Dios, abre los ojos de mi corazón para que vea tu Gloria

Sin duda alguna nuestros ojos y oídos naturales son necesarios para que veamos la gloria de Dios en cada parte de la tierra, pero a veces no necesitamos mantener esos ojos abiertos. Por ello, hay que decirle a Dios "abre los ojos de mi corazón para que vea tu Gloria", así podremos conocerla mucho mejor.
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En cambio, es necesario abrir los ojos de nuestro corazón para poder ver con mayor determinación la gloria de Dios en nosotros, pues a veces buscamos en el exterior aquellas cosas que solo pueden encontrarse dentro de nosotros. Por esto debes pedir cada día a Dios para que te brinde el entendimiento y la sabiduría, para saber mantener abiertos los ojos de tu corazón ante él.
Dios, abre los ojos de mi corazón para que vea tu Gloria
Tal vez en este punto esto sea algo extraño para ti, pues no debes imaginar como el corazón puede tener ojos, y la verdad es que, si los tiene, pero no es precisamente para el razonamiento humano. Abrir los ojos del corazón es poder ser compasivos y piadosos con otros, y saber comprender aquellas cosas que no son obvias para nuestros ojos humanos.
Una oración para abrir los ojos de nuestro corazón
Como mencionamos anteriormente, la mejor manera de abrir los ojos de nuestro corazón es rezando a Dios para que nos ayude a hacerlo y nos muestre las herramientas correctas para ello. Te mostraremos una oración para que realices si estás buscando abrir los ojos de tu corazón y aun no has logrado hacerlo. Di a Dios "Abre los ojos de mi corazón".
Señor, te solicito que abras mis ojos,
que me permitas mirarte
y reconocerte como Dios,
como magnífico Señor de mi vida.
Que consiga observar de verdad
tu grandeza y tu Perfección.
Abre mis ojos ante ti,
ante los necesitados y los más pobres.
También de los más frágiles o el enfermo,
Sobretodo,
queremos verte en aquellos que no comprendo,
que crítico,
con los que estoy en desacuerdo y mil veces me enojo.
Espero que consiga mirarte
en los que me han lastimad también
a los muchos que
yo he ofendido y aprenda a
mirarlos con Tu mirada afectuosa,
con tu mirada de Padre y de Piedad.
¡Qué dificultoso para mí sola!
Pero Tú puedes auxiliarme,
bajo Tu Luz puedo cambiar mi narcisismo,
mi terquedad, mi ceguera…
Por favor, Señor mío ¡Haz que vea!
Aspiro ver tu nobleza, tu belleza, y así,
caer en la cuenta de mi tamaño real,
¡¡pequeño!! y consiga, como el ciego de Jericó,
ensalzarte y perseguirte
y tenerte cerca en mi vida siempre…
En tu santo nombre Señor Dios,
Amén.
Con la oración podrás abrir los ojos a Dios, no importa en dónde estés
Todo aquello que hacemos con amor es posible. Así que si lo que deseas realmente es abrir los ojos de tu corazón esta puede ser la mejor oración que conseguirás. Abrir los ojos de nuestro corazón no resulta tan complicado como lo pensamos, solo es necesario tener la voluntad y la necesidad de hacerlo.
Has la oración anterior confiando en que de esa manera tu vida cambiará en muchos aspectos necesarios. Así podrás descubrir la gracia de Dios en cada punto de tu existencia. Pues en este momento probablemente solo puedes ver la gracia de Dios cuando está justo frente a ti, pero él es mucho más que eso, y en nuestras vidas diarias hay mucha más gracia de él de lo que creemos.
La oración es el arma más poderosa que Dios regaló a sus hijos, pero esta solo funciona cuando nuestras peticiones son realizadas desde nuestro corazón, confiando fielmente en cada cosa que hacemos y pedimos.