¿Qué es la armadura de Dios y cómo vestirse con ella?

Cómo creyentes, sabemos que a diario tenemos una batalla espiritual que pelear. La biblia nos habla sobre cómo debemos mantenernos firme para resistir estos choques que se nos presenta, es por eso que Pablo nos da el concepto de la armadura de Dios en Efesios 6 y cómo nuestro padre celestial nos ayuda a resistir los ataques del enemigo.
Un soldado para ir a la guerra necesita un equipamiento que garantice su seguridad para el momento de la batalla. De esta misma forma, los creyentes para ir a pelear contra el enemigo necesitamos estar equipados de forma correcta, ya que si no contamos con una protección adecuada no podremos hacer frente al enemigo.
La protección de Dios para la batalla
Cuando aceptamos a Dios en nuestra vida, tenemos que tener presente que estaremos en una constate lucha, sin embargo, no debemos temer pues nuestro padre celestial nos ha dado las armas necesarias para resistir y salir victoriosos en la pelea. Por lo que, si nos mantenemos firmes en él y nos equipamos con la armadura de Dios, la victoria está garantizada. En el capitulo 6 de Efesios podemos conocer a que se refiere la biblia cuando nos menciona la armadura de Dios.
Cinturón de la verdad
Los soldados romanos utilizaban unos cinturones anchos que servían tanto para atar las túnicas como para protegerse de heridas en la parte baja. Cómo hijos de Dios debemos vivir en la verdad, pues él es la verdad. Al conocer la podremos evitar que nos hieran las mentiras del enemigo. Muchas veces por no estar en la verdad terminamos cayendo en engaños que nos alejan del camino.
Coraza de la justicia
Todos conocemos como era la coraza que vestían los soldados romanos en batalla, la hemos visto en muchas películas e imágenes. Esta era una de las principales defensas que tenían ellos, esta protección evitaba que sus órganos vitales fuesen atacados. De la misma manera cuando tomamos la armadura de Dios somos protegidos de dardos del enemigo a nuestro cuerpo.
El calzado para proclamar el evangelio
A medida que recorremos el camino que Dios ha trazado para nosotros, podemos encontrarnos con trampas. Es por eso que nuestros pies deben estar protegido para que podamos caminar sin miedo a resultar herido en el camino. Cuando comenzamos a predicar la palabra de Dios, nos vamos a ver atacados por el enemigo para evitar que sigamos con el mandato que nuestro señor nos ha dado.
El escudo de la fe
Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. El versículo es muy claro, en medio de la batalla el enemigo nos enviará flechas, pero cuando mantenemos nuestra fe en Dios, ninguna de estas nos herirá.
El casco de la salvación
Uno de los puntos más frágiles que puede tener un soldado es la cabeza, un disparo directo puede poner fin a la vida. De esta misma forma puede afectarnos a nosotros cuando peleamos la batalla contra el enemigo, una herida en la cabeza puede alejarnos de Dios.
Si dejamos que satanás nos llené la cabeza de dudas, terminaremos perdiendo la batalla. Es por eso que debemos recordar que somos salvos por la misericordia del señor, siempre que nuestros pensamientos se mantengan en Dios y recordemos que él nos ha dado nuestra salvación, los disparos del enemigo no nos afectaran.
La espada del espíritu
De toda la armadura de Dios, esta es la única herramienta que nos sirve para atacar. Los soldados usaban la espada tanto para defenderse como para atacar, es por eso que cuando nos encontremos en plena batalla, debemos sacar nuestra espada (la palabra de Dios) y atacar al enemigo.
La importancia de estar equipados con la armadura de Dios
Como mencionamos anteriormente, al ser un soldado que estará peleando de forma continua necesitamos estar equipados con la protección adecuada. Es por eso que debemos estar equipados con cada una de las piezas de la armadura de Dios, para no caer en batalla. Al no estar firmes en el señor, cualquier ataque por mínimo que sea puede hacer estragos en nuestra vida espiritual.
En Efesios 6:18 se nos menciona también la importancia de mantenernos en la oración, ya que es por medio de ellas que podemos comunicarnos con nuestro padre. Como conclusión manteniéndonos en constante comunicación con el padre y equipados con la armadura de Dios, saldremos victoriosos ante cualquier batalla que libremos.