La Biblia dice: Todo tiene su tiempo en el cielo y la tierra
Dios nos dice en La Biblia: todo tiene su tiempo en el cielo y la tierra. La paciencia es una de las virtudes que no todos los seres humanos tienen la dicha de cultivar. Por cosas tan simples como una cola en el supermercado o la espera en una cita; empezamos a perder la cordura.
Esto también nos sucede cuando imploramos a Dios algo que necesitamos y vemos que pasa el tiempo y no lo logramos obtener.
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Ante los ojos de Dios, todo tiene su momento oportuno y su razón de ser. Algo que ante los ojos de sus creyentes y seguidores es algo difícil de comprender y de sobrellevar. Más aún, cuando debemos enfrentar cosas que nos causan mucho dolor. Y que en el fondo de nuestro corazón no logramos entender el porqué de esas cosas.
Todo tiene su tiempo en el cielo y la tierra
Eclesiastés 3:1 nos escribe de forma clara:
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”.
Así lo dice la Biblia, la palabra de Dios. Es algo que en oportunidades se nos hace difícil comprender. Tanto por la paciencia de esperar que las cosas puedan darse, como también la de aceptar la voluntad de Dios en el momento en que él lo decida. Podemos hasta en ocasiones llegar a pensar que se olvidó de nosotros o que nos está castigando.
Este tipo de cosas producen en aquellos seguidores de poca fe y que son débiles de espíritu. Incertidumbre de la misericordia de Dios, desconfianza de sus poderes y hasta en oportunidades duda de su existencia.
En otros casos, sienten que no son merecedores de lo que piden ante Dios. Que son tan pequeños e insignificantes ante sus ojos que no corresponden a bendiciones divinas.
Pero la verdad de todo esto, es que Dios existe. Dios es nuestro padre y siempre va a querer lo mejor para nosotros como sus hijos. No nos desampara ni nos abandona en momentos de adversidades. Es fiel y leal al amor que derrama sobre la tierra, es nuestro Rey.
Somos nosotros quienes faltamos al dudar de él, los que decaemos al no tener paciencia y esperar con calma su voluntad.
En oportunidades nos empeñamos en pedir cosas banales que no son gratas para Dios. Entonces terminamos enojados porque no se nos cumplen. Pero como puede nuestro Dios de amor y bondad complacer nuestras peticiones si éstas perturban, afectan, dañan y perjudican a los demás. Por ello a veces no se cumplen nuestras plegarias.
Pero retomando el tema de la paciencia, todo tiene su tiempo en el cielo y la tierra. Para Dios no hay imposibles y todo lo que ha de suceder en el mundo viene determinado bajo la gracia divina del Dios Todopoderoso. Busca refugio en la oración para pedirle que nos ayude a esperar con paciencia es una forma de demostrarle que creemos en él.
En esa terrible intención de conseguir siempre lo queremos ya, en el aquí y en el ahora. Nos perdemos de disfrutar cosas de la vida que no volverán. Si el bebé está gateando nos afanamos en que camine pronto. Si dice mamá, insistimos en que rápidamente diga abuela. Y así en cosas de la vida diaria que dejamos de disfrutar por querer apresurarnos a tener cada vez más.
Demos tiempo a reflexionar, a meditar, a disfrutar de las maravillas que Dios nos ofrece hoy. Y dejemos que su voluntad se haga en su debido momento.
El Tiempo de Dios es Perfecto
Dios nos enseña y nos dice que todo tiene su tiempo. Pero al igual debemos priorizar cuales son las cosas que Dios quiere que hagamos. Lo que es realmente importante y a lo que debemos dedicarle tiempo. Es caminar de su mano bajo la oración diaria y sentir como poco a poco Él va orientando nuestras vidas.
Sentir la presencia de Dios es una sensación que te llena de paz. Él siempre va a querer que estemos bien, seamos agradecidos y fieles a todo el amor que él derrama sobre nosotros. Ten fe y confianza, espera con paciencia que siempre escucha a quien le habla. Su tiempo es perfecto.