminó solo en eso; él tuvo que enfrentarse también al gobernador de las tinieblas, que domina este mundo a causa del pecado.

El Diablo tentó a Jesús cuando creyó que su debilidad física haría ceder su lealtad a Dios. Porque el ser humano es así, cuando tiene mucho se olvida del señor y cuando tiene poco lo reniega; pero en la tentación de Jesús, el Diablo fue avergonzado. Te invito a conocer como Cristo enfrentó la tentación.

Índice()
  1. La lucha de Jesús contra el Diablo
  2. Venció Jesús la tentación

La lucha de Jesús contra el Diablo

La tentación; es una prueba que llega, cuando el hombre es seducido y atraído, a cometer algún mal a otros; o así mismo, y es allí cuando se presentan dos caminos; lo correcto y lo incorrecto.

La tentación que opera en los hombres; no es pecado y tampoco viene de parte de Dios, como lo afirma Santiago 1:13 diciendo:"Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie".  Situación que no es igual con Jesús; porque él es hombre perfecto, santo, y sin mancha.

El Señor muestra las herramientas necesarias para soportar la tentación; su palabra lo dice en 1ra Corintios 10:13 "No nos ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no nos dejará ser tentado más de lo que podemos resistir; sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podamos soportar".

El Señor; luego de ser bautizado por Juan el bautista, en el Jordán como lo refiere Mateo 3:13-17; se abrieron los cielos, y una voz se escuchó diciendo: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia."

Entonces él, lleno del Espíritu Santo; fue al desierto, y ayunó cuarenta días y noches; de los cuales tuvo hambre; y allí fue cuando el Diablo llegó para tentarle justamente, por lo que dijo Dios acerca de él; y no por la concupiscencia que a veces nosotros podamos tener.

Satanás creyó encontrarlo sin voluntad, pues él lo probó con necesidades humana: comida, protección divina y poder; que harían que cualquier hombre negara a Dios.

Primero lo probó con el alimento, pues Jesús tenía hambre y  en  Lucas 4:3 le dijo: "Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan". Él Señor Jesús no cedió a este deseo y declara lo dicho en Deuteronomio 8:3b que dice así: "que no solo del pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Dios vivirá el hombre".

Esto demuestra, que puedes tener el poder de cambiar las cosas y circunstancias a tu favor; y en este caso una piedra en pan; pero sin Dios no es alimento; no nos irá bien.

El Diablo continúa acechando a Jesús; pero esta vez con la protección divina que el hombre siempre desea y en Mateo 4:6 relata que lo lleva a la Santa Ciudad; lo sube al lugar alto del templo y citándole lo escrito en Salmos 91:11-12; dijo que si es el hijo de Dios; si se echara abajo los ángeles y la mano de Dios lo rescatarían; mostrando así otra característica del enemigo; y es que también conoce las Escrituras.

Pero Jesús le responde: No tentarás al Señor tu Dios dicho también en Deuteronomio 6:16.

El enemigo lo lleva ahora a un monte alto; donde se veía claramente todos los reinos de mundo y se los ofrece todo a nuestro Señor si este se arrodillaba y le servía; pero Jesús, le responde con la palabra de Deuteronomio 6:13 "Al Señor tu Dios adoraras, y solo a el servirás".

pues en cuanto el mismo padecio siendo tentado es poderoso para socorrer

Venció Jesús la tentación

En lo contado notaras que Jesús le respondió con la palabra de Dios, pero no venció solo con las Escrituras si no por su cumplimiento; pues él es un hombre íntegro. La tentación de Jesús, nos motiva a conocer más la palabra y a cumplirla; pues esta nos socorre de la tentación.

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